Ya instalados en números de actividad que superan en algunos casos a la pre pandemia, los empresarios industriales esperan ver qué escenario habrá luego de las elecciones legislativas de este domingo. Si bien la Unión Industrial Argentina (UIA) cesionará para analizar los números recién el martes próximo en su reunión de mesa chica, en la previa los ceos fabriles plasmaron ante sondeos de este diario las cosas positivas, dudas y preocupaciones que quedan para el primer día después de los comicios.
Hay en la cabeza de los industriales una certeza: el crecimiento de las fábricas seguirá siendo sostenido y esperan que el año que viene la demanda en algunos sectores estratégicos se consolide aún más. En la otra esquina, esperan ver cómo jugará las fichas políticas el Gobierno, en lo que queda del año.
En este sentido, ha habido acercamientos de los popes industriales con dirigentes del oficialismo, que ocurren de un tiempo a esta parte. En esas conversaciones, se empezó a hablar ya de los do años de gobierno que le quedan a Alberto Fernández y de los lineamientos de la política económica. La charla más importante en la materia fue el almuerzo que compartieron el jefe de Gabinete, Juan Manzur, y el titular de la UIA, Daniel Funes de Rioja, que contó Página I12 la semana pasada. Allí se hablaron de cuestiones estructurales y se dejaron de lado temas espinosos para el establishment, como el congelamiento de precios.
También hubo diálogos entre dirigentes de la UIA y la Cancillería, además del ministerio de Desarrollo Productivo. La idea de esos encuentros, por parte del Gobierno, es garantizar la política industrial, atendiendo diferentes problemas que fueron planteados. Uno de los frentes en los que se trabaja es la cuestión del Mercosur y los aranceles. Otro item de los relevantes, la cuestión de las importaciones, que se ha tornado un inconveniente en algunos rubros en particular ante el problema histórico de la falta de dólares.
En cuanto a la lectura política de lo que viene, hay dos miradas. Los que se dedican sólo a ver que los números son mejores y no juegan con la especulación, suponen que las internas oficiales están resueltas o lo estarán, pase lo que pase. Y entienden que las diferencias no están, precisamente, en la concepción de política industrial, de modelo. Otros, en tanto, prefieren esperar y ver cómo se desenvuelve el Gobierno el próximo lunes con la cuestión cambiaria.
Por el lado de la lecturas coincidentes, se encuentra el consenso que se necesita para acordar con el Fondo Monetario y despejar el escenario internacional. Muchos industriales vieron con buenos ojos la cena que Fernández y el ministro Guzmán tuvieron con 4 ceos de multinacionales el martes, en la que se habló del tema deuda. Algunos de ellos ya empezaron negociaciones para sentarse con el Gobierno y dar el visto bueno a un pacto político más amplio por cerrar un acuerdo de deuda que no frene el crecimiento. Creen que ese pacto podría ser el lanzamiento de la segunda parte del gobierno de Fernández.
Respecto al escenario cambiario, en la casa fabril de la avenida de Mayo contienen el ánimo de los históricos que piden devaluación, y entienden que la brecha entre el dólar oficial y el paralelo pueden resolverse sin saltos bruscos. Tal la idea del Gobierno luego del domingo. Sí preocupa que haya mayores restricciones para el acceso a divisas para la importación de insumos, dado que ése sería el único factor que ven como capaz de poner en compás de espera una recuperación económica que ya tiene números consistentes.