El congelamiento de precios hasta el 7 de enero dispuesto por el gobierno nacional continúa generando repercusiones. "Es una medida que atiende una necesidad que busca dar una señal a los consumidores", señaló el ministro de Producción, Ciencia e Innovación Tecnologica de la provincia de Buenos aires, Augusto Costa. Por su parte el economista Sergio Chouza señaló que "como disposición de emergencia, como medida en un contexto complejo" es "importante y apropiada".

"Va a haber un Estado cuidando los bolsillos durante los próximos tres meses para evitar que haya abusos, para evitar que haya aprovechamiento, y confiamos en el compromiso de los empresarios para cumplir lo que necesitamos, que es que sean responsables", destacó Costa acerca de las medidas tomadas por la secretaría de Comercio Interior que encabeza desde hace unas semanas Roberto Feletti.

"Siempre va a haber cuestionamientos a cualquier medida que implique intervenir donde quienes tienen poder de aprovecharse en los mercados lo hagan, entonces siempre va a haber cuestionamiento, resistencia, de los sectores más concentrados", agregó el funcionario aludiendo a las críticas que surgieron del sector empresario y de la oposición. 

A partir de la publicación en el Boletín Oficial de la resolución 1050, Costa afirmó que "es una medida que atiende una necesidad, atiende una demanda, y lo que se necesita en este momento para poder salir definitivamente de la pandemia de una manera rápida y que llegue a todos". El funcionario bonaerense indicó que se trata de "una medida necesaria, que con el compromiso de la sociedad, del Gobierno y de los municipios vamos a poder traer respuestas y frenar esta inercia de precios", dando un respaldo al congelamiento de los precios de 1.432 productos hasta el 7 de enero.

Por su parte,  Chouza analizó que "en el contexto post elecciones hubo fenómenos de cobertura en algunos sectores de la comercialización producto de un temor a una devaluación futura y esto se trasladó a precios". En la misma línea agregó que "los aumentos eran injustificados porque hoy el tipo de cambio está en una situación equilibrada y las autoridades económicas ya manifestaron que no consideran necesario modificarlo", dando razón a la medida tomada por la secretaría de Comercio Interior. El economista indicó que "no hay razón para convalidar este tipo de aumentos en los productos esenciales, sobre todo los que tienen un mercado cautivo".

Parte del empresariado manifestó sus críticas a la medida, por lo que Chouza señaló que "seguramente va a haber buena disposición de corregir casos puntuales" donde haya "algún aumento especifico de precios que esté encareciendo el proceso de producción". El economista indicó que la tarea de la secretaría que conduce Feletti debía ser "operativa y bien firme". Si no se logra dar esa dinámica a la política económica sobre los alimentos, se puede entrar en una "espiral inflacionaria justificada por un sector muy concentrado de recomponer de un tirón todo lo perdido en los cuatro años de (gobierno de la presidencia de Mauricio) Macri y la pandemia".

En tanto, el economista Martín Burgos opinó que la decisión oficial de congelar los precios de los alimentos hasta el próximo 7 de enero "sirve como techo" para los valores y, tras calificar de "especulativos" a los incrementos aplicados. También consideró que "hay cierta injusticia" en los planteos realizados desde algunos sectores productivos porque se trata de empresas a las que "ayudó mucho el Gobierno durante el año pasado", en el marco de la pandemia, "al permitirles el pago de deuda a tipo de cambio oficial".

"El acuerdo sirve como techo. La idea es que los precios que están en el Boletín Oficial, sean los precios de referencia de acá hasta enero", explicó Burgos, para quien los aumentos aplicados en esos productos fueron "especulativos".

Por su parte, el economista y director de la consultora Analytica, Claudio Caprarulo, estimó que el congelamiento de precios establecido por la Secretaría de Comercio Interior "puede llegar a tener impacto en el corto plazo" y puede llevar "un alivio a los consumidores".

"En el corto plazo puede llegar a tener impacto, sobre todo si termina acordándose con las empresas y si es de efectivo cumplimiento", remarcó el economista, que explicó que el aumento de los alimentos por encima del nivel general de precios viene dándose desde 2018 a causa del "tipo de cambio" y el precio de las commodities, que "avanzaron mucho desde la pandemia".

Capraulo consideró que los acuerdos de precios tendrían "más efectividad" si se dan en el marco de un "plan de estabilización que de señales sobre la política monetaria y fiscal", ya que, de lo contrario, las empresas "van a seguir" con los aumentos.

"Lo que hacen (las empresas) es tomar medidas precautorias para no quedar desfasadas por un aumento en el tipo de cambio", explicó Caprarulo, y agregó que "la inflación es un problema macroeconómico y no sectorial en la Argentina".

"No quiere decir que en algunos sectores la medida tenga un efecto positivo y no traiga un alivio a los consumidores, pero es sólo una parte de la película", remarcó el economista.