Una de las ambiciones legislativas de Alberto Fernández para este verano es comenzar a tratar el proyecto de reforma del Consejo de la Magistratura. Con el fallo de la Corte Suprema presionando sobre su cabeza, el Congreso tiene hasta el 15 de abril para sancionar una nueva ley o deberá volver a su composición original de 20 integrantes que sostenía la ley del '97. En Casa Rosada existe la expectativa de que el apremio por la cuenta regresiva permita habilitar acuerdos con la oposición, sin embargo el clima político parlamentario -especialmente en la Cámara de Diputados- ensombrece las perspectivas. "Si no nos pudimos poner de acuerdo en proyectos más sencillos, difícil poder hacerlo con leyes de este tenor institucional", reflexionan algunas espadas de Juntos Por el Cambio, desde donde no se mira con malos ojos el proyecto que presentó el Ejecutivo pero desconfían de las "intenciones" del oficialismo. Existen varios proyectos en danza dentro de JxC -no todos tan diferentes a los del oficialismo- y más de uno insiste en la necesidad de regularizar la composición del Consejo, pero la escalada de tensión entre oficialismo y oposición hace que predomine el escepticismo.

El fallo de la Corte Suprema sobre la inconstitucionalidad de la composición del Consejo de la Magistratura expuso al gobierno nacional a dos opciones: impulsar una nueva ley que reemplace la del 2006 (impulsada por Cristina Fernández cuando era senadora) antes de que se cumplan los 120 días del dictado de la sentencia o retrotraer la composición del Consejo a sus originales 20 integrantes. Anticipando este fallo, el Poder Ejecutivo presentó un proyecto que aumenta de 13 a 17 les integrantes que componen el organismo encargado de elegir y sancionar jueces, sumando a un magistrade, dos abogades y algún representante del mundo académico. El objetivo de Alberto Fernández es incluir el tema en la convocatoria de sesiones extraordinarias, en línea con el pedido formal que hizo el Consejo de la Magistratura la semana pasada, con la expectativa de poder arribar a ciertos consensos mínimos con la oposición. 

A favor y en contra

"Acá la clave está en la integración del Consejo porque la inconstitucionalidad que declaró la Corte fue por la falta de equilibrio en la representación de los estamentos. Y la integración que propone el oficialismo es razonable", sostuvo el diputado del Pro que integra el Consejo de la Magistratura, Pablo Tonelli, en diálogo con Página 12. Tonelli, que también tiene su propio proyecto de reforma, insiste en tratar el tema en extraordinarias, aunque sea la iniciativa del oficialismo. El diputado, sin embargo, presenta dos objeciones: que el modo de elección de algunos estamentos, como el de los académicos, no sea elegido directamente por sus pares; y que no incorpore la presencia de un juez de la Corte en la composición. "El proyecto del Ejecutivo no excluye la posibilidad de que uno de los cuatro jueces que integran el Consejo sea un juez de la Corte, pero no lo dice de manera expresa. Esto va a ser un tema difícil a resolver porque el FdT no quiere de ninguna manera que haya un juez de la Corte, pero lo iremos viendo", analizó.

"Con el fallo de la Corte pesa sobre el Congreso un mandato muy fuerte que exige reformar la ley, por lo cual es razonable que el tema se debata en extraordinarias. Pero es un tema que lleva debate: los proyectos judiciales del FdT generan cierta sensibilidad porque siempre despiertan desconfianza sobre cuáles son sus intenciones", reflexionó Alejandro Cacace, diputado de Evolución (bloque radical que se escindió de la UCR comandada por Mario Negri). "Si vos me preguntas si hoy están dadas las condiciones para llegar a acuerdos políticos institucionales entre oficialismo y oposición te digo que no, porque todas las iniciativas judiciales del oficialismo generan rispideces. Pero hay un mandato de la Corte muy contundente de solucionarlo antes de los 120 días y hay que cumplirlo", afirmó. 

Otro de los diputados de JxC que presentó un proyecto propio es el radical Fernando Carbajal. "Hay que repensar el funcionamiento del Consejo, el organismo tiene que empezar a funcionar mejor y para eso tiene que ser más chico. El oficialismo tampoco está conforme con la idea de un Consejo de 20 integrantes, lo que abre la posibilidad para buscar consensos", destacó el formoseño, quien, sin embargo, agregó: "No se cómo será el espíritu con el que venga el oficialismo, pero si tenemos en cuenta lo que pasó hasta ahora no soy muy optimista". 

Tensiones y escepticismo

"La reforma del Consejo de la Magistratura no va a suceder. Si no nos pudimos poner de acuerdo con lo del Ministerio Público o temas más sencillos, me parece difícil que en leyes de este tenor institucional se logre", afirmó, tajante, una de las principales espadas parlamentarias de la Coalición Cívica. "La desconfianza entre oficialismo y oposición es muy grande, por más que algún sector se ponga de acuerdo, siempre hay otro que desconfía y termina haciendo que los acuerdos fracasen. Y como la alternativa es la ley del 97', que es perfectible pero fue aprobada con amplio consenso, creo que terminaremos prefiriendo eso", se sinceró, aludiendