“Fue una noche divertida, con recuerdos, canciones a medias y a capella, un placer único. Pero también fue una noche melancólica: Mercedes estaba especialmente nostálgica por sus años de exilio. Tomé pocas fotos. Cuando Mercedes se apoyó en el brazo de Charly supe que la nota estaba resuelta. Fue un instante, cuando la geometría, los gestos y el encuadre hacen nacer una foto que, uno cree, transmitirá ternura y, de algún modo, traducirá el sentido del encuentro.”