”Gorro, bandera, barbijo”, gritaba al caminar, entre risas, uno de los tantos vendedores ambulantes que recuperaron la changa de los fines de semana. “Es la nueva normalidad”, se excusó, entre risas, para captar la atención de un público que peregrinó hasta el Gigante después de más de un año de ausencia. Pero la pandemia está ahí, se la siente. Ingresar al estadio perdió el vértigo del descontrol. Todo fue por etapas. Primer control, segundo, tercero y esperar. El carnet, la aplicación, el código QR, el DNI y nada de banderas. Eran solo 20 mil los que podían entrar. Fue fácil, pero pausado. Y había tantas ganas de vivir una tarde de fútbol que no hubo un solo reclamo. El buen humor de todos lo cambió el equipo, vacío de ideas, con ausencias irreemplazables, quedó claro otra vez, que hicieron de la vuelta “a la normalidad” una tarde de fútbol ingrata como la derrota.
Había tantas ganas de volver a la cancha que todos tenían una sonrisa. La policía, dispuesta a persuadir al público a los nuevos controles; el vendedor ambulante, feliz por solo ver tanta gente junta; el que cuida autos, obligado a hacerse de nuevo la clientela. Y ganas de cantar, muchas ganas de entonar la melodía de las tribunas.
El peregrinar por Avellaneda, a hora del almuerzo, era a puro canto. Cada grupo de hinchas –ahora se los debe llamar “burbuja”– entonaba su canción. Unos contagiaban a otros, y así, el sonar de “canaya soy” rebotaba en cada esquina de Arroyito.
La pandemia también vino para cambiar al fútbol. Con solo 20 mil personas habilitadas a ingresar, los controles fueron más rigurosos y menos flexibles para los barras. Ahora no se debe dejar el cinturón en el ingreso ni el termo o el encendedor. Lo que se necesita es estar sujeto a la nueva sociedad del control: un código QR, una aplicación con nuestros datos que prueben que estamos vacunados, nada de banderas, carnet y DNI. Ante tanto requisito, la escenografía en el Gigante tuvo bien tono familiar.
Más cerca del partido, los cantos ya tenían su origen en las tribunas. Pocos barbijos y nada de distancia social. En las plateas, la mayoría se ubicó en el área donde atacaba el canaya; en las populares, las bandejas altas albergaban más hinchas que las bajas.
Los jugadores se tomaron su tiempo para sentir el recibimiento. Y todos ovacionaron a Edgardo Bauza, al aparecer su imagen en la pantalla gigante, por anunciar que dejó de ser entrenador.
Los gritos en las tribunas reaparecieron cuando el equipo lo necesitó, tras la expulsión de Nicolás Ferreyra por golpe a Cabrera. Pero poco pudo hacer el hincha en su vuelta para revertir el mal juego de Central, siempre superado por Argentinos.
Es que el equipo del Kily tiene suplentes que no están a la altura de la exigencia en la máxima categoría. Las ausencias de Ávila, Vecchio y Gamba fueron lapidarias para las aspiraciones del equipo. Ninguna respuesta apareció en quienes tuvieron la oportunidad de mostrarse. El juego en ataque eran centros, de Blanco en general.
Es que sin volantes capaces de gestar jugadas, Ruben quedó perdido entre tantos defensores y Marinelli condenado a pelear las pelotas lejos del área. Con la expulsión de Nicolás Ferreyra los canayas centraron más la pelea con el árbitro que contra sus propias falencias, síntoma de que todas las dificultades que presentaba el partido no se iban a descifrar.
Porque ningún cambio alteró el desarrollo del encuentro y Argentinos, con solo imponer el control del juego, sacó ventaja en el complemento con remate cruzado de Carabajal, luego de una torpeza colectiva en el fondo, de Blanco y Almada, para perder la pelota en el área. El que nunca falla en Central es Broun. Y el arquero tuvo sus atajadas espectaculares para evitar que el rival defina el juego.
La tristeza del final absorbió toda la alegría de la vuelta y el hincha enfrentó el resto del día con la normalidad de un domingo perdido.
0 Central
Broun
Martínez
N. Ferreyra
Almada
Blanco
Infantino
Ojeda
L. Ferreyra
Lo Celso
Marinelli
Ruben
DT: Cristian González
1 Argentinos
Lanzillota
Mac Allister
Torrent
Villalba
Cabrera
Moyano
Kalinski
E. Gómez
Carabajal
Florentín
Reniero
DT: Gabriel Milito
Gol: ST: 2m Carabajal (A)
Cambios: PT: 19m Minissale por Torrent (A). ST: Desde el inicio Luques por L. Ferreyra, 22m Giaccone por Marinelli (C), 26m Quintana por Villalba y Romero por Carabajal (A), 27m Martínez Dupuy por Lo Celso (C), 39m Ovando por Cabrera y L. Gómez por Florentín (A) y 45m Desábato por Ojeda (C).
Árbitro: Pablo Dóvalo
Cancha: Central
Expulsado: PT: 37m Nicolás Ferreyra (C)