Tras la publicidad que tuvo la decisión de la jueza Civil y Comercial de Tartagal, Griselda Nieto, de exhortar a la familia Segovia a desocupar el puesto El Blanco, que ocupa desde hace un siglo aproximadamente, el titular registral de estas tierras, Gianfranco Macri, hermano del ex presidente Mauricio Macri, hizo una oferta para reubicar a la familia en 130 hectáreas dentro de la misma finca.

Así lo indicó Viviana Segovia, hija de René Segovia, quien junto a su padre Ramón Segovia (ya fallecido), perdió un juicio de reivindicación tramitado ante la jueza Nieto. Luego de que el caso se difundiera, la magistrada aclaró que no desalojó a nadie, y que existe una instancia de caducidad por resolver. Según sus explicaciones, sobre ese particular esperaba aún la respuesta del Ministerio Público Fiscal,  al que había corrido vista de una presentación realizada por los campesinos.

Por ahora, la negociación entre Macri y los Segovia quedó a la espera de las decisiones de la jueza. Mientras, para hoy se convocó a una asamblea campesina que tendrá lugar en el puesto, ubicado en el paraje Pluma de Pato, cerca de Dragones, en el límite entre los departamentos Rivadavia y San Martín, en donde se decidirán los pasos a seguir para defender los derechos de la familia.

Los Segovia ocupan unas 1500 hectáreas y se dedican a la ganadería, con unas 200 cabezas. El puesto, que comprende la casa, los corrales y otras infraestructuras necesarias para la producción, está asentado en unas 20 hectáreas. “Una vaca necesita por lo menos cinco hectáreas” para poder sustentarse en esta zona del Chaco salteño donde el agua es escasa y la sequía es recurrente, por lo cual la oferta de que mantengan sus actividades en 130 hectáreas no representa una solución para la familia campesina, dado que implicaría directamente un desalojo forzoso ante la imposibilidad de continuar con la producción.

Viviana Segovia contó a Salta/12 que durante el proceso del juicio contra su padre y su abuelo, ellos ofrecieron una negociación aceptando primero 600 hectáreas y bajando la pretensión a 300 hectáreas. Pero del lado que representó a Macri “nunca ofrecieron nada”.

La mujer entendió que la oferta de negociación (que llegó tras la notificación de que la jueza Nieto había reconocido a Macri como dueño de las tierras), se realizó solo por la publicidad que adquirió el caso. 

Macri adquirió unas 10 mil hectáreas en 2006, a 52 dólares por hectárea. Los Segovia, junto a otras dos familias, viven dentro de esa extensión desde hace al menos un siglo. Tienen incluso enterrados a algunos de sus familiares. Los campesinos se enteraron en 2009 que esas tierras figuraban como de propiedad de Macri, fue cuando les llegó la notificación del juicio. Aunque desde ese momento iniciaron el proceso de posesión veinteñal, este trámite quedó archivado por falta de movimiento en la Justicia.

Asamblea campesina

El Frente Nacional Campesino (FNC) ratificó que este sábado, a partir de las 9, se realizará una asamblea campesina en el paraje El Blanco, zona de Pluma de Pato, en Rivadavia Banda Norte. En la convocatoria se indicó que se debatirá sobre la situación de centenares de familias criollas que sufren atropellos, desmontes y desalojos, y se decidirán los pasos a seguir para defender sus derechos.

“El empresario Gianfranco Macri cuenta con un fallo favorable para desalojar a la familia Segovia y quedarse con todas las tierras de varias familias de la zona, el expediente es el Nº 19139, se tramita ante el Juzgado de Primera Instancia en lo Civil Y Comercial 1ª nominación, Distrito Judicial Tartagal, Salta, actualmente a cargo de la doctora Giselda Beatriz Nieto, quien dicta la sentencia de desalojo contra don Segovia y familia. El abogado de Gianfranco Macri y de otros desalojadores son el doctor Víctor Hugo Belmot, de Salta; el administrador de los Gianfranco y el gupo Macri (que), es el señor Agustín María Ocampo, quien se dedica a materializar la apropiación de las tierras campesinas por diferentes medios”, señala el comunicado del FNC.

Afirma asimismo que las “familias campesinas de los puestos y parajes del Chaco Salteño reclaman paz, seguridad y justicia social en el lugar donde viven, trabajan y producen. Las familias campesinas quieren seguir viviendo en armonía con la naturaleza en la tierra y en los montes donde nacieron y heredaron de sus ancestros”.

El FNC solicitó a los gobiernos nacional y provincial políticas públicas para “poner fin a los desalojos de campesinos/as; freno a los desmontes; mensuras y titularización de las tierras de las familias campesinas; acceso y manejo de agua; mejoramiento de la producción campesina; fuente de trabajo y acceso a carreras universitarias par los jóvenes del campo; conectividad y energía eléctrica en los parajes del El Chaco Salteño”.