A la hora de analizar una derrota electoral, sobre todo cuando es inesperada, las voces se multiplican y no todas, por suerte, son coincidentes porque cada opinión puede aportar un argumento atendible. Para Lucas Ghi, intendente de Morón, la derrota es "reversible" y sostuvo que "hay que apuntar todos los cañones a fortalecer el poder adquisitivo".

" A juzgar por todo lo que fue el proceso pandémico, tuvimos reuniones semanales, agenda abierta, teléfonos las 24 horas. Lo que se incorpora ahora es esa mirada de lo territorial”, dijo Ghi.

Y consideró: “ La derrota me parece reversible. Yo creo que se puede. Tenemos que hacer el esfuerzo militante”.

 “Creo --dijo en declaraciones a Radio 10-- que es central el aspecto económico. Hoy hay que poner todos los cañones para fortalecer el poder adquisitivo. Para que los salarios le ganen a la inflación. La clave pasa por lo económico”. 

Sin embargo, el jefe comunal también quiso ver las luves de una gestión que también tuvo aspectos muy positivos. A su modo de ver, “el balance de la gestión sanitaria es positivo”.

Probablemente, el colectivo que se denomina "la gente" tenga en un porcentaje alto la misma opinión. Pero en esta encuesta con baja asistencia se jugaron muchas cosas y tuvo mucho peso el efecto material, psicológico y afectivo de la pandemia, amén de los errores que haya cometido el gobierno.

La opinión de Ghi es importante, por lo menos para el gobernador de la provincia de Buenos Aires Axel Kicillof, porque son los jefes comunales los que saben los que pasa en sus distritos y tienen un contacto de cercanía que les permite conocer de primera mano los problemas casi de cada manzana.

No por nada, el mandatario provincial eligió a varios de ellos para encabezar ministerios en el cambio de gabinete que anunció ayer como una renovación que, confía, va a traer aire fresco y experiencia de gestión a su gobierno.

Habrá que esperar los resultados para saber si los cambios fueron en la línea de las necesidades.