Convertir los planes sociales en trabajo, el precio de los alimentos y la inseguridad son los tres tópicos que más escucha el Presidente Alberto Fernández durante las microacciones que realiza, hace ya más de una semana, en los distintos barrios del conurbano bonaerense como parte de su nueva estrategia de campaña. Este lunes fue en helicóptero hasta la localidad bonaerense de Moreno y volvió a repetir la estrategia: sentarse con un cuaderno frente a los grupos de no más de 20 personas, escuchar y tomar nota. Al final, cuando ya todos se presentaron y hablaron, Fernández da un pequeño discurso. Luego, él mismo se encarga de mandarles un Whatsapp con devoluciones a los participantes del encuentro y fotos de la jornada. Tras las recorridas, el Presidente también conversa con los distintos ministros de su gabinete --varían según el sector afectado-- para poder ofrecer soluciones más concretas a los reclamos que recogió. Con este tipo de acciones, y con anuncios de gestión que se irán conociendo a lo largo de octubre, el mandatario planea mejorar las posibilidades para los comicios del 14 de noviembre. 

Si bien aún no hay una persona designada como jefe de campaña --hasta las PASO ese rol lo tuvo el actual canciller, Santiago Cafiero-- las reuniones en el Complejo Cultural C, lugar que ofició de búnker en 2019 y en las PASO ubicado en Chacarita, continúan. Allí se siguen reuniendo los equipos de comunicación y miembros de todas las tribus de la alianza. La diferencia es que ahora no están Cafiero, ni el exsecretario de Prensa presidencial, Juan Pablo Biondi. Otro de los cambios es la incorporación del asesor catalán Antoni Gutiérrez-Rubí, que ya había trabajado para la expresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, en 2017.

Paralelamente, hay reuniones por la campaña en Casa Rosada, donde, de hecho, el jefe de Gabinete, Juan Manzur, toma el rol de coordinador. Este lunes, por caso, recibió al jefe del bloque del FdT en Diputados, Máximo Kirchner, y al ministro del Interior, Eduardo de Pedro. El 10 de octubre, según el calendario electoral, comenzará la campaña en medios de comunicación, por lo cual el oficialismo deberá poner el pie en el acelerador durante los próximos días. 

Las microacciones de Fernández son organizadas desde la Secretaría General de la Presidencia que conduce Julio Vitobello y tienen mucho de "efecto sorpresa". La primera fue en Pilar, luego se siguieron en distintos distritos y con representantes de diferentes sectores: feriantes, jubilados, cooperativistas y otros. La visita a Luján, por ejemplo, fue organizada junto al dirigente social Esteban "Gringo" Castro, pero no hay parámetros establecidos. Es más bien una elección aleatoria y cuyo objetivo es que no haya intermediarios.

Desde Casa Rosada confirman que en este tramo de la campaña no habrá más actos como el de hace unas semanas en José C Paz, donde hubo cientos de militantes, ni tampoco en los que participaban los líderes de todos los espacios del Frente. "Los actos en los que hablaban cinco personas no van más", aseguran. También explican que probablemente haya anuncios en conjunto con la vicepresidenta, o con el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, pero explican que eso no será la norma.

Los anuncios de gestión deberán realizarse hasta el 20 de octubre, cuando comenzará la prohibición de actos públicos de gobierno. Desde la Rosada aseguran que seguirán siendo medidas que beneficien a sectores medios y bajos. Uno de los ejes será la famosa reconversión de los planes sociales en trabajo. El anuncio del programa “Construir trabajo e igualdad”, que este lunes presentaron desde los ministerios de Trabajo, Obras Públicas y Desarrollo Social, junto a la Cámara Argentina de Construcción y la Uocra, va en ese sentido. La idea del oficialismo es seguir avanzando por sectores. Los próximos serán gastronómicos y textiles. Este martes, Fernández también dará el discurso de cierre de la convención anual de la Cámara Argentina de la Construcción, en La Rural, donde pondrá un marco a el acuerdo firmado ayer.

Luego de las discusiones internas y los cambios de gabinete, los funcionarios se están terminando de acomodar. En esa línea, Cafiero diagramó su agenda como Canciller y este lunes se reunió virtual con su par boliviano, Rogelio Mayta. También con el embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli, con quién terminó de definir la agenda para un viaje que realizará a fin de semana a Brasilia. El martes recibirá al canciller uruguayo, Francisco Bustillo Bonasso; el miércoles realizará un encuentro con embajadores extranjeros y el jueves encabezará una reunión con la UIA. El domingo, viajará a Italia para la reunión de cancilleres y ministros del G-20.

Una de las figuras de la alianza que no se ve en escena tras las discusiones del FdT es la de Massa. El Presidente de la Cámara Baja se ausentó en dos actos importantes a los que estaba invitado: cuando se anunció la jubilación anticipada --tenía reservada una silla en primera fila que quedó vacía-- y durante el anuncio de la Ley de Fomento al desarrollo Agroindustrial, en el que estuvieron el Presidente y la Vice. Lo cierto es que después de las elecciones del 14 de noviembre comenzará la carrera presidencial para 2023 y todos los actores están muy atentos a lo que pueda pasar ese día.