La algarabía que se vivió el domingo último por la noche en los chats alternativos del grupo de Whatsapp empresario Nuestra Voz, se disipó rápido horas después, cuando la agenda política pasó del triunfo de Cambiemos a las alternativas de la interna política del Frente de Todos. Fue sólo una de las reacciones del establishment nacional, en este caso más ligado a la oposición, pero la crisis del Gobierno puso a todos los sectores a posicionarse sobre el tema. 

Por estas horas, la mayor preocupación está en los rubros industriales pyme y algunos jefes de la Unión Industrial (UIA). Y pasa por tratar de sostener a los ejecutores de la política fabril del gobierno, algunos de ellos bajo fuego por las críticas del cristinismo. Entre las mismas cámaras, como la CGERA, los metalúrgicos de ADIMRA y los textiles de Protejer, se salió a respaldar al titular de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas. En esa línea, también jugó la Federación de Industriales de Santa Fe (FISFE), que fue anfitriona del Gobierno en la celebración del Día de la Industria en esa provincia y tiene buen diálogo con el Ejecutivo. 

Ese sector industrial en particular marcó, además, una diferencia con el resto del empresariado: "tenemos que militar la idea de que lo que vale es un modelo industrial, no por partidario, sino por conveniencia de todos", expresó un alto dirigente fabril en una reunión de mesa chica. Se refieren, sobre todo, a lo que representaría para el país una victoria legislativa nacional de Juntos por el Cambio, el Gobierno con el que peor la pasaron las fábricas. 

La Mesa de Enlace

En las últimas horas hubo un encuentro del campo en el que también se habló de política. La Mesa de Enlace se reunió con el pleno del Consejo Agroindustrial (CAA), el campo negociador. En la charla se acordó seguir marcando la inconveniencia de los cupos de exportaciones pero casi que se descartó, ante el contexto político, la convocatoria a medidas de fuerza que estaban en carpeta. Mucho tuvo que ver allí la mano de varios de los agroindustriales más afilados. En un comunicado posterior, hubo una postura institucional: "sobre la situación política actual, quedó de manifiesto la preocupación por que las tensiones internas no dañen la institucionalidad, resaltando la necesidad que el Gobierno encuentre rápidamente un camino para promover políticas en favor de la creación de empleo, la producción, el consumo y exportaciones", dijeron. 

La voz del establishment

En Nuestra Voz, en tanto, tuvieron que frenar a los envalentonados con la cuestión de las instituciones. Plagado de abogados, se sugirió en ese chat hacer presentaciones de "respeto a la Constitución Nacional y la división de poder" a raíz de los cruces de Fernández y CFK. Nadie atendió un pedido a todas luces disparatado. 

En la UIA, varios síntomas: la primera, mucha cautela de su titular, Daniel Funes de Rioja, que pidió no tomar posiciones públicas ni de él ni de los socios. Otros de los grandes más afines a Cambiemos, en forma individual, le recomendaron a la oposición "actuar sin pensar esto como un triunfo de Ustedes". Otra parte de la entidad lamentó la tensión con Eduardo "Wado" De Pedro, uno de los ministros con mejor llegada al establishment.