Desde Mar del Plata

Y llegó el día, nomás. Desde este jueves y hasta el próximo domingo 28 se llevará adelante la 36º edición del Festival Internacional de Cine del Mar del Plata, que marcará el regreso de las proyecciones y actividades presenciales a la ciudad balnearia luego de la mudanza a la virtualidad obligada por las restricciones sanitarias de 2020. Gran noticia para los habitués del único festival Clase A de Latinoamérica, y también para quienes se acercaron por primera vez el año pasado a través de la web, pues el grueso de la programación –integrada por alrededor de 150 títulos, entre cortos, medios y largos– estará disponible online para su visionado desde todo el país. Si la directora artística Cecilia Barrionuevo había definido a la edición del año pasado como “de resistencia”, la que está por comenzar será “de reencuentro”, aunque más austera y recortada en comparación a la de 2019. “Estamos muy felices de que el festival tenga continuidad y nos permita reencontrarnos en las salas. Y también de que puedan repetir todas las personas que no pueden estar en Mar del Plata y que el año pasado participaron online. Sigue siendo un año de transición y complicado en muchos aspectos, pero queríamos que ese público tuviera una nueva oportunidad”, cuenta a Página/12.

Dos festivales en uno

La exhibición esta noche de Tres en la deriva del acto creativo, el documental póstumo de Fernando “Pino” Solanas que oficiará como apertura, encenderá la mecha de diez días a puro cine, ya sea en pantalla grande o chica. “Dos festivales en uno”, en palabras de su presidente, Fernando Juan Lima. El primero transcurrirá a la vera del Atlántico, con proyecciones en ocho salas distribuidas en seis complejos: Auditorium, Colón, Ambassador, Cinema, Cines del Paseo y Paseo Aldrey, que regresa luego de funcionar como sede en 2016. Las entradas podrán adquirirse a través de la web del festival (https://www.mardelplatafilmfest.com/36/es/) a precios muy amigables para los bolsillos devaluados: 90 pesos el ticket general y 60 para estudiantes y jubilados. Habrá que esperar hasta 2022 para ver las salas llenas, en tanto el aforo será del 70 por ciento. La pandemia obligará a extender los tiempos entre función y función –y, por lo tanto, a reducir las proyecciones diarias, como puede verse en la grilla de programación (https://www.mardelplatafilmfest.com/36/es/publicaciones-guia-de-programacion)– para cumplir con los protocolos de limpieza y sanitización y, detalle no menor, evitar cruces entre el público saliente y el entrante.

El otro festival transcurrirá en en el ámbito hogareño. ¿Cómo acceder a las películas? Muy sencillo. Simplemente hay que registrarse en la web del festival y pedir un “ticket virtual” para la función seleccionada. Desde aquí se aconseja elegir con tiempo, ya que hay una cantidad limitada visionados para cada película, que estará en la plataforma desde las 21 del día de la primera función presencial y durante 72 horas. De esta manera, los títulos exhibidos en salas durante este jueves tendrán su ventana online entre esta noche y el próximo domingo, los que lo hagan mañana llegarán a la web a las 21 y estarán hasta el lunes a última hora, y así a lo largo de toda la semana. Además, en el canal de YouTube estarán las Actividades especiales (charlas, presentaciones de libros, mesas debate, entrevistas a directorxs). Vale aclarar que la programación online tendrá la mayoría de los títulos de la presencial, pero no todos, ya que hay algunos impedimentos con, por ejemplo, una retrospectiva en fílmico y algunas películas que, por su estrategia de distribución, solo tendrán proyecciones.

Películas al por mayor

Con más de tres mil títulos recibidos en la convocatoria, “esta edición se propone continuar abriendo caminos junto a cineastas que filman porque lo desean, porque les gusta, porque lo necesitan”, en palabras de Barrionuevo, quien cataloga la línea curatorial como “compleja, diversa y desafiante”. “El festival viene hace años apostando por un tipo de cine en el que se pueden percibir miradas muy particulares de los directores y sus equipos. Se prioriza un cine con una voz clara que mira al mundo desde un lugar humanista. En la programación aparecen directores y directoras que ya tienen un camino recorrido y se pueden ver sus películas sabiendo más o menos qué tipo de universos habrá, pero también muchas óperas primas. En esas nuevas voces hay una apuesta. Siempre intentamos que la programación sea desafiante para ponernos en un lugar muy activo como espectadores”, dice la directora artística y cabeza de un equipo integrado por Fernando Arca, Lydia Stevens, Marcelo Alderete, Paola Buontempo, Pablo Conde y Francisco Pérez Laguna.

