En la quinta jornada del juicio seguido contra Marcos Lautaro Teruel, Silvio Ezequiel Rodríguez y Gonzalo Isaac Farfán, imputados por abuso sexual, la joven denunciante en la causa acumulada que involucra a los tres acusados ratificó la acusación.

Este hecho se habría cometido en enero o febrero de 2014, en la casa de Teruel, cuando la joven tenía 19 años. Ayer, declaró sin la presencia de los acusados en la sala, y sin público. Además de ratificar que Teruel la accedió carnalmente sin su consentimiento, que Rodríguez no hizo nada para evitarlo y que Farfán tuvo la intención de violarla pero desistió, la joven habló de las dificultades sobrevinientes que atravesó. En diciembre de 2018 contó el hecho en Facebook, luego de una charla con una amiga y tras la denuncia de la actriz Thelma Fardin. “Fue como un desahogo”, manifestó.

Después se fue a estudiar a Buenos Aires, pero aún no se animaba a bloquear en sus redes sociales a los tres jóvenes. “Ellos hacían de cuenta que nada había pasado. Eso me hacía pensar que yo era culpable. Al no haberlos bloqueado y al no haber hecho nada al respecto, me sentía cada vez más afectada”, señaló. Y cuando se fue sintió alivio de no verlos más; "Cada vez que volvía, los evitaba”.

Contó asimismo que después del hecho comenzó a tener ataques de pánico, tuvo intenciones suicidas e intentó hacer terapia pero no pudo porque no podía hablar de eso. “El hecho de reprimir tanto el tema hizo que, a lo largo del tiempo, empezara a manifestar problemas en relación a otras personas, cierta fobia social, y problemas de autoestima. Me culpaba”, explicó.

En enero o febrero de 2014 la joven se encontró con Teruel, Farfán y Rodríguez, en una salida nocturna, luego fueron a una fiesta y comenzó a sentirse afectada por la ingesta de bebidas alcohólicas. En su declaración precisó  que conocía a Teruel desde 2012 y él le presentó a Farfán, a quien consideraba "un hermano", y hacía solo días había conocido a Rodríguez, con quien “pegaron onda” y esa noche bailaron y se besaron.

La joven contó que esa noche fueron a la casa de Teruel a seguir tomando y charlando. Rodríguez la llevó a una habitación y lo siguió porque quería estar con él, se encerraron y cuando estaban teniendo relaciones sexuales, entró Teruel desnudo y la accedió carnalmente; en vez de ayudarla, Rodríguez salió de la pieza en silencio. Entonces entró Farfán, también desnudo, y a ella le dio la sensación de que “se estaban turnando”, dijo que “se sintió horrible” y al ver su reacción este joven se retiró. La denunciante dijo que en ese momento le costaba reaccionar, estaba muy nerviosa y perdida. Y le llamaron un taxi para que se fuera, que compartió con Farfán eran vecinos y solían hacer el recorrido juntos, aunque esa vez no hablaron.

En la quinta jornada del juicio la denunciante declaró por alrededor de 5 horas en las que también fue consultada acerca de un encuentro que tuvo con Rodríguez en noviembre de 2014, en Córdoba. Contó que quiso hablar de lo sucedido en la casa de Teruel pero no se animó. Y otra vez tuieron relaciones íntimas, y ya no volvió a verlo.

"La hubiera auxiliado"

Rodríguez también declaró ayer y aseguró que la denunciante nunca le refirió haber vivido una situación de abuso sexual. Su relato difirió del de la joven. Dijo que Teruel entró a la habitación cuando ya había concluído su acto sexual. "Cerró la puerta y se acercó al costado de donde estaba (la joven) del lado derecho. Lautaro se acerca, se saca una campera que tenía, le toca la pierna, (ella) le toca la entre pierna (...). Veo que se empiezan a besar y me levanto de la cama. Yo no conocía la situación previa de ellos. Supuse que estaba yo de más en la relación. Ellos tenían una relación de amistad de bastantes años. Yo me estaba cambiando, (e) ingresa Farfán vestido", relató. 

Rodríguez dijo que entonces la joven manifestó malestar, "ella no quería tener nada con Farfán. Le pido que salga y salgo con él. Quedaron en la habitación Lautaro y (la denunciante). Me fui sorprendido, decepcionado y muy incómodo por la situación que se estaba dando" afirmó. Asimismo, dijo que es inocente: “en ningún momento la escuché que pidiera auxilio. Yo la hubiera auxiliado, nunca hubiera permitido que pase algo así”, aseguró. 

Por otro lado, en la jornada declaró una amiga de la joven, S.L., quien contó que la denunciante le relató que fue víctima de abuso de parte de Teruel, esto fue antes de que radicara la denuncia formal. También dijo que sabe por otra amiga en común (que también debe declarar en este proceso) que hubo una reunión en la casa de Teruel en la que estaba Farfán. Allí Teruel habría manifestado que estaba "arrepentido" y expresado "que tenía que pedir perdón a muchas mujeres". 

A continuación declaró la facilitadora gestáltica y acompañante terapéutica, Paola Laxi, quien asistió a la joven. "Llegó muy angustiada al primer encuentro. Con su cuerpo me mostraba que estaba angustiada, después de unos encuentros me comenta (el hecho) por lo que estamos hoy. Fue bastante complicado contármelo. Fueron varios encuentros para poder desarrollarlo, poder ampliar", manifestó.

"Ella me cuenta que tuvo una situación de abuso. Yo empiezo a indagar, ver hasta donde me puede compartir, siempre respetando sus tiempos (...). Me cuenta que fue a una fiesta, que termina en casa de Lautaro", manifestó Laxi. Dijo que la joven le relató que solo había tenido relaciones consentidas con una persona, pero luego "se da con tres participantes, con uno solamente había tenido un consentimiento, después se ve sorprendida por la presencia de otros dos sujetos. En un momento se ve penetrada por otro de los sujetos ahí presentes, se ve sorprendida, no entiende lo que está pasando, empieza a frenar su acto sexual en ese momento. Era Lautaro", precisó la terapeuta.

Teruel está acusado en dos causas diferentes. En el primer expediente está imputado por abuso sexual a una niña desde los 10 a sus 13 años.