Un grupo de militares arrestó al primer ministro de Sudán, Abdalá Hamdok, a su familia, a la mayoría de los miembros del gabinete y civiles del Consejo de Soberanía, organismo que supervisa la transición democrática del país. Desde el Ministerio de Información denunciaron que se trata de un golpe de Estado y manifestantes tomaron las calles para pronunciarse a favor de la democracia.

“Tras haber rechazado apoyar el golpe de Estado, las fuerzas armadas detuvieron al primer ministro Abdallah Hamdok y lo llevaron a un lugar no identificado -expresó un comunicado del Ministerio-. Los miembros civiles del Consejo de Soberanía de transición y varios ministros del gobierno de transición fueron detenidos por las fuerzas militares conjuntas”.

Asimismo, la oficina del primer ministro apuntó que lo que ocurrió es considerado como "una ruptura del documento constitucional y un golpe completo contra lo que la revolución ha logrado con la sangre en busca de la libertad, la paz y la justicia".

Horas antes de su secuestro, Hamdok había llamado a la población a que “ocupe las calles” para “defender la revolución”.

El Ministerio de Información denunció que los militares "dispararon balas contra los manifestantes que rechazaron el golpe militar frente a la Comandancia General del Ejército", adonde se habían dirigido los ciudadanos en la capital, Jartum, y aseguraron que es posible que haya heridos, aunque no precisaron la cantidad.

El servicio de Internet fue cortado en todo el país, dijeron periodistas de AFP, hombres en uniforme militar cortaron las carreteras principales a la capital y la ciudad vecina de Omdurman, mientras la televisión estatal transmitía canciones patrióticas.

Transición política

Hace dos días, una facción sudanesa que reclama una transferencia de poder al mando civil advirtió en una conferencia de prensa sobre posibles planes golpistas.

Desde 2019, el país africano enfrenta una transición política marcada por divisiones después de haber derrocado al dictador Omar Bashir. El gobierno quedó en manos de una administración cívico-militar encargada de llevar a cabo la transición democrática.

Pero el principal bloque civil, las Fuerzas por la Libertad y el Cambio (FCC), que encabezó el movimiento contra Bashir, se dividió en dos facciones opuestas.

“La crisis actual está dirigida y tiene la forma de un golpe silencioso”, dijo el dirigente del FCC Yasser Arman el sábado en conferencia de prensa en Jartum y reafirmó la “confianza” en Hamdok y en “las instituciones transicionales de reforma, pero sin dictados ni imposición”.

La reacción de Estados Unidos

En un mensaje en la cuenta de Twitter de la Oficina de Asuntos Africanos del Gobierno estadounidense, el enviado especial de Estados Unidos para el Cuerno de África, Jeffrey Feltman, calificó de “absolutamente inaceptable” la “toma militar” del Gobierno de transición en Sudán y advirtió que cualquier cambio por la fuerza pone en riesgo la ayuda a ese país.