Lo que la pandemia no ha cambiado es una estructura de exhibición que orbitará alrededor de las seis competencias (Nacional de Cortos y Largos, Latinoamericana de Cortos y Largos, Internacional de Largos y Estados Alterados), las subsecciones habituales del apartado Panorama (Hora Cero, Autores y autoras, Mar de chicos y chicas, Banda Sonora Original, Retratos: documentales de artistas), los focos, las retrospectivas y los homenajes. Estos últimos estarán dedicados al documentalista Eduardo “Coco” Blaustein, la productora cordobesa Paola Suárez y el director, productor y ex presidente del INCAA Jorge Coscia, todos fallecidos en los últimos meses. En materia de retrospectivas, habrá una sobre la directora alemana Helke Misselwitz, otra dedicada a la estrella del cine japonés Machiko Kyō y una de cortos animados nacionales recuperados. Además, tributos al crítico Manny Farber y al actor y director Fernando Fernán Gómez, y hasta un homenaje a Clint Eastwood, con siete títulos filmados durante su medio siglo de trabajo con el estudio Warner. El menú se completa con charlas con Misselwitz, el especialista en FX Phil Tippett y los directores Kleber Mendonça Filho y Apichatpong Weerasethakul.

Juventud, divino tesoro

La atención mayoritaria recaerá en las 13 películas de la Competencia Internacional. Aquí estará, por ejemplo, Petite maman, en la que Céline Sciamma (Tomboy, Retrato de una mujer en llamas) indaga en la amistad entre dos chicas sub-10. El español Jonás Trueba –hijo del director Fernando (Belle époque) – presentó casi la totalidad de su obra en MDQ, y ahora repetirá con la monumental Quién lo impide, cruza entre documental, ficción y registro testimonial sobre la adolescencia de casi cuatro horas de duración. También sobre la juventud versa Diários de Otsoga, filmada durante agosto y septiembre de 2020, mientras la pandemia golpeaba con fuerza en Europa, por los directores Miguel Gomes y Maureen Fazendeiro. Lo mismo ocurre con la nacional Álbum para la juventud, de Malena Solarz; con El otro tom, de Rodrigo Plá y Laura Santullo, sobre las vivencias de un chico al que todos catalogan como “conflictivo”; y con The Girl and the Spider, de Ramon Zürcher, donde una chica deja la casa que compartía con sus roomates para mudarse sola por primera vez.

No parece casual tanta juventud y adolescencia en una misma sección. ¿O sí? “Es algo que fuimos descubriendo a medida que armábamos las secciones y veíamos cómo las películas dialogaban entre sí. De pronto nos encontramos con un programa con varios protagonistas jóvenes o adolescentes. Y cuando lo vimos, pensamos que era interesante, en estos años de tanta fragilidad, darle lugar a miradas vinculadas con lo que viene. No son las únicas películas, evidentemente, pero hay varias que piensan qué pasa con el futuro. A lo mejor tiene que ver con una pregunta que no nos hacemos solo nosotros como programadores, sino que es algo que está flotando en el ambiente. Y el cine responde a su época”, responde Barrionuevo sobre una Competencia oficial en la que también estará Hit the Road, del iraní Panah Panahi (hijo de Jafar, premiado en Cannes, Venecia y Berlín, y censurado en su país), la coproducción italiana-suizo-argentina Re Granchio, de Alessio Rigo De Righi y Matteo Zoppis, y Azor, de Andreas Fontana, realizada con fondos nacionales y suizos.

Cine argentino

Barrionuevo destaca el lugar central del cine argentino, con presencia a lo largo y ancho de todas las secciones, incluidas las seis competencias y dos de los tres libros de este año: Entre preceptos y derechos. Directoras y guionistas en el cine mudo argentino (1915-1933), de Lucio Mafud, y Una retrospectiva del futuro. Vida y obra de Ástor Piazzolla, de Marcelo Gobello (el tercero es una versión bilingüe de El libro de imagen, de Jean-Luc Godard). A las ya mencionadas Álbum para la juventud, Re Granchio y Azor, en la competencia latinoamericana Ana Katz (Una novia errante) presentará El perro que no calla, mientras que Pablo Giorgelli (Las acacias), Iván Fund (Vendrán lluvias suaves), Maximiliano Schonfeld (La siesta del tigre) e Inés Barrionuevo (Las motitos) harán lo propio con La encomienda, Piedra noche, Jesús López y Camila saldrá esta noche, respectivamente. Francina Carbonell vivió hasta los 11 años en Mendoza y luego en Chile, donde estudió Cine y Televisión. Como trabajo final presentó El cielo está rojo, relectura sobre el incendio en la cárcel santiaguina de San Miguel que en 2010 dejó 81 presos muertos. Otra ópera prima es la argentino-uruguaya 9, de Martín Barrenechea y Nicolás Branca, sobre un joven futbolista de proyección internacional, mientras que en la coproducción con República Dominicana Carajita la dupla Silvina Schnicer-Ulises Porra narra la relación de una adolescente -otra vez los jóvenes- con su niñera.

