El Gobierno provincial intenta dejar atrás las turbulencias de los últimos días y avanzar hacia aguas menos embravecidas. La convocatoria de Omar Perotti a la oposición en Diputados para abrir diálogo apunta a ese objetivo y los destinatarios de ese convite así lo celebraron. En el peronismo también le reclaman que reconstruya la unidad que lo llevó hasta el sillón del Brigadier López. Pero así como algunos legisladores valoran esa señal de apertura, también la estructura oficial del PRO en Santa Fe busca legitimar la historia del supuesto espionaje ilegal de Marcelo Sain y no dejar que ese asunto caiga de la agenda, aunque no tenga sustento judicial y aunque el ex funcionario ya vaya saliendo de la escena. Mientras tanto, bullen conjeturas en torno a los primeros nombres con los que el gobernador moverá el gabinete. El escrache que el capitalista de juego ilegal Leonardo Peiti reiteró contra tres senadores –y que ayer se ventiló en el desenlace del juicio abreviado– le puso condimento al escenario actual de la política santafesina.

En el Ejecutivo confían en el OK que anteayer obtuvo al menos de los jefes de bloque en Diputados para aprobar en Extraordinarias leyes de emergencia en Seguridad y en Servicio Penitenciario. Descuentan que, al calor del impacto social que produce tanta violencia urbana, balaceras y homicidios, la oposición no tendrá margen para boicotear esas iniciativas que demanda el Gobierno. Por las dudas, Perotti siguió ayer con reuniones por el mismo tema con referentes gremiales, empresarios y hasta religiosos, en busca de consenso.

Propios y ajenos, sobre todo, le plantearon a Perotti que el organismo que administra y gestiona las cárceles santafesinas vuelva a la órbita del Ministerio de Seguridad. En esta línea, es muy probable que el actual subsecretario de Asuntos Penitenciarios, Jorge Bortolozzi, pase a ser el secretario de Seguridad provincial, en reemplazo del renunciado Germán Montenegro. Por lo demás, Perotti ya confirmó a Jorge Lagna como su ministro, aunque en el oficialismo hay quienes lo resisten y son partidarios de haber continuado la "línea Sain". 

La presencia de la ministra de Igualdad y Género, Celia Arena, en la reunión del martes en Casa Gris solo se explica por su inminente asunción como ministra de Gobierno, en lugar de Roberto Sukerman.  

Sain lanzó en sus últimas entrevistas la hipótesis del "golpe blando" contra Perotti, para explicar la instalación del supuesto espionaje ilegal a opositores y periodistas. Esto en el Gobierno no hizo mella. Saben que los autores de esa acometida ya consiguieron sacarse de encima a Sain. Entonces, suponen que la tensión aflojará por ese lado, y la denuncia por espionaje ilegal no llegará ni a formar causa penal.

Carlos Del Frade, del bloque Soberanía Popular, desterró la hipótesis del espionaje. "Ya se sabe que no hubo escuchas ilegales. Empezó un diálogo que antes no existía. Trabajaremos todos en Extraordinarias para sacar leyes de emergencia en Seguridad, y modificar reglas en el Servicio Penitenciario", adelantó.

Sin embargo, ayer el PRO emitió un comunicado que busca retener aquel escandalete en el candelero. El partido que lidera Federico Angelini expresó "preocupación y repudio" por las supuestas "escuchas ilegales" atribuidas al Ministerio de Seguridad. Y supeditó su predisposición al diálogo a "esclaracer antes lo sucedido". Para ello, pidió crear una "comisión bicameral de seguimiento en Legislatura".

Con este planteo, el PRO se desmarca de uno de los suyos, el concejal Roy López Molina, quien no deja de convalidar una y otra vez las denuncias de Sain. El edil tiene una enemistad manifiesta con Angelini, a quien le atribuye contactos regulares con el senador Armando Traferri, uno de los apuntados por Sain, y por las coimas que Peiti dijo haber pagado, al igual que a otros como los radicales Hugo Rasetto y Lisandro Enrico. El senador del departamento Iriondo hizo mutis por el foro. El de General López se limitó a comentar: "Los dichos de este personaje (Peiti) tienen que investigarse a a fondo, vuelvo a poner mis fueros a disposición de la justicia y que se llegue a la verdad".

El diputado Leandro Busatto valoró la señal de apertura que dio el Gobierno, ante la necesidad de Perotti de acordar con todos los sectores en la Legislatura. "No es momento de pensar en golpes blandos o duros. Se habilitó el diálogo, y los acuerdos se construyen con cosas concretas del día a día. Apoyarse en la oposición es un camino, pero no el único: otro es construir más unidad dentro del peronismo, que es lo que a Perotti le permitió llegar a ser gobernador", avisó.