Mauricio Macri se las ingenió para no presentarse a la indagatoria que tenía prevista para el jueves en el juzgado federal de Dolores por el espionaje a los familiares de los 44 tripulantes del ARA San Juan. Tras intentos fallidos para dar con el real domicilio del expresidente, el juez Martín Bava debió reprogramar la audiencia para el 20 de octubre próximo. Aún no se sabe si Macri estará de regreso para entonces porque, a priori, tenía previsto viajar de Estados Unidos a Qatar para participar de una actividad de la Fundación FIFA que él preside. La estrategia del expresidente fue, en estos últimos días, hacer como si el expediente no existiera y dilatar cualquier presentación. La única que acudió en su apoyo fue Patricia Bullrich para anoticiar al magistrado que Macri estaba fuera del país y sin planes de adelantar su regreso para sentarse en el banquillo de los acusados.

Después de idas y vueltas, la citación para presentarse a declarar como acusado recién llegó a manos de dos personas del círculo íntimo del expresidente en la tarde del miércoles. Según informó la Policía Federal Argentina (PFA), la custodia primero se lo comunicó a Darío Nieto, el secretario privado del expresidente que está imputado en otra causa de espionaje, y luego a Juliana Awada.

Por ese motivo, el juez postergó la indagatoria pero dio a entender que el expresidente estaba jugando al gato y al ratón porque sus asesores opinaban en los medios pero no se presentaban en el juzgado. "He de resaltar que la exposición mediática que ha tenido el caso ha llegado al extremo de que personas de reconocida cercanía al imputado hagan referencia a esta causa y hasta brinden información a diferentes medios de prensa sobre posibles acciones y/o estrategias judiciales que el imputado llevaría adelante ante este juzgado. Sin perjuicio de ello, hasta el momento no se ha presentado ningún escrito ante esta sede con motivo de ejercer el patrocinio jurídico del imputado", escribió el juez que subroga en Dolores.

No fue la única aclaración que hizo Bava. También descartó el argumento de que la citación fue intempestiva, como sostenían desde el macrismo. El juez explicó que Macri fue denunciado inicialmente por la interventora en la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Cristina Caamaño, el 23 de septiembre del año pasado ante la justicia federal de Mar del Plata. Al momento de impulsar la investigación, el fiscal general de esa jurisdicción, Daniel Adler incluyó a Macri. Y, al momento, de que la causa pasara a Dolores, Bava tomó once indagatorias y dictó nueve procesamientos.

El viernes pasado, Bava citó a Macri a indagatoria por haber supuestamente ordenado a la AFI que realizara tareas de inteligencia ilegales sobre el colectivo de familiares de los submarinistas del ARA San Juan. Lo hizo después de procesar a Gustavo Arribas y Silvia Majdalani, junto con otros siete agentes y exagentes de la AFI, por el espionaje ilegal sobre las familias, que se extendió desde finales de 2017 hasta finales de 2018.

"No solo las más altas autoridades de la Agencia Federal de Inteligencia estaban en pleno conocimiento de las acciones ilegales que realizaban en Mar del Plata, sino que además, le retransmitían estas acciones al Presidente de la Nación. Es otro argumento que permite demostrar que el entonces Presidente de la Nación, Mauricio Macri, se encontraba en pleno conocimiento del especial interés y el seguimiento que realizaba la Agencia Federal de Inteligencia respecto de los familiares de los tripulantes del submarino ARA San Juan", escribió Bava.

El miércoles, se había presentado Bullrich, en tanto presidenta del PRO, para decir en el juzgado que Macri no concurriría a la indagatoria por encontrarse con “compromisos internacionales” en el exterior hasta fin de mes. La presentación de Bullrich en el juzgado no tiene valor en el expediente, aunque sí el mensaje es claro: politiza la citación y funciona como una advertencia para el juez. 

En el macrismo buscaban que la indagatoria se postergue hasta después de las elecciones del 14 de noviembre. Los asesores del expresidente le atribuyen a Bava intencionalidades políticas y mientras tanto delimitan la estrategia que permita o recusar al juez o forzar resoluciones que digan que el juzgado de Dolores no es competente para investigar a Macri. Pero ahora, al poner fecha para el 20 de octubre, Bava le da tiempo a Macri a regresar y desbarata esa jugada de sus asesores legales. Habrá que ver si el expresidente no tiene más remedio que explicitar su intención en el expediente.

Macri deberá designar abogado en los próximos tres días hábiles, según explicó Lanusse. En la estrategia de estirar los tiempos, es probable que recién lo haga la semana próxima. Recién entonces Macri tendrá acceso al expediente y podrá analizar qué prueba hay en la causa.

Según la reconstrucción del juzgado, los agentes de la delegación Mar del Plata de la AFI estuvieron enfocados --durante el tiempo que duró el espionaje a los familiares del ARA San Juan-- a anticiparle a Macri cuáles serían los movimientos y cuáles serían los reclamos que harían en público o en privado.

Por esos hechos, Bava procesó al jefe de esa base, Nicolás Iuspa Benítez, y a cinco agentes que a él respondían. Como la información era elevada al director de Reunión Interior, Eduardo Winkler, él también fue incluido en el procesamiento. Aun resta que Bava resuelva la situación de los exdirectores operacionales de Contrainteligencia Martín Coste y Diego Dalmau Pereyra, que fueron implicados en la causa por el propio Arribas.