El presidente de Bolivia, Luis Arce, se vio forzado a suspender una visita programada a la ciudad de Potosí tras la muerte de un joven campesino y varios heridos en medio de una serie de protestas violentas contra el gobierno. El martes por la noche se reportó la muerte de Basilio Titi Tipolo, de 22 años, en circunstancias que aún son investigadas por las autoridades: la oposición habla de asfixia mecánica mientras que desde el gobierno apuntan a politraumatismos severos. Los sectores de derecha articulados en el comité cívico se incorporaron al paro nacional indefinido en rechazo a la Ley de Estrategia Nacional de Lucha contra la Legitimación de Ganancias Ilícitas y el Financiamiento al Terrorismo, aunque desde el oficialismo creen que solo apuntan a desestabilizar al gobierno. 

Por tercer día consecutivo, las facciones opositoras continuaron con la medida de fuerza aunque solo se hace sentir en los departamentos de Potosí y Santa Cruz, donde se registran enfrentamientos constantes entre manifestantes, policías y campesinos afines al MAS que buscan levantar los bloqueos por la fuerza. El expresidente Evo Morales sostuvo en su cuenta de Twitter que "nuevamente el odio racista a nuestros hermanos indígenas causa muerte y dolor en el pueblo boliviano". Desde donde se lo mire, el escenario que atraviesa el país sudamericano vuelve a encender las alarmas de la violencia vivida en 2019.

Una muerte, muchas dudas

La defensora del Pueblo de Bolivia, Nadia Cruz, señaló este miércoles en una rueda de prensa en La Paz que el deceso de Basilio Titi Tipolo fue causado por "asfixia mecánica por broncoaspiración con cuerpo extraño" y que "no presentaba signos de violencia". El presidente del Comité Cívico Potosinista (Comcipo), Juan Carlos Manuel, aseguró en la misma línea que el joven campesino se atragantó con hojas de coca que mascaba en medio de los enfrentamientos registrados el martes.

Sin embargo el viceministro de Gestión del Sistema Sanitario, Álvaro Terrazas, dijo que si bien los datos iniciales confirman la causa de muerte de Tipolo por broncoaspiración, el informe médico forense establece que el joven de 22 años presentaba politraumatismos y hematomas de consideración producto de golpes que le habrían sido propinados por la militancia del Comcipo.

Terrazas denunció además que grupos violentos que realizaban bloqueos y movilizaciones en la ciudad de Potosí impidieron el paso de la ambulancia que trasladaba al joven campesino que finalmente perdió la vida. "Denunciamos vehementemente la obstaculización de la circulación de las ambulancias, de la atención de emergencias, de la salud, lo cual es un delito que va contra la Constitución Política del Estado", afirmó Terrazas en conferencia de prensa alimentando el enfrentamiento entre el gobierno y los sectores más radicalizados de la oposición.

Distintos dirigentes del MAS recordaron este miércoles que Juan Carlos Manuel, presidente del Comcipo, advirtió un día atrás a los campesinos que no tenían derecho a manifestarse y que los iban a recibir "con palos". El líder del comité cívico potosino dejaba así un mensaje que no admitía interpretaciones, a horas del fatal desenlace de Tipolo: "Si quieren diente por diente, lo van a tener".

Nuevo día de paro

Este miércoles se desarrolló la tercera jornada de paro nacional indefinido convocado por varios gremios y sectores cívicos del país. La medida se ha venido acatando parcialmente para exigir, en principio, la anulación de la Ley 1.386 sobre blanqueo de capitales. Sectores del transporte, la salud y la economía informal se manifiestan en alerta, principalmente, por una parte de su contenido que prevé ajustes en el Código Penal y medidas contra la informalidad.

Emilio Rodas, ex viceministro de Régimen Interior de Bolivia, prefiere diferenciar el conflicto en dos niveles o escenarios. El primero de ellos efectivamente tiene que ver con un conflicto sectorial frente a la ley antilavado. "En esa primera batalla estos sectores tuvieron un primer triunfo porque el gobierno retiró el tratamiento de la ley específica que establecía las atribuciones de la unidad de investigaciones financieras y los procedimientos no judiciales para la obtención de la información y la regulación", remarca Rodas en diálogo con Página/12 y agrega que ahora apuntan a la anulación de la ley.

El otro componente del conflicto, para Rodas, es eminentemente político. "Los sectores radicales liderados por (el gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando) Camacho, y por (el presidente del Comité Cívico de Santa Cruz, Rómulo) Calvo intentan reproducir el escenario de 2019 a partir de generar una movilización territorial que solo ha tenido repercusiones en Potosí y en Santa Cruz. Sin embargo, las consignas que se manejan ahí no tienen que ver nada con la ley 1386: el lema de 'democracia y libertad', es decir el argumento de no 'cubanizar' o 'venezolanizar' Bolivia", advierte el exasesor de la presidencia de la Cámara de Diputados.

Para Rodas, estos sectores están intentando reproducir el escenario de 2019. "Pero en 2019 tenían un referéndum detrás de ellos que los respaldaba, tenían una decisión política equivocada que fue la repostulación del presidente Evo Morales. Tuvieron la contención de la movilización social porque Evo y el gobierno instruyeron a la gente a no movilizarse para esperar el informe de la OEA. Todos esos elementos hoy no confluyen", advierte el dirigente.

Sin embargo, no deja de llamar la atención que ciertos sectores populares se estén viendo seducidos por una derecha que defiende intereses a menudo muy lejanos. El propio Evo Morales se refirió a ese tema días atrás en una entrevista radial en la que habló de la vuelta del fascismo a Bolivia a través de una "nueva derecha populista pero racista". "Usan algunos pequeños grupos del movimiento indígena, algunos sectores sociales, ahora se meten en los barrios... Antes siento que no había eso, sí se usaba para las elecciones pero ahora se hace desde el primer momento", alertó el expresidente de visita en Argentina.