Tras un encuentro con Mauricio Macri en el despacho presidencial de Casa Rosada, la legisladora porteña Graciela Ocaña selló su sociedad con el macrismo y regresaría a territorio bonaerense para ser candidata a diputada nacional. La ex interventora del PAMI y ex ministra de Salud durante la gestión kirchnerista, esquivó hablar de candidaturas pero confirmó que aceptó “la invitación a integrar” la alianza oficialista. Desde el macrismo, en cambio, aseguran que Ocaña ya tiene asegurado un lugar con protagonismo en la lista candidatos a diputados por Cambiemos en la provincia de Buenos Aires.

Como si se tratara de la apertura del libro de pases, del encuentro en la Casa Rosada participaron todos los involucrados: además de Macri y Ocaña, estuvieron el jefe del Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta y la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal. Con un mandato como legisladora porteña que vence el 10 de diciembre próximo, su frustrada autopostulación para ocupar el puesto vacante de Defensor del Pueblo de la Nación (que necesita de la aprobación de ambas Cámaras del Parlamento) y el pase libre en su mano, Ocaña acordó el traslado de territorio para buscar volver al Congreso en las filas de Cambiemos.

Distanciada con Elisa Carrió luego de su paso por el ARI, Ocaña no tendría lugar en la boleta porteña del oficialismo con la chaqueña como cabeza de lista, a pesar de su cercanía con el alcalde Rodríguez Larreta. Con el pasaporte sellado en las filas de Cambiemos a territorio provincial, el oficialismo de la Ciudad también se asegura quitarle una potencial aliada a Martín Lousteau, quien buscaba tentar a Ocaña para que lo acompañe en una posible interna con el macrismo en el marco de la alianza oficialista o por fuera de ella con ECO, la coalición electoral del que Ocaña ya había formado parte en 2015 con su partido Confianza Pública y que le disputó el ballottage porteño a Larreta.

En tanto, Vidal ya la había abierto a Ocaña las puertas de la gobernación. La propia Ocaña reconoció que Vidal la había convocado a participar de reuniones “de su gabinete de salud” para “articular distintas políticas públicas en el área metropolitana”.  

De esta manera, Vidal se asegura incorporar un nombre de peso y con la fuerte impronta anti-k –de acuerdo a la estrategia electoral que se trazó el macrismo– que le garantiza la ex funcionaria kichnerista en la lista de candidatos del oficialismo bonaerense.

“Fue una reunión de trabajo y le presenté al Presidente mis proyectos y mi libro”, dijo Ocaña a los periodistas acreditados en Casa de Gobierno tras el encuentro Macri. “Le acerqué mi libro (en el que habla sobre la lucha) contra la corrupción que presenté recientemente y una serie de proyectos y propuestas que tienen que ver con la tercera edad”, agregó.

“La verdad es que somos personas que compartimos valores, principios, más allá de diferencias políticas menores, hemos dado muchas batallas, básicamente para encontrar consensos para mejorar leyes, políticas y articular mejor la Ciudad con la Legislatura”, se justificó Ocaña sobre su nueva alianza electoral. Sin embargo, la legisladora porteña esquivó dar más detalles sobre el acuerdo y aseguró que en la conversación con Macri se habló de “mejorar políticas públicas y proyectos legislativos” que le presentó para la tercera edad.”Yo podría ser candidata, pero no estuvimos hablando de candidaturas”, insistió ante los periodistas. En la macrismo, en cambio, ya la cuentan para la lista de candidatos bonaerense.