Tras el primer cruce de los candidatos porteños el miércoles pasado en el "Debate Capital", llegó el turno de los aspirantes a representantes de la provincia de Buenos Aires en el Congreso: Victoria Tolosa Paz, Diego Santilli, Nicolás del Caño, Florencio Randazzo, Cynthia Hotton y José Luis Espert fueron los protagonistas del segundo debate propuesto, como ocurre desde 1996, por el programa A dos voces, de TN. Con menos "picante" televisivo, también con menos desorden de voces e interrupciones que el anterior, el debate transcurrió por carriles bastante civilizados, dadas las circunstancias, y con un bloque final que sumó interés en el intercambio directo de preguntas. A excepción de Del Caño, los candidatos ya se habían cruzado hace unos días en el coloquio de Ideas, donde las bravuconadas de Espert fueron aplaudidas y celebradas especialmente por los representantes del establishment.

Aunque con menor audiencia que el debate anterior, que promedió los 7 puntos de rating, con picos de 8, la transmisión conducida por Edgardo Alfano y Marcelo Bonelli volvió a mostrar que el debate interesa al público: hizo alrededor de 5 puntos constantes, ganando cómodo entre las señales informativas, con pico de 6,1 puntos a las 22.46. No faltó quién preguntó, entre las tribunas, por qué no se encara la realización de estos debates en los medios públicos

Presentaciones

A Espert le tocó presentarse primero por sorteo: arrancó acusando "a toda esta clase política" (señaló al resto de los asistentes, ubicándose por fuera), y aunque no habló de "castas", reivindicó la "libertad" y el "liberalismo". Hotton se presentó como "una mujer de fe", habló de "valores cristianos" como "valores universales". Tolosa Paz comenzó agradeciendo a las y los trabajadores de la salud e invitó "al desafío de construir un país normal". Del Caño volvió a resaltar el logro de la izquierda en las PASO de ser la tercera fuerza del país, y repartió palos al oficialismo y al macrismo. Santilli arrancó por la familia, nombró a sus hijos y a su actual esposa, se presentó como "un tipo de trabajo". Ultimo le tocó a Randazzo: "Soy un fanático de la gestión", se presentó, y calculó mal el tiempo para enumerar las propuestas, que no pudieron pasar de la primera. 

Todos y todas de negro y blanco, los seis candidatos se ubicaron en los atriles, de izquierda a derecha, siguiendo el orden de la cantidad de votos obtenidos en las PASO, comenzando por Santilli, terminando por Randazzo. Cada uno tenía una cámara con su nombre bien grande escrito, para saber hacia cuál debía mirar para los planos individuales --apendizaje del debate anterior, en el que los productores hacían contorsiones detrás de cámaras para lograr los planos--. 

Lo inseguro

En el primer bloque Randazzo hizo pie en el tema de la inseguridad, proponiendo como solución el endurecimiento de penas. Por la misma línea fue Espert, aunque con fórmulas discursivas más explosivas: "Matar tiene que dejar de ser gratis en la Argentina", dijo, y pidió "llevar a juicio a todos los jueces sacapresos". De paso, sumó la idea de bajar la edad de inimputabilidad "hasta los 14, o hasta los 12 años"

Hotton habló de "la zaffaronización de la justicia", de "la puerta giratoria de las cárceles". Tolosa Paz cambió la agenda: Habló del manejo de la justicia del macrismo, de espías y escuchas ilegales "en eso, Santilli, va a estar de acuerdo conmigo, porque se escucharon entre ellos", dijo y pidió una mujer en la Corte Suprema

Del Caño abogó por "una sociedad sin opresión ni explotación, que gobiernen las y los trabajadores". Santilli arrancó hablando de la "liberación de presos", y tiró la propuesta de imposible cumplimiento fáctico de "sacar a la calle a los 15.000 policías que hacen tareas administrativas". 

