Un megaoperativo conjunto entre la justicia federal y la provincial terminó con una treintena de detenidos y la desarticulación de una banda dedicada al secuestro y la extorsión, comandada desde la cárcel por el líder de Los Monos, Guille Cantero. Se llevaron adelante 84 allanamientos simultáneos en barrios Godoy y Triángulo, en las ciudades de Granadero Baigorria y Villa Gobernador Gálvez, en el pabellón de Alto Perfil de la Unidad 11 de la cárcel de Piñero y en el penal de Marcos Paz.

Los procedimientos fueron ordenados por el Equipo Conjunto de investigación (ECI) integrado por la Agencia de Criminalidad Organizada y Delitos Complejos del Ministerio Público de la Acusación en coordinación con el fiscal Pablo Socca de la unidad de Armas de la Fiscalía Regional Rosario, el fiscal federal 2 Claudio Kishimoto, la fiscal 3,  Adriana Saccone, y Diego Iglesias, fiscal federal de la Procuraduría de Narcocriminalidad (PROCUNAR) conjuntamente con los auxiliares fiscales Martin Uriona y Matias Scilabra, en el marco de un convenio de colaboración entre fiscalías.

Una fuente federal explicó a Rosario/12 que no trabajaron en el operativos las delegaciones locales de la Policía Federal ni la de Drogas sino que vino gente de Superintendencia Federal de Buenos Aires. "Basicamente buscamos desarmar bandas organizadas con un origen común que era la cárcel y que respondían a una persona en concreto que es Guille Cantero ya que esta involucrado el ladero más importante suyo, el Pollo Vinardi", reveló.

La investigación se inició cuando Nicolás “Fino” Ocampo, un hombre que cumplió una condena como miembro de la banda de Alvarado, fue asesinado en abril. Los pesquisas lo identificaron como el encargado del comercio ilegal de drogas para Esteban pero tras ese crimen apareció en  barrio Godoy un competidor: Pablo Nicolás Camino.

El fiscal Matías Edery reveló a este diario que "esta es una investigación conjunta que comenzó en febrero, en el que están siendo investigados dos subgrupos que reportan a Los Monos con vínculo directo directo con Guille, que se dedican al narcomenudeo y ahora a un secuestro extorsivo, además de otras extorsiones y amenazas. Estos subgrupos llegan al Guille Cantero a través del Pollo Vinardi y Camino". 

"Vinardi - describe Edery - es un narco viejo que tiene la zona de Villa Gobernador Gálvez y Camino es un tapado que se queda con la zona de barrio Godoy después que lo meten preso al Chanchón Cantero, medio hermano de Guille e hijo del Viejo Cantero. Ademas es quien asesinó a Tubi Segovia. Ellos son los que se quedan con barrio Godoy, asi que empezamos a investigar que además de vender estupefacientes, extorsionaban a mucha gente, por eso se hace una investigación conjunta que revela que tenían una línea tirada para quedarse con toda la venta de droga del cordón industrial desde San Lorenzo hasta Santa Fe". "Es más, hay un audio en que nombran a un referente político importantísimo de la zona donde dicen que hay que arreglar con esa persona con un monto de plata para poder vender", explicó Edery.

El grupo de Camino también puso una pata en San Lorenzo a través de un hombre llamado Marcos Jeremías Mac Caddon, alias “Pato”. En unas escuchas telefónicas incorporadas a la causa federal, Mac Caddon habla con otra persona de tirotear un bunker de venta de drogas administrado por Alvarado, en venganza “porque lo apuñaló al Gordo (Leandro) Vilches”, lugarteniente de Los Monos. Y es quien pone en evidencia a un referente político muy fuerte de esa zona con quien deberían arreglar para poder comercializar estupefacientes. "Pato" Mac Caddon tomó el lugar de Brandon Bay, preso por hechos de alto impacto mediático, sospechado por ejemplo de mandar a descuartizar a dos personas y arrojarlas a un volquete. 

Edery enumeró que "hubo unos 30 detenidos que serán imputados por extorsiones, comercialización de estupefacientes, homicidios, secuestros extorsivos. Realmente fue muy importante este trabajo sobre territorios muy calientes como barrio Godoy y Villa Gobernador Gálvez, que junto a Tablada son tres puntos con índices de violencia más altos de la región".

La otra causa que profundizó el equipo conjunto de investigación fue un secuestro extorsivo vinculado a Los Monos. Se trata del secuestro de Franco Martins, hijo de un empresario de Arroyo Seco, en julio de este año. El hecho se planificó desde el pabellón Nº7 de la cárcel de Piñero, donde en ese momento estaba ocupado por miembros de Los Monos. El episodio tuvo amplia trascendencia pública por los audios que familiares de Martins filtraron a los medios, en los que los narcos amenazaban con cortarle un dedo a la víctima si no entregaban los 50.000 dólares que exigían para liberarlo, aunque después terminaron por aceptar 10.000 dólares. El plan para secuestrar a Martins surgió como iniciativa de dos vendedores de droga, Virginia Malvestitti y su pareja Pablo Pascua, preso en Piñero. Le debían dinero a Los Monos por drogas que le habían incautado a Pascua cuando lo aprehendieron en Villa Gobernador Gálvez, y el secuestro sirvió para saldar esas deudas con Cristian Avalle, un hombre cercano a Guille Cantero. 

Como resultado de los allanamientos en el ámbito federal, se secuestraron 16 teléfonos celulares, un auto, dos motovehículos, 50.180 pesos, 20.000 dólares, 1.000 dosis de cocaína y varias armas con municiones. En el transcurso de la investigación también apareció el nombre de Claudio “Morocho” Mansilla, uno de los ocho evadidos a los tiros de la cárcel de Piñero en junio, que aún permanece prófugo.