"Tenemos que instalar el discurso de la posibilidad, la posibilidad de la justicia social, la posibilidad de alcanzar un proyecto nacional de desarrollo pleno. Somos optimistas, no por los resultados electorales, sino en cuanto a que podemos estar mejor", destaca Ilda Bustos, secretaria general de la Unión Obrera Gráfica de Córdoba, adjunta de la CGT regional y precandidata a diputada nacional por el Frente de Todos en la provincia. Histórico territorio hostil al kirchnerismo, el FdT tiene en Córdoba un modesto objetivo: conservar la banca en el Senado (que ocupa Carlos Caserio) y meter dos diputados nacionales. Bustos integra el cuarto lugar en la lista pero, en diálogo con Página/12, subraya que los lugares no son relevantes, sino que lo importante "es comprometerse porque el peligro de que eliminen los derechos laborales es mayor".
-- ¿Cómo se encara una campaña en una provincia tan reactiva al kirchnerismo como Córdoba?
-- Schiaretti está construyendo un discurso del accionar político que tiene como destinatario al kirchnerismo. Lo que nos toca visibilizar a nosotros es la presencia del gobierno nacional en Córdoba, no solo a través de la obra pública --que fue muchísima--, sino a través de todo lo que fue la crisis sanitaria: la creación de hospitales de campaña, el plan de vacunación y la incorporación de la provincia a planes como el Procrear y la Tarjeta Alimentaria. Pero además hay que decir que Córdoba de ninguna manera puede salvarse como provincia si no está integrada al país. El macrismo dejó la provincia con cifras complejas, como el mayor nivel de desocupación del país, y el gobierno de la provincia no tuvo políticas destinadas a defender puestos de trabajo, solo hubo hacia los sectores del agronegocio y el desarrollismo urbano, con quienes tiene una alianza. Hay que crear conciencia de que no podemos dejar pasar esta oportunidad para evitar que se consolide un modelo que sostiene una distribución desigual de los recursos.
-- ¿Cuál es la diferencia entre el peronismo del FdT y el de "Hacemos por Córdoba"?
-- El peronismo en Córdoba es el Frente de Todos y Todas. "Hacemos Por Córdoba" vino a reemplazar "Unión por Córdoba" de De La Sota hace dos años, en donde fue incorporando otros partidos. Ya no es el PJ de Córdoba que conocíamos. Schiaretti tiene en su gabinete a funcionarios que pertenecen al radicalismo, incluso en versiones muy reaccionarias, como Estaban Avilés, y cerró acuerdos con intendentes con características más PRO que radicales. Entonces, no hay ya peronismo expresado en ese PJ al que renunció Carlos Caserio porque se estaban repartiendo los votos de Macri con la boleta de "Hacemos por Córdoba". No hay ningún disimulo en funcionarios de Schiaretti en apoyar a Macri. Para nosotros es muy simple: nosotros somos el peronismo.
-- ¿Qué análisis hace del nivel de representación sindical en las listas del FdT?
-- Hay representantes sindicales como Hugo Yasky, Vanesa Siley, Walter Correa. Pero creo que debería haber más representación sindical en las listas del Frente de Todas y de Todos porque entiendo que esa es la identidad del peronismo. También entiendo que hay una realidad que es que el movimiento sindical enfrenta una crisis producto de la falta de renovación de la dirigencia sindical. Hemos sido muy críticas con las compañeras de la Intersindical de Mujeres de Córdoba respecto a que hace 20 años que tenemos una Ley de Cupo que la CGT nacional no ha respetado nunca. Pero como movimiento sindical hemos entendido que es nuestra responsabilidad estar acá en un momento tan grave de la economía mundial en el que los grupos de la oposición agitan la antipolítica y discursos libertarios muy preocupantes. Tenemos que esclarecer a los compañeros y compañeras de que este es el camino para el modelo de país que necesitamos.
-- ¿Qué opina del surgimiento de tantos proyectos que plantean una reforma laboral regresiva?
-- El final de la pandemia nos pone en una situación en donde el pensamiento de derecha tiene un avance muy importante y creo que se va a establecer una disputa sobre los recursos y las formas de acumulación del capitalismo, que va a intentar que se establezca con un ajuste que siempre tienen como destinatario a la clase trabajadora. Y eso se nota en los planteos de la Unión Industrial, en donde han puesto al frente a un tipo muy comprometido con este pensamiento de derecha como Funes de Rioja, quien con su proyecto de reforma laboral apunta a una distribución desigual de los recursos y de la rentabilidad empresaria. Por eso no podemos permanecer indiferentes y tenemos que comprometernos porque, más allá del lugar de las candidaturas, el peligro de que se eliminen los derechos laborales es mayor.
-- ¿Cómo se hace campaña frente a una sociedad más bien apática que no tiene mucho interés en las elecciones?
--Todos estamos cansados y casadas de la pandemia, de sus consecuencias, de la crisis económica, de la imposibilidad laboral. Ahora, hay también un agite permanente de los medios masivos sobre esta especie de nada que tendríamos delante, como si nuestro destino fuera caernos en el vacío. Contra eso tenemos que enarbolar un discurso mucho mas optimista, apostando al futuro y a lo que viene. Tenemos que instalar el discurso de la posibilidad, la posibilidad de justicia social, la posibilidad de alcanzar un proyecto nacional de desarrollo pleno. Nosotros somos optimistas, no en los resultados electorales porque sabemos que peleamos contra un frente doble que es muy pesado, sino en cuanto a que podemos estar mejor.
--Es muy difícil que usted logre ser electa en estos comicios, ¿cuál es su expectativa?
-- Córdoba es difícil. Nuestra expectativa es conservar a un senador y dos diputados nacionales, yo estoy en cuarto lugar así que es muy difícil. Pero nosotros dijimos de entrada que esto era así, la expectativa era participar en una discusión con los trabajadores y trabajadoras sobre la necesidad de que se asuma con conciencia que el destino de nuestro país está en nuestras manos.