"Hay que alinear salarios con precios y tarifas. A la gente no le gusta endeudarse, quiere vivir tranquila. La pandemia fue una catástrofe y ahora tenemos que ocuparnos", sostuvo la ministra de Gobierno bonaerense, Teresa García. En diálogo con Página/12, la ministra analizó la derrota del Frente de Todos en las elecciones del domingo, afirmó que "hay que escuchar por qué no se nos votó" y se mostró confiada en que se podrá "revertir" el resultado en noviembre. Si bien aclaró que, de momento, no se analiza realizar cambios en el gabinete, García aseguró que todos los funcionarios son "reemplazables" y que "si alguien tiene que renunciar, tendrá que renunciar".
- ¿Qué análisis haces de la derrota del domingo?
- No creo que haya sido malo el desempeño, la sumatoria del radicalismo y el macrismo superó por cuatro puntos al Frente de Todos. Hay que considerar que, si uno mira el comportamiento electoral en todo el mundo, los oficialismos perdieron en la pandemia. Pero nosotros no vamos a poner excusas después de una derrota, tenemos que escuchar por qué no se nos acompañó. Y después desglosar, porque tuvimos una enorme inasistencia en la votación producto del temor al contagio y de la bronca. Se ve objetivamente que la gente manifestó su deseo de no acompañar, su amonestación al gobierno, primando fundamentalmente la cuestión del bolsillo. A pesar de los esfuerzos que se hicieron, la realidad es que cuando una familia tiene que abrir la heladera y mandar a los pibes al colegio y no puede, se enoja. Y es entendible. El pueblo es sabio y nunca se equivoca en sus manifestaciones electorales. Ahora la tarea del gobierno es advertir qué cosas no están bien y corregirlas. El peronismo siempre tuvo la virtud de escuchar y corregir, no es necio.
- ¿Qué cosas hay que corregir de cara al 14 de noviembre?
- El tema de precios y alquileres son centrales. Hay que alinear salarios con precios y tarifas. A la gente no le gusta endeudarse, quiere pagar y vivir tranquila. Como dijo Cristina: la gente lo que quiere es estar tranquila y tener la vida semi organizada. La pandemia fue una catástrofe y ahora tenemos que ocuparnos. Hay que corregir las políticas que tienen que ver con lo cotidiano.
- ¿Cómo cayó en el gobierno bonaerense el haber perdido casi 20 puntos en dos años?
- No son elecciones comparables, una ejecutiva concita otra atención del votante porque ahí sabe que tiene que votar a alguien que gobierne sus intereses. En una legislativa la gente se permite otras licencias, quiere amonestar, se enoja y lo hace saber. La pérdida de puntos en la Provincia de Buenos Aires responde a esta realidad pandémica pero también a que en una legislativa la gente le quita importancia. No es que hayamos perdido el capital que se conquistó en la ejecutiva, por lo tanto fue tomado con mucha tranquilidad y entendiendo que hay cosas que corregir. Hay que intensificar el trabajo y mejorar la comunicación.
- ¿Se analizan cambios en el gabinete?
- Estuve con el gobernador hasta altas horas de la noche y hablamos por teléfono y el tema no surgió. Yo soy de las que cree que todos somos reemplazables, que lo imprescindible es cumplir con la política que uno se fija y que después las personas que la llevamos adelante somos reemplazables. Veo algunos análisis políticos respecto a los cambios de gabinete y parece que fuera la guerra de Montescos y Capuletos y en verdad no es así. Hay funcionarios que interpretan muy bien la realidad que en un momento dejan de interpretarla bien y lo importante es la línea de política pública que se fije. No me parece dramático. Si alguien tiene que renunciar, tendrá que renunciar. Somos fusibles.
- ¿Esto aplica al gobierno nacional?
- Aplica lo mismo. Lo que creo es que el reclamo de cambios está más concentrado en el gabinete nacional. El presidente tiene que estar considerando las profundizaciones en mejoras en materia de política económica y de llegada al bolsillo de la gente y con seguridad eso irá de la mano de la consideración de algunos de los integrantes de su gabinete.
- ¿Sos optimista respecto a que se pueda revertir el resultado?
- Creo sinceramente que podemos revertir el resultado en noviembre. Los que definen son quienes conducen los procesos y tenemos figuras importantes para que opinen: el presidente, la vicepresidenta, el presidente de la Cámara de Diputados, el presidente del bloque, el gobernador. Son días de debate, de leer bien la elección y de poder ver qué es lo que sucedió. No son días de inventar fantasmas. Porque quiero decir algo también: la oposición no ganó la copa de la final del mundo. Van a tener que dar cuenta de aquí a noviembre de las propuestas que van a llevar a la Legislatura porque decir que hay que frenar al kirchnerismo no es ninguna propuesta creativa. Van a tener que plantear en los debates qué país quieren, qué es lo que van a querer hacer con las indemnizaciones.