Desde el Centro Cultural Kirchner (CCK), Alberto Fernández cerró una jornada en que las autoridades de CyT, científicos y científicas, rectores de diversas instituciones, docentes y comunicadores discutieron los principales lineamientos del Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación 2030. “Las sociedades ricas son las que desarrollan la educación, la ciencia y la tecnología. Allí está el verdadero desarrollo de los pueblos. Durante los años de Cristina, la inversión en estas áreas avanzó muchísimo, pero después vinieron cuatro años de desprecio y retroceso. El macrismo partía de la premisa de creer que el país solo debía exportar materia prima, una nación que no estaba lista de producir sus propios conocimientos”, dijo el presidente, que estuvo acompañado del Jefe de Gabinete Juan Manzur, el ministro de Educación Jaime Perczyk, el titular del MinCyT Daniel Filmus y la presidenta del Conicet Ana Franchi.

Luego completó el mandatario: “Creemos que el Estado debe involucrarse en la educación y en el desarrollo del conocimiento. Este es el tiempo en que los científicos y las científicas ponen todo su esfuerzo para ayudarnos a salir de la pandemia, debemos estar orgullosos. La ciencia y la tecnología tienen un destino maravilloso en Argentina, aquí está la verdadera fortaleza de la nación. Debemos invertir en el saber, solo así vamos a tener un país que funcione”.

El objetivo del encuentro giró en torno a la construcción de una agenda colectiva de expansión y crecimiento del sistema de CyT. “Realizamos estos debates para crear la Agenda 2030. Queremos un país que se apoye en la ciencia”, señaló el ministro de CyT, Daniel Filmus. Luego continuó: “Buscamos que el presidente Alberto Fernández presente nuestro plan en marzo de 2022 como un proyecto de ley que garantice un mejor funcionamiento del sector a largo plazo. Esto impedirá que los gobiernos futuros desatiendan el área y servirá para crear mejores marcos de previsibilidad, un aspecto central para las inversiones que van a venir”.

Desde las 14, los y las referentes de las diversas disciplinas conformaron diversas comisiones de trabajo, con el propósito de comenzar a diagramar cuáles serán los próximos pasos del sector de cara a esta década que transcurre. Con ello, se busca recuperar una tradición que se había fortalecido durante los gobiernos kirchneristas: pensar a la ciencia y a la tecnología como una política de Estado, que trascienda las intenciones de los gobiernos de turno. Además, se trata de trazar una diferencia con respecto al gobierno precedente. Si durante las gestiones kirchneristas los planes de CyT fueron presentados en tiempo y forma, la administración macrista no difundió el propio. Esto constituyó una muestra más del modo en que concebían a este sector, ajustado en numerosas oportunidades desde fines de 2015.

Una política de largo plazo

“Queremos hacer de la ciencia y la tecnología una política de Estado. El sector no solo necesita de inversiones crecientes, sino permanentes. Tenemos que retomar el apoyo que brindaban los gobiernos kirchneristas y solo lo podremos lograr con políticas de mediano y largo plazo. Tuvimos planes nacionales de CyT en 2010 y en 2020 pero no en 2030, porque el macrismo no lo hizo. Buscamos definir cuáles serán las prioridades para estos años y en qué vamos a invertir. Nos interesa enfocarnos tanto en la línea productiva, así como en las ciencias básicas”, explicó Filmus. Desde esta perspectiva, desde la cartera prevén apoyar el desarrollo de áreas pujantes como nanotecnología, biotecnología y fuentes renovables para modificar la matriz energética, así como también a las investigaciones en ciencias sociales, en muchos casos, relacionadas al estudio de temas y áreas tan sensibles al país como la pobreza y el desempleo.

Como rasgo distintivo, es la primera vez que el plan científico y tecnológico se discute a puertas abiertas, entre los miembros de la comunidad. La convocatoria es tan amplia porque tiene una perspectiva federal. De los 24 mil millones de pesos que dispondrá el MinCyT en 2022 como porcentaje del presupuesto, 13 mil millones estarán enfocados en el desarrollo científico, tecnológico y productivo de las provincias y sus economías regionales. “Nuestra meta es ir cerrando asimetrías. Junto al Conicet y la Agencia buscaremos federalizar la ciencia. El 85 por ciento de los investigadores e investigadoras se concentran en el centro del país. Con estos encuentros, queremos identificar ejes provinciales y regionales, como puede ser el litio en Salta, Jujuy y Catamarca, o el desarrollo marítimo en las provincias patagónicas”, advirtió el funcionario.

Un Estado arquitecto

Durante la tarde, los más de 1200 presentes se dividieron en comisiones de trabajo para discutir acerca de diversos tópicos. Crecimiento, articulación y agendas de cambio institucional; federalización, agendas territoriales y agendas estratégicas; I+D de frontera, demanda de conocimiento; igualdad de géneros en ciencia, tecnología e innovación; y, por último, comunicación de la actividad científica y tecnológica. En las jornadas, los científicos, científicas, comunicadores, referentes del ámbito productivo y de la economía popular debatieron en torno al presente, así como también presentaron propuestas en torno al futuro del sector. Para ello, se discutieron agendas de producción de conocimiento, desarrollo tecnológico e innovación.

“La idea es recuperar una imagen de futuro compartida. Queremos que las políticas de ciencia, tecnología e innovación inclinen el destino hacia un horizonte inclusivo, hacia una Argentina que invita a crecer. El modelo de trabajo de la pandemia se puede replicar para superar otros obstáculos y salir de laberintos en los que el país encuentra problemas”, destacó Fernando Peirano, presidente de la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación. Una de las claves está en el enfoque que le buscan imprimir Filmus y Peirano al sector: el conocimiento es fundamental para aceitar el engranaje productivo de la nación. En ese esquema, la Agencia cumple un rol importante: “En el presente, las políticas públicas deben identificar problemas, expresarlos como desafíos y convocar al sistema de CyT, a la creatividad local, a poder resolverlos. En este marco, las articulaciones con los diferentes ministerios son centrales. El rol del Estado no solo es dar fondos, ni atender emergencias; tenemos que construir un Estado arquitecto que arma y diseña nuevas formas de inclusión y desarrollo”, reflexionó Peirano.

Además de las autoridades científicas, estuvieron presentes Alberto Kornblihtt, Carolina Mera, Eduardo Dvorkin, Juan Pablo Paz, Silvia Kochen y el exministro Roberto Salvarezza, entre otros. El espíritu que dominó a los diferentes encuentros simultáneos fue pensar a la ciencia y a la tecnología como una construcción colectiva, indispensable en tiempos de crisis, así como también fundamental en períodos de calma y postpandemia. La redacción del documento del Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación 2030 está a cargo de la subsecretaría de Políticas en Ciencia, Tecnología e Innovación; y estas jornadas sirven como insumos para que el Plan adquiera una dimensión integral para los próximos años. De ser presentada por Alberto Fernández, en 2022 podría convertirse en ley. Y la ciencia, una vez más, soñar con ser una política de Estado.

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