A comienzos de octubre se realizó un Encuentro Argentino y Latinoamericano de Ingeniería, que reunió tres congresos en la materia: el Argentino de Ingeniería (CADI), el Latinoamericano de Ingeniería (CLADI) y el Argentino de Enseñanza de la Ingenieria (CAEDI). En forma totalmente remota, unos tres mil autores presentaron 900 trabajos, en jornadas que tuvieron unos mil participantes de diferentes puntos del país y el mundo.

Con sede virtual en la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y de cara a lo que llaman una “nueva era post pandemia”, referentes de la región articularon ideas para poder pensar el rol académico, docente y científico de la carrera, y también potenciar el campo laboral y social de la Ingeniería nacional e internacional.

La pandemia obligó a agrupar distintos eventos con una mirada clara: afrontar los problemas de la carrera hoy para tener una mejor visión de futuro en la materia.

El marco para intercambiar experiencias y potenciar proyectos no podía ser mejor: los 150 años de la formación de ingenieros en el país, en conmemoración al primer ingeniero, Luis Augusto Huergo, y a la primera ingeniera argentina y Latinoamérica, Elisa Bachofen.

En diálogo con el Suplemento Universidad, el presidente del Consejo Federal de Decanos de Ingeniería (Confedi) y uno de los impulsores de los congresos, Oscar Pascal, destacó los alcances, conclusiones y principales ejes que resolvieron durante las jornadas.

“Tenemos que hacer que los jóvenes vuelvan a estudiar Ingeniería y lograr que Argentina tenga los 10 mil ingenieros anuales de calidad que necesita y la universidad pública le puede proporcionar”, enfatizó el también decano de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (UNLZ).

Pascal planteó como grandes desafíos de la carrera trabajar sobre “la duración” de las trayectorias académicas; “el desgranamiento de los estudiantes de primer año” y “la disparidad de género”.

“Aparecen cambios trascendentales en los procesos pedagógicos impactados por la pandemia y la tecnología. Las universidades en el mundo quedaran modificadas irremediablemente. Los nuevos paradigmas de aprendizaje se centran más en preguntarle al graduado qué aprendió y no tanto al docente qué enseñó. Hablamos de una nueva mirada que pone el centro en el estudiante. Las ingenierías de Argentina están entrando a un proceso de acreditación con estándares nuevos y somos la única disciplina que se animó a entrar a la Evaluación por Competencia”, resaltó.

La inserción laboral

Para el titular del Confedi uno los principales objetivos de la Ingeniería es trabajar en la inserción temprana de los futuros profesionales y en su continuidad académica.

“La salida laboral es prioridad, por eso es importante que se puedan certificar las materias que tengan que ver con la formación profesional y con el mundo del trabajo. No esperar 10 cuatrimestres para obtener un título, sino que con estas certificaciones se puedan profesionalizar mucho antes”, señaló.

Según cuenta, en Argentina el primer año de la carrera funciona, muchas veces, “como filtro” y miles de estudiantes quedan en el camino. Pascal explicó que esto se debe a que “históricamente los ingresantes se encontraban con que tenían que ver contenidos para los que todavía no estaban listos y que tampoco les daban una salida laboral inmediata”.

Además, sostuvo que los alumnos experimentan en la carrera cambios sociales, laborales y personales que muchas veces atentan contra la prioridad del estudio. “Cuando pensamos en un nuevo diseño de los planes, tenemos que pensar en esto”, remarcó.

“Un chico que después de una educación media en la que viene de dos años de casi no tener clases presenciales, con problemas de conexión, con miles de dificultades, de tener que pasar todo el día trabajando, se encuentra en la facultad con un mundo que no puede resolver, se siente expulsado y probablemente no vuelve más”, alertó.

La evaluación por competencia

Tras el Congreso que se realizó entre el 5 y el 7 de octubre y que tuvo como uno de sus capítulos especiales “la Ingeniería y el COVID-19”, Pascal remarcó que tras el paso de la pandemia “nos espera un nuevo mundo”, por lo que concluyó: “Queremos que los y las estudiantes se incorporen en tecnologías como industria 4.0 e Inteligencia Artificial y con todo este cambio del paradigma del trabajo que estamos viendo que va a requerir una formación instrumental”.

“Creemos que una manera de alcanzar el objetivo de 10 mil ingenieros por año es permitir que los estudiantes adquieran estas competencias en el inicio para que después vayan por el sueño de ser ingeniero, una vez que tengan las certificaciones y titulaciones”.

En este sentido, consideró que acercar rápidamente al estudiante al mundo del trabajo, lejos de alejarlo o hacerlo competir con la carrera, lo potencia y retroalimenta, así como “lo llena de confianza en el proceso de transformarse en ingeniero”.

“Si algo quedó claro es que nada volverá a ser igual. Por eso la Evaluación por competencia es un cambio de paradigma, una forma de enseñar ingeniería que no tiene que ver con relajar contenidos ni sacar nada, sino con que el alumno se encuentre con ellos cuando está preparado y en el camino tenga herramientas para una salida laboral inmediata”, puntualizó.

Otro tema que estuvo presente en los congresos fue el de la perspectiva de género y la importancia de “romper la idea instalada en las carreras científico tecnológicas que el cálculo es algo masculino”.

“Hay que cambiar la idea de la mujer en la Ingeniería. Queremos trabajar en un proceso de divulgación, incluso dentro de las familias, para que las mujeres se acerquen a la carrera”, expresó.

De la idea a la acción

En la teoría son ideas que apuntan a un cambio estructural, pero el gran interrogante es cómo llevarlas a cabo. En ese sentido, Pascal planteó ir hacia un sistema de clases hibrido, presencial y virtual, en el que el espacio y la distancia “no pueden seguir siendo obstáculos en la enseñanza”. “Pensamos en laboratorios remotos, clases en realidad aumentada y que el alumno se traslade solo cuando es indispensable”, proyectó.

Y el otro tiene que ver con la enseñanza: “Ya se están formando nuevos evaluadores en los nuevos estándares de enseñanza de la ingeniería. Esos estándares fueron desarrollados por iniciativa de Confedi. Quiere decir que ahora nuestros cuerpos académicos están siendo sujetos de capacitación con este concepto novedoso para empezar ya a finales del 2022”, cerró Pascal.