El resultado de las Paso en La Pampa fue una “sorpresa” para propios y extraños, y significó un golpe muy duro para el peronismo pampeano que gobierna la provincia desde el retorno de la democracia. Las cinco listas que compitieron en la interna de Juntos por el Cambio sumaron un 48,7 por ciento de los sufragios del 69 por ciento de los empadronados que concurrieron a las urnas en la provincia. La boleta única del Frente de Todos cosechó el 38,2, unos 20 mil votos menos que la alianza opositora. El gobernador Sergio Ziliotto evaluó que el FdT tiene “un piso muy alto del 40 por ciento de votos propios” con miras a la elección de noviembre, en la que están en juego tres bancas del Senado y otras 3 para la Cámara de Diputados. 

El oficialismo pampeano analizaba su estrategia y evaluaba la posibilidad de “provincializar” la elección. El antecedente inmediato son las primarias de 2017, donde el PJ perdió ante Cambiemos por una diferencia similar a ésta y ganó la elección general por apenas 76 votos. Una remontada épica a la que ahora se aferra el peronismo con miras a noviembre y que la oposición intenta que no se vuelva a repetir.

Los puntos a favor para dar vuelta la elección

“Fue una elección atípica”. Es la frase mas frecuente entre los dirigentes del FdT pampeano consultados por PáginaI12. Otros la enmarcan dentro del panorama nacional donde gran parte del país quedó pintado de amarillo y apenas siete provincias alineadas con el oficialismo nacional salvaron la ropa en elecciones reñidas. Algunos hacen el camino inverso para arribar a la misma conclusión: explican la “alta imagen que tiene la gestión de Ziliotto” y los méritos que se le atribuyen al gobernador para afrontar la pandemia como la “articulación de los sistemas sanitarios públicos y privados”, una de las campañas de vacunación “mas efectivas” del país, el regreso temprano a la presencialidad escolar, la “ayuda económica” que el Banco de La Pampa otorgó a Pymes y “la ayuda social a los mas desprotegidos”.

A la hora de ponerle nombre a las dificultades que pudieron tallar en el resultado electoral aparecen en primera línea “la baja del poder adquisitivo de los salarios” en el sector privado y la “inflación”. Y un dato adicional para el plano local: “las limitaciones a las exportaciones de carne” en una provincia ganadera. Aunque el gobernador apoyó la medida: "Hay que dar respuesta a todo el mundo. En el conjunto puede estar perjudicada una economía regional pero es en favor de una gran cantidad de consumidores”, dijo Ziliotto a pocos días de la elección cuando se prorrogó la medida.

Los números de las PASO

Los números duros de las primarias marcan que JpC sacó una diferencia importante sobre el FdT. Mas atrás quedaron el FIT (4,87 por ciento), el PS (2,63) y el MAS (2,29), aunque todos superaron el piso y volverán a tener su boletas en el cuarto oscuro el 14 de noviembre. La boleta del FdT que llevó la formula del ministro de Gobierno Daniel "Pali" Bensusán y la referente de La Cámpora María “Luchy” Alonso para el Senado y que encabezan Varinia "Lichy" Marín y Ariel Rauschenberger para diputados, fue la lista más votada. Un “piso alto” del 38 por ciento del FdT, que también miden en relación al 23,6 que obtuvo la lista ganadora en JpC.

“Primero tenemos que entender y escuchar con mucha humildad el pronunciamiento popular. Y redoblar el esfuerzo en una elección distinta por la pandemia que no nos permitió el trabajo cara a cara como estamos acostumbrados”, sostuvo Rauschenberger ante Página/12. En el oficialismo provincial consideran que la interna opositora resultó “más atractiva” para los votantes frente a la lista única del FdT. La tarea electoral del oficialismo estará centrada en quienes no fueron a votar (estiman un diez por ciento) y los desencantados que votaron en blanco (3,2 por ciento) o anularon su voto (3,6). 

“Vamos a potenciar el trabajo en todos los pueblos de La Pampa y todo lo logrado por el gobierno justicialista para todos los pampeanos junto al gobierno nacional, después de que el macrismo nos abandonó durante cuatro años”, insistió Rauschenberger y agregó: “los legisladores nacionales del peronismo hemos defendido primero La Pampa mientras que quienes encabezan la lista de JpC defendieron en el Congreso las políticas del macrismo que abandonaron la provincia”. 

Desde la oposición

En la interna opositora, la alianza que tejió la dupla Daniel Kroneberger-Martín Maquieyra relegó a la UCR que fue con tres listas diferentes y a una cuarta de sectores ultraliberales. Kroneberger, que en 2019 venció en la interna al PRO pero cayó en la elección por la gobernación, volvió sobre sus pasos y selló una lista con el macrismo por fuera de los planteos orgánicos del radicalismo. Pero la lista radical que salió segunda superó el piso para poder ensamblar a los propios en la boleta de noviembre y asegurarse el segundo lugar en la lista de candidatos a diputados nacionales. La alquimia perfecta –opinan los vencedores-- para encolumnar a todos porque de repetirse el resultado de las Paso, JpC se alzará con dos bancas en la Cámara baja.

“Desde el lunes ya estamos trabajando juntos con todos los que fueron precandidatos para trazar la estrategia hacia noviembre”, afirmó Kroneberger a Página/12. El radical que encabeza la boleta al Senado sabe que “el gobierno provincial va a jugar fuerte” aunque estima que “ya es tarde para provincializar la elección”. Tampoco quiere sorpresas como en 2017: “En esa elección nosotros no perdimos votos pero el peronismo sumó todo lo que faltaba. Entonces eran oposición al gobierno nacional y estaba (el ex gobernador, Carlos) Verna, que es un elector distinto en la provincia”.

“Esta vez votó casi el 69 por ciento del padrón, por desencanto o temor a la pandemia. Estimo que en noviembre votará un diez por ciento más. Salvo Santa Rosa y General Pico que son los grandes centro urbanos, en La Pampa hay más de 70 localidades chicas donde nos conocemos todos. Sobre ese porcentaje del padrón también vamos a trabajar. Será el desafío para garantizar un triunfo”, sostuvo Kroneberger.