La competencia argentina, por su parte, reunirá 14 películas, varias a cargo de realizadores y realizadores jóvenes. César González es uno de ellos. Oriundo de la villa Carlos Gardel de Morón, el también escritor y poeta tiene 32 años y, si bien filma hace más de 10, desde 2019 adquirió un carácter prolífico que lo llevó a realizar tres cortos y cuatro largos, el último de cuales, Reloj, soledad, llegará al festival costero. Agustina San Martín tiene 30 años, tres cortos reconocidos internacionalmente (Monstruo Dios, por ejemplo, obtuvo una Mención Especial en Cannes) y un flamante largometraje, Matar a la bestia, que acaba de pasar por el Festival de Toronto. Betania Cappato tiene 37 y presentará Una escuela en Cerro Hueso, premiada en la sección Generation de la Berlinale.

Por su parte, Danubio es el primer largo de Agustina Pérez Rial y Estrella roja, el segundo documental de Sofía Bordenave. El resto de los títulos corresponde a realizadorxs más experimentados. Es el caso de Atlas, de Guadalupe Gaona e Ignacio Masllorens (Martin Blaszko III); Husek, de Daniela Seggiaro (Nosilatiaj. La belleza); La luna representa mi corazón, de Juan Martín Hsu (La Salada); Las cercanas, de María Álvarez (Las cinéphilas); Metok, de Martín Solá (La familia chechena), Noh, de Marco Canale, Juan Fernández Gebauer e Ignacio Ragone (los últimos dos a cargo de Chaco), y Punto rojo, de Nicanor Loreti (Diablo, Kryptonita).

Grandes nombres

Titane

Habrá mucho más para ver en la inmensa sección paralela. Autoras y autores reunirá los últimos trabajos de realizadores consagrados como Hong Sang soo (In Front of Your Face), Nadav Lapid (Ahed's Knee), Apichatpong Weerasethakul (Memoria) y Gaspar Noé (Vortex), Mia Hansen Love (Bergman Island), Jane Campion (The Power of the Dog), Paolo Sorrentino (È stata la mano di Dio) y Alex de la Iglesia (Veneciafrenia), entre otros tantos. “Mar de chicas y chicos” tendrá seis películas pensadas para toda la familia, mientras que las integrantes de “Retratos: documentales de artistas” pondrán el foco en la obra de María Luisa Bemberg (María Luisa Bemberg: El eco de mi voz), el legendario director de fotografía Félix “Chango” Monti (Chango, la luz descubre) y el historietista Hugo Pratt (Hugo en Argentina). Hora cero, clásico de la medianoche del Ambassador, enmarcará la que probablemente sea la única proyección en la Argentina de Titane, de Julia Ducornau, ganadora de la Palma de Oro en de Cannes y adquirida para su lanzamiento por la plataforma Mubi. De Pino Solanas a Eastwood, del cine argentino de cosecha reciente a Weerasethakul, Mar del Plata es el mundo del cine en la pantalla. Chica y grande.

Las retrospectivas

No solo del presente vive Mar del Plata, como demuestran sus focos. El de la alemana Helke Misselwitz tendrá sus primeras nueve películas, dirigidas entre 1982 y 1993. “Fue una retro que empezamos a trabajar con Inge Stache, del Instituto Goethe, la DEFA Foundation y la DEFA Film Library, porque se habían restaurado varios de sus trabajos. Son de un periodo interesante porque reflejan los cambios sociopolíticos y geográficos, películas que capturan la realidad de ese momento. Y además tienen algo muy relacionado con cierta línea del festival, ya que trabajan sobre la mirada de las mujeres y de grupos minoritarios”, cuenta Barrionuevo. Realizada en colaboración con la Sala Lugones, el Centro Cultural e Informativo de la Embajada de Japón y The Japan Foundation, la de la estrella japonesa Machiko Kyō, por su parte, agrupará ocho películas de la década de 1950 filmadas por directores de la talla de Kenji Mizoguchi, Yasujiro Ozu y Mikio Naruse. “Todas esas películas las hemos visto de la mano de los directores. Acá se cambia el foco hacia la actriz, lo que habla de cómo hemos mirado al cine, cómo lo revisitamos hoy y desde qué lugar”, concluye Barrionuevo.