El servicio de trenes de la Línea Sarmiento, que une la Ciudad de Buenos Aires con el Oeste del Conurbano, funcionó con demoras y cancelaciones debido, según la empresa Trenes Argentinos, a la decisión del gremio de la Unión Ferroviaria-LíneaSarmiento, de respaldar a un grupo de guardatrenes que se negó a realizar los tests de alcohelemia obligatorios para el inicio del servicio. 

En tanto, desde el gremio ferroviario apuntó contra Trenes Argentinos. “Dispusieron que no haya servicio y a los trabajadores que estaban en la sesión de guardas esperando las disposiciones de la Empresa pretendían obligarlos a ir al sistema médico porque se negaron al control de alcoholemia porque este se hace en un recipiente donde soplan alrededor de 20 compañeros por tanda y solo no se cambia la boquilla”, comentó a Página/12 el delegado gremial Edgardo Reynoso. 

La empresa Trenes Argentinos precisó que la negativa impidió que los trabajadores pudieran cumplir con sus funciones, lo que generó que solo circularan 9 de las 15 formaciones programadas durante la jornada. A las 18, la empresa informó que el servicio, que durante la tarde se había interrumpido totalmente, se reanudó con 4 formaciones.

Sin embargo, la seccional Gran Buenos Aires Oeste de la Unión Ferroviaria, encabezada por Ruben Sobrero, emitió un comunicado en el que denunció una "suspensión antojadiza de servicios junto a las amenazas de sanciones al personal", al tiempo que reconoció el reclamo que originó el conflicto. 

"Exigimos el restablecimiento del sistema de burbujas y la suspensión de controles aleatorios con instrumentos con alto riesgo de ser vectores del virus", sostiene el comunicado gremial. 

El argumento de los guardatrenes que se negaron a realizarse el test de alcohelemia está relacionado al temor de contagio por la nueva ola de Covid-19 al utilizar los dispositivos de test etílico, que se realizan a través de un soplido.

Por su parte, Trenes Argentinos sostuvo que "los controles de alcoholemia y de sustancias dispuestos por resolución de la CNRT, forman parte del protocolo de evaluación de carácter permanente que se extiende a todas las personas con responsabilidad asignada en la seguridad operativa de la circulación de trenes". 

La posición de la seccional de la Unión Ferroviaria apunta contra el ministro de Transporte, Alexis Guerrera, y el presidente de Trenes Argentinos, Martín Marinucci, por considerar que en "una muestra de absoluta irresponsabilidad se niega a arbitrar los medios para preservar la salud de los trabajadores ferroviarios, en medio de una nueva oleada de contagios" e insisten en  "instrumentar las mismas medidas anteriores a la pandemia"

La empresa estatal que controla las líneas de trenes adelantó que "realizó las denuncias correspondientes y aplicará medidas disciplinarias a cada uno de los trabajadores que decidieron no prestarse a la evaluación de rutina".

La retención de tareas de ese gurpo de guardatrenes que desencadenó las demoras en el servicio generó la reacción de los usuarios que quedaron varados dentro de las formaciones y se replicó a través de las redes sociales, con imágenes de los pasajeros esperando la recuperación de servicio hacinados, en días en que los casos de Covid-19 escalan de a miles por día