Cuando la conmoción en la pequeña ciudad de Coronel Moldes, aún sigue a flor de piel, Yanina Cruz, la madre de la joven asesinada Agustina Cruz, informó que hoy acudirá a la Ciudad Judicial porque la audiencia de imputación contra el acusado de femicidio de su hija, Juan Gallardo, que será a partir de las 9. 

La mamá dijo que además pedirá una reunión con la fiscala de la Unidad de Femicidios interviniente Mónica Poma y también anunció que denunciará a la policía por abandono de persona. Aclaró que solo realizaron rondas periódicas por 8 días, y ni siquiera cumplieron con una consigna policial fija ni personalizada, tal como correspondía ante las amenazas de muerte que había sufrido la joven y que habían sido asentadas ante la Justicia. 

Además hoy hay convocatorias a marchas en la plaza central de Coronel Moldes, en la plaza 9 de julio en Salta Capital,frente a la municipalidad de Cafayate, y también en La Merced y Cerrillos a las 17 horas.

Agustina tenía 17 años, y fue asesinada por su exnovio de 18 años el viernes alrededor de las 8 de mañana en el camino al colegio secundario al que asistía y donde cursaba el tercer año en Coronel Moldes. Este domingo se hizo la segunda marcha en el pueblo, después del rezo del rosario, en que la se pidió perpetua para el asesino y también un recambio en la cúpula policial por la falta de protección a la adolescente. 

"Voy a hacer otra denuncia por abandono de persona contra la policía porque directamente la abandonaron a mi hija. Ella estaba amenazada de muerte, yo hice ampliación de denuncia el 31 de septiembre pidiendo el botón antipánico, puse que temía por la vida de mi hija y que a él no se le permita entrar a Coronel Moldes, pero no obtuve respuesta (todavía) hasta hoy", dijo Yanina Cruz a Salta/12.

La primera denuncia de la madre de la víctima fue radicada el 21 de septiembre en la subcomisaría de Coronel Moldes. Afirmó que allí expuso las amenazas de muerte que recibía la adolescente y mostró los mensajes que tenía en su celular. "La policía que me tomó la denuncia me dijo que los guarde a los mensajes por si llegara a pasar otra cosa", sostuvo.

 La causa pasó en aquel momento al Juzgado de Violencia Familiar y de Género nº3 a cargo de la jueza María Carolina Cáceres Moreno, y los hechos quedaron caratulados como violencia "de tipo psicológica y bajo la modalidad doméstica", una calificación que no encuadra con lo que relata la mamá de la víctima, respecto a que la adolescente había sido agredida físicamente y era hostigada y amenazada por Gallardo. "Yo hice la denuncia pero no pasó nada. No era violencia psicológica, era violencia física", sostuvo la madre ante la consulta realizada por Salta/12.

Yanina Cruz dijo que su hija había cortado relación con Gallardo en septiembre, se vinculó con él durante 4 meses. Refirió que primero la adolescente no le contaba que la violentaba. Después le relató los hechos de violencia de género. "Casi me la mata (antes), la agarró del cuello, la tenía ahorcando, ella se cayó porque había barro, estaba débil", relató la madre respecto a un episodio previo al que le hizo referencia Agustina. La mamá dijo que después fue a radicar la denuncia. Cuando la adolescente cortó con Gallardo, "empezó con amenazas, le mandaba mensajes. Mi hija me contó que le pegaba desde antes, la alejó de los amigos, le manejaba el celular, la controlaba en todo", manifestó. 

Pese a estar denunciado, la mamá de Agustina contó que Gallardo seguía molestando a su hija y también a sus compañeras de colegio.

"Fueron solo 8 días de consigna policial que le designaron (a Agustina) desde el Juzgado de Violencia Familiar y de Género. Los policías iban tres veces al día, preguntaban si había novedades, y se iban. Me dijeron que era por falta de personal. Nunca fueron a cumplir la consigna policial fija", aseveró la madre. La mamá dijo que habló el domingo con el comisario Oscar Aramayo de Coronel Moldes, quien le explicó que en el pueblo cumplen con 30 o 35 consignas por violencia de género y no dan abasto.  

Ahora piden que se cambie a la cúpula policial. "A nosotras no nos están brindando ningún tipo de seguridad, no tomaron cartas en el asunto, no sé si se confiaron en que (Gallardo) no iba a hacer nada (…) la dejaron a la deriva a mi hija", sostuvo la mamá.

"Yo voy a pedir cadena perpetua para Gallardo. Que se pudra y no salga más de la cárcel", es el reclamo de la madre a las autoridades judiciales para el asesino de su hija.

Este lunes, Yanina Cruz indicó que viajará a Capital junto a su hermana y sostuvo que la representará el abogado Rodrigo Escobar en la causa. Dijo que pedirá hablar con la fiscala, para que le explique sobre el caso.

Además contó que la gente le colaboró económicamente para que pueda moverse ante los trámites que debe hacer por la causa judicial. La madre dijo que no está recibiendo contención psicológica ni ayuda económica de las instituciones municipales ni provinciales. 

Asimismo negó que esté contenida por el área de la mujer del municipio. Especificó que una psicóloga del hospital la llamó el viernes "un ratito" pero no tuvo más asistencia. Agustina tenía 4 hermanxs más chicos, de entre 14 y 4 años, y quedaron afectadxs ante el femicidio de su hermana, tampoco se han acercado desde las instituciones para contenerlxs.

También indicó la madre que antes había ido a pedir ayuda en una charla que dieron desde el Polo (provincial) de las Mujeres y el área municipal de la mujer. Allí una trabajadora del Polo le dijo, según refirió la mamá, que su hija podía ser víctima de femicidio y le explicó que debía ir a realizar una denuncia. 

Sostuvo que la funcionaria del área de la mujer le pidió fotos de la denuncia y le dijo que iba a ver en el colegio porque debían brindarle contención a la hija pero no supo si lo hizo. También contó que preguntó por la asistencia psicológica ya que Agustina quería recibirla, pero la mandaron a que saque turno en el hospital. 

La mamá señaló que Agustina había empezado a escribir en un cuaderno que llevaba en su mochila lo que estaba pasando con Gallardo, como tarea que le había solicitado la psicóloga del hospital con la que empezó tratamiento. Ese cuaderno fue secuestrado por el Cuerpo de Investigaciones Fiscales, refirió.

"Quiero que pongan gente que sepa como ayudar, porque sé que Agustina no fue la única, hay un montón de mujeres que sufren violencia de género. Yo me asesoraba con una amiga, que hizo un curso de violencia de género, que no era parte de lo que es el sector del Estado que debería habernos contenido", manifestó. 

La madre dijo que el intendente Oscar Carrasco y el secretario de gobierno fueron a hablar con ella, pero a la abuela de Agustina, "le agarró una crisis de nervios y lo culpó a él", desde entonces se retiraron y no regresaron. Aunque les manifestaron que desde la municipalidad iban a estar para lo que necesitaran.

"En el colegio secundario (Puerta de Díaz) estaban al tanto de lo que pasó con mi hija. Hablé con la directora, me dijo que no podían hacer mucho, que me tenía que ocupar yo", manifestó la mamá. Además aclaró que a su hija la asesinaron a una cuadra de la institución educativa. Después del femicidio, la mamá dijo que las compañeras "querían salir a hacer la marcha con el uniforme pero les dijeron que sería desprestigiar el nombre del colegio".

La mamá dijo que siempre acompañaban a Agustina al colegio, ese día su abuela había salido "cinco minutos antes", "ella esperaba a su compañero que ese día faltó y se fue sola". 

"Me comentaron vecinos que estaban ahí que trataron de ayudarla pero un chiquito de 15 años me dijo que nadie hizo nada, que se quedaron parados. Dos chiquitos de 15 años fueron los que lo apedreaban a él (a Gallardo). Las mujeres no gritaban nada. El chiquito que más estuvo está traumado, me contó que no duerme, él vio todo", manifestó la madre.

"Luego un hombre me dijo yo la vi, él (Gallardo) la tenía abrazada, la tironeaba, yo la dejé porque pensé que era un problema de parejita, dijo que no se metió porque también tiene sus hijas y su familia", prosiguió la mamá.

Cruz, recordó que cuando ella llegó a la escena del crimen el viernes, "no había ningún policía, estaba mi hija en el suelo, había una sola enfermera que le puso una gaza en el cuello, ya no respondía, ya no estaba viva. Yo llegué porque me llamó una amiga que me dijo 'venite un chico la agarró a tu hija'. Agustina gritó llámenla a mi mamá".

A las autoridades gubernamentales, la mamá les pide que "actúen como tienen que actuar, que protejan a las víctimas, no los asesinos, a esa gente que hace daño, que no las abandonen como lo hicieron a mi hija".

La exintendenta, actual concejala electa de Coronel Moldes, y asistente social Rita Carreras, estuvo en la marcha del domingo, contó a Salta/12 que Agustina asistía a clases de baile de caporales en la Fundación Maros, que ella preside. "No hicimos lo suficiente. Confiamos en que el otro hacía. Todos la abandonamos a Agustina. Yo tendría que haber tomado cartas en el asunto", manifestó. 

"Agustina siempre se mostró muy alegre, hablaba de querer tener cosas que la hagan feliz (...) Nunca emitió quejas, para ella era todo era alegría, minimizar las cosas malas y era como que en su cabeza todo tenía que ser positivo. Salvo en esta situación en que ella tenía miedo", dijo Carreras.

La concejala electa indicó que en Coronel Moldes es alto el índice de violencia familiar, dijo que de cada 20 familias, en 8 o 9 hay indicadores altos de violencia de género, y también familiar. Carreras sostuvo que la policía da vueltas en la toma de denuncia a las víctimas de violencia de género, que cuando van las llaman para que vayan más tarde y señaló que las consignas que realizan no es la fija, sino la periódica, "van a la mañana, a la tarde, te preguntan si estás bien, si no paso nada y se van, a la noche vuelven y hacen lo mismo".

"El Estado no está actuando correctamente, no tiene la capacidad o el conocimiento o no está en su agenda política la violencia de género", sostuvo. "Tenemos dos comisarios, la gente quiere que se cambien los policías, que tanto legisladores como el intendente se preocupen por la seguridad, que funcionen las cámaras porque las pusieron a fines de 2019 y no funcionan". 

"El agresor es el que tiene que estar vigilado, la policía no le tiene que perder de vista (...) el chico éste compró cuchillos, guantes y la chica no era dueña de salir de su casa, perdió su vida por querer seguir estudiando", dijo Carreras. Indicó que en Coronel Moldes además de que falta personal policial, no hay botones antipánico, ni pulseras electrónicas para el monitoreo de las perimetrales.