La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, enfrenta una investigación de parte del Banco Mundial, entidad que lideró entre 2017 y 2019, antes de asumir en el Fondo. El cuestionamiento sobre la economista búlgara se basa en una supuesta irregularidad cometida en favor de China y otros países. Esos países habrían sido posicionados de manera artificialmente alta en un ranking de economías con facilidad para hacer negocios, según descubrió una pesquisa encargada por el Banco Mundial.

La acusación es muy seria porque involucra en forma explícita a Georgieva junto al ex Presidente del Banco Mundial Jim Yong Kim en una maniobra para favorecer a China mientras negociaba con ese país una inyección de capital para el Banco Mundial. China fue ubicada en el ranking del informe Doing Business 2018 en el puesto 78 cuando supuestamente debería haber bajado al 85. Todavía no está claro el alcance del impacto negativo para Georgieva, quien está a la cabeza de las negociaciones con Argentina por un nuevo programa de crédito.

"Los cambios en la información de China en el informe Doing Business 2018 parecen ser producto de dos tipos de presiones aplicadas por la dirección del Banco Mundial: 1) la presión aplicada por el Presidente Kim para cambiar la metodología para mejorar el puntaje de China; y 2) la presión aplicada por la CEO Kristalina Georgieva para aplicar cambios específicos en los datos de China para mejorar su posición en el ranking al mismo tiempo que se esperaba que el país jugara un papel central en la campaña de incremento del capital del Banco", indica el informe que el Banco Mundial le encargó al estudio de abogados WillmerHale.

"No coincido en absoluto con los descubrimientos ni las interpretaciones de la investigación sobre irregularidades en los datos y su relación con mi rol en el informe Doing Business del Banco Mundial de 2018", respondió en un comunicado la número uno del FMI, Kristalina Georgieva, quien también puso al tanto de este tema a la Junta Directiva del Fondo y aseguró que continuará con sus tareas habituales.

La presión

El documento que refleja la investigación al interior del Banco Mundial advierte que mientras se elaboraba el informe Doing Business 2018, la dirección de la entidad se encontraba negociando la ampliación de capital de parte de los países miembro. Al mismo tiempo, el gobierno chino mostraba creciente interés en cómo sería calificado en dicho informe.

El problema era que la dirección técnica a cargo de la elaboración del informe había calculado que China descendería en el ranking desde el puesto 78 al 85, debido a que si bien el país mostró mejoras en la facilidad para montar negocios, los países competidores habrían realizado más reformas en ese sentido. 

Según el informe, el Presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, junto a Georgieva se habrían involucrado para modificar la metodología y así mejorar la posición de China. El artilugio habría sido elevar el puntaje del apartado "facilidades para comenzar un negocio" y "derechos legales". Esto le permitió a China subir siete lugares y así mantener su puesto 78. El informe asegura que Georgieva le dijo que al funcionario a cargo de implementar dichos cambios que habría hecho "algo por el multilateralismo" y le agradeció por la ayuda que le permitió "resolver el problema" con China.

El informe también relevó supuestas irregularidades en el rankeo de Azerbaiyán, Arabia Saudita y Emiratos Arabes Unidos en el Doing Business 2020. Fue el último de la serie, ya que el Banco Mundial, a raíz del escándalo, decidió frenar la publicación. 

El informe del año pasado tiene en el podio a Nueva Zelanda, Singapur y Hong Kong. China escaló posiciones y se ubicó en el puesto 31 y la Argentina, en el 126. Del tema también se hizo eco Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, cuya vocera, Alexandra LaManna, dijo que "nuestra principal responsabilidad es defender la integridad de las instituciones financieras internacionales".