Barras

La "barra brava bonaerense" --o "barra buena", según se encargó de aclarar el ministro Juan Zabaleta a este medio-- que acompañó a Tolosa Paz se ubicó en las gradas designadas --las del centro, sobre las del candidato de Juntos, siguiendo la misma disposicion que el debate anterior-- estuvo formada por la exministra de gobierno y candidata a senadora provincial Teresa García; los ministros y exintendentes Zabaleta y Gabriel Katopodis, el jefe de Gabinete provincial Martín Insaurralde, la ministra provincial, Cristina Alvarez Rodríguez, la titular de Aysa, Malena Galmarini, el intendente de Almirante Brown, Mariano Cascallares.

En las primeras filas centrales se ubicaron quienes acompañaban a Santilli: Facundo Manes, el intendente Néstor Grindetti --que entró con el candidato al camarín--, la esposa de Santilli, Analía Maiorana --que llegó en el auto con él--, Julio Garro, Graciela Ocaña

"¡Edgardo, cuidala a Vicki!", le gritó Katopodis al presentador un segundo antes del vivo, en tono jocoso. El clima en las plateas del centro fue de confraternidad: bromas intercambiadas en la previa entre Manes y Katopodis; entre Zabaleta y Grindetti. "¡Fue un afano, si querés lo suspendemos acá! ¡Te lo digo con onda!", siguió bromeando Katopodis con el intendente de Lanús tras el primer bloque, mientras pasaban los asesores a intercambiar unas breves palabras con los candidatos. 

Myriam Bregman, Néstor Pitrola, Romina del Plá, Alejandro Bodart fueron algunos de los que ocuparon la muy nutrida tribuna de la izquierda. La empresaria Carolina Castro y el exintendente de General Pueyrredón Gustavo Pulti (segunda y tercero de la lista de "Vamos con Vos") acompañaron a Randazzo en las tribunas; la ex Cambiemos y actual Avanza Libertad Carolina Píparo, a Espert. 

Dinámica 

La dinámica del encuentro fue la misma de la semana pasada: una presentación inicial con un minuto de exposición libre; tres ejes temáticos -calidad institucional, seguridad y justicia; economía, educación y trabajo y política sanitaria en pandemia; momento de intercambio de preguntas entre los candidatos; minuto de cierre para cada uno. Todo, con la lógica televisiva que guía a la frase corta, el slogan de impacto, aprovechando los segundos disponibles. 

En el momento de intercambio de preguntas, Santilli y Tolosa Paz se eligieron, como de era de esperar, mutuamente (tuvieron que ir y venir cada vez de sus atriles). La candidata del Frente de Todos se mostró entonces notoriamente más sólida que "el Colo". "¿Vas a sacar el amparo de la Corte?", le preguntó. "A Santilli no le importa la provincia. Lo que le importa es la carrera presidencial de su jefe político, Horacio Rodríguez Larreta. Y cada vez que tenga que elegir entre la provincia y su jefe político, va a elegir por él", aseguró. 

Del Caño eligió "pelear" con Espert, aunque, con menos herramientas discursivas que Bregman --que se lució en el debate anterior con un Milei que patinó--, no logró imponerse en la lógica televisiva ante un Espert que lució muy cómodo a lo largo de todo el debate. 

Así, avanzó con tonos y latiguillos de impacto, también agresiones: "un impresentable como Axel Kicillof"; "si seguimos así, pronto todos comeremos de un tacho de basura"; "el absurdaje no para"; "Tolosa Paz dice estupideces, no importa que sea mujer, hombre o se sienta una planta"; "en un país normal, Alberto Fernández ya no sería presidente".

En tono sensei, Hotton le habló a su núcleo duro de votantes levantando la voz contra el aborto y reclamando contra el cierre de iglesias durante la pandemia. "Tenemos que despojarnos de las ideologías de género que quieren imponer a nuestros hijos", pidió. En el intercambio con Randazzo mostró "vocación de diálogo": "¿Te interesaría formar parte de un bloque que tenga un perfil federal?", le preguntó directamente. 

A fuerza de buscar su lugar de "centro moderado" y evitar polemizar, Randazzo se quedó con poco tiempo de participación; fue espectador por momentos. "No es bueno que todo sea blanco o negro", cerró. 

A la foto de familia final (Del Caño con la imagen de Mariano Ferreyra) siguieron las selfies con las hinchadas. Y, enseguida, los técnicos empezaron a desarmar el estudio.