El ministro de Economía, Martín Guzmán, afirmó este domingo que el Gobierno nacional trabaja con el Fondo Monetario Internacional (FMI) "con la plena voluntad" de llegar, antes de marzo, "a un acuerdo que funcione y cuide a la Argentina". Insistió, en ese sentido, que "lo peor para la Argentina es un mal acuerdo" ya que "significaría abortar la recuperación económica".

"La Argentina dejó muy en claro cuál es la programación macroeconómica plurianual a la que apunta, y sobre esa base buscamos un acuerdo", destacó Guzmán. En ese marco, subrayó que "es muy importante poder construir los apoyos de la comunidad internacional y de toda la comunidad nacional, de todos los factores de poder".

"Nos ayudaría que los factores de poder de nuestra sociedad, en una negociación que es geopolítica, nos apoyen para poder resolver este problema de una forma virtuosa" ya que "en muchas ocasiones se observan comportamientos que van en contra de los intereses de nuestro Estado nación", advirtió el ministro, quien remarcó en una entrevista con Diario Perfil, que "sería muy importante un cambio".

"Cuanto más extensivo y extendido sea el apoyo de los factores de poder en la Argentina, más fuerza tendremos en las negociaciones", indicó.

"Lo peor para la Argentina es un mal acuerdo"

En la entrevista, Guzmán volvió a insistir, como lo expresó en otras oportunidades, que "lo peor que se haría para la Argentina es un mal acuerdo", ya que "dañaría muchísimo la credibilidad ya golpeada luego del colapso del modelo económico del gobierno anterior, que sucedió a una gran ola de optimismo".

"Un mal acuerdo sería como el que hizo el gobierno anterior, y significaría abortar la recuperación económica y no abordaría ninguno de los problemas estructurales de la Argentina", explicó. 

El gobierno de Alberto Fernández, en cambio, busca  "un acuerdo que funcione, uno bueno, que nos permita darle continuidad al proceso de resolución de los problemas estructurales y coyunturales de la economía argentina en la línea del esquema de políticas públicas que el Gobierno nacional plantea".

"Apurarse a hacer un mal acuerdo agrava los problemas" consideró. "Hay que seguir negociando hasta llegar a un acuerdo que funcione. Es la misma lógica que seguimos con la reestructuración de los acreedores privados", puntualizó.

Riesgo país

En otro tramo de la entrevista, el ministro se refirió al riesgo país y aseguró que "no fue la reestructuración de la deuda lo que lo elevó sino que, por el contrario, permitió que Argentina tenga un alivio sustancial en la carga de pagos de deuda, que es de aproximadamente 35.000 millones de dólares toda la primera década, a partir del momento en que se reestructuró la deuda".

Respecto de un año atrás, "hoy la Argentina tiene la deuda con los acreedores privados reestructurada y experimenta un sendero de crecimiento fuerte, tanto en valor como en cantidad: en valor creció 60% en el último año, y en cantidad el 23%", detalló. 

El riesgo país "se rige por la perspectiva de los mercados, y no de la gente" y bajarlo "es un proceso" en el que Argentina tiene un conjunto de problemas que resolver, entre ellos "mejorar el perfil productivo, especialmente en el sector que genera divisas" y "resolver los problemas de deuda que quedan, como el de los 45.000 millones de dólares que tomó el gobierno anterior con el Fondo Monetario Internacional".