“¡Piquete y cacerola, la lucha es una sola!”. Este cántico se convirtió en una de las consignas más icónicas durante las manifestaciones del 19 y 20 de diciembre de 2001, un grito que sintetizaba la unión entre la clase media y los sectores populares ante una de las mayores crisis de representatividad en Argentina. Sin embargo, la consigna se redujo a eslogan y no quedan demasiados rastros de aquella solidaridad entre clases. ¿Por qué esa empatía puede leerse hoy como un episodio efímero en la historia nacional? Esta pregunta fue uno de los ejes de Monumentos en Acción, una performance territorial que incluye un recorrido por la Plaza de Mayo, una intervención en la que intérpretes y espectadores construyen un acto de memoria sobre los acontecimientos del 2001 y una recopilación de testimonios en formato audioguía con las voces de quienes protagonizaron aquellas manifestaciones que dejaron un saldo de 39 muertos a causa de la represión policial.

Monumentos en Acción tuvo su origen en 2017 con el abordaje de la violencia institucional en Caballito. Lucía Nacht –artista performática, coreógrafa y directora del proyecto– recuerda que en aquel momento trazó un mapa del barrio conectando diferentes casos como las desapariciones durante la última dictadura cívico-militar o la muerte de migrantes en un taller clandestino: “Me interesaban las marcas históricas que prevalecen en los símbolos que la comunidad construye por sus propios medios para generar memoria, cómo se resignifican y cómo se los cuida para que sigan vivos”.

La propuesta que se llevará a cabo el próximo sábado a las 18 en Plaza de Mayo abreva en el movimiento de antimonumentalización, que se propone narrar la historia a través de los cuerpos vivientes y desde la perspectiva de las víctimas, una mirada que se aparta de los relatos oficiales para acercarse a la memoria popular. El artista alemán Horst Hoheisel, uno de los mayores exponentes del movimiento, considera que el antimonumento debe activar una reflexión en el espectador desde una posición situada en el presente. “Los monumentos están construidos en grandes dimensiones y con materiales pensados para perdurar en el tiempo; nosotros vamos a morir pero los monumentos seguirán ahí. El cuerpo, en cambio, es una entidad efímera”, señala Nacht, y establece un vínculo entre la crisis de representatividad del 2001 y la esencia del arte performativo: “La performance nace por el deseo de trabajar con el cuerpo desde un lugar no representacional, desmarcándose del teatro. El desafío es cómo hablar de los cuerpos vulnerables o los cuerpos en lucha sin representarlos, y el acto de manifestarse es en sí mismo performativo porque busca transformar la realidad”.

Monumentos en Acción involucra cuerpos pero también voces. En formato audioguía se podrán escuchar diversos testimonios que expresan la pluralidad de miradas frente a los hechos ocurridos hace 20 años: referentes del CELS, CORREPI, CTEP, abogados y referentes de organizaciones de DD.HH., funcionarios, sociólogos, periodistas o fotógrafos que hicieron coberturas, pero también vecinos y manifestantes que protagonizaron las asambleas barriales. 

“Uno de los entrevistados es Enrique García Medina, responsable de la foto icónica del hombre tirando la piedra con el Obelisco y el humo de fondo. También viene a hacer fotos el sábado y yo digo que es un performer más porque se mueve en la Plaza como si fuera un campo de batalla, su cuerpo se involucra en la acción. La performance activa la empatía, esto implica hacerte cargo del cuerpo del otro, tomarlo como parte del propio cuerpo; el proyecto intenta borrar las barreras ilusorias que nos separan, algo que el capitalismo impuso y que la pandemia acentuó”, explica la artista.

El trabajo parte de la idea del cuerpo en manifestación, y en Argentina eso está directamente asociado al cuerpo reprimido. Nacht lo define como “un cuerpo que no está cómodo o en eje sino, por el contrario, desestabilizado, luchando por mantenerse en pie. Ese cuerpo convive con fuerzas opresivas capitalistas, algunas simbólicas y otras muy directas como la represión policial”. 

Pero Monumentos en Acción no sólo contempla el cuerpo de lxs intérpretes sino también el de lxs asistentes, que participarán de manera activa para la construcción de los antimonumentos a través de la lógica asamblearia que marcó ese período.

Nacht aclara que los intérpretes no harán una coreografía de danza sino una performance artística, y subraya que no es una obra acabada porque contempla una gran cuota de imprevisibilidad en una intervención que es efímera e irrepetible: lo que suceda dependerá de la participación y el posicionamiento del público en el espacio. “Intentamos activar el sujeto político para que no se convierta en un grupo de ciudadanos dando un paseo por Plaza de Mayo –dice la directora–. Un sujeto político tiene que entender cuál es el motor de su causa para involucrarse de manera colectiva. Acá hay un dispositivo y algunos disparadores, pero no se sabe lo que va a pasar hasta ese momento. Me gusta sorprenderme con los antimonumentos del público”.

Uno de los relatos de la audioguía pone el foco en dos posicionamientos diferentes frente a las pintadas en la Pirámide de Mayo. Un hombre mayor de clase media repudiaba el acto mientras un grupo de jóvenes de sectores populares objetaban: “Vos estás acá por tus ahorros; nosotros vinimos por el hambre”. Nacht señala que en ese momento se aplaudía a los piqueteros; hoy, sin embargo, se los estigmatiza y no se comprende el sentido de cortar una ruta. Pasaron 20 años pero muchos prejuicios siguen ahí. Por eso la performance invita a generar memoria para reflexionar sobre el presente y cuestionar la idea de progreso histórico.

“¿Aprendemos realmente de nuestros errores?”, se pregunta la artista. Ese interrogante es tan poderoso que pudo replicarse en otras ciudades del mundo y en contextos muy diferentes: Nacht desarrolló propuestas similares en el Parque Cultural de Valparaíso (Chile), una ex cárcel que alojó a presos políticos durante la última dictadura; en Moscú y San Petersburgo (Rusia) con la intervención de monumentos históricos que construyen la idea de pueblo a través de los triunfos militares; en el Monumento a los Descubrimientos de Lisboa (Portugal), a partir de una lectura decolonial sobre la conquista; y en una plaza de Campinas (Brasil) a partir de la problemática de las personas en situación de calle que ocupaban el espacio público. A la hora de sintetizar el lema de este proyecto, Nacht alude al “cuerpo como acto de resistencia y sujeto político capaz de habitar una sociedad más equitativa, comunicativa, democrática, afectiva y solidaria”.

* Monumentos en Acción se llevará a cabo este sábado a las 18. El punto de encuentro será el Cabildo y la duración del recorrido es de una hora. Los participantes deberán asistir con celular, auriculares y conexión a datos móviles. La actividad es gratuita con inscripción previa a [email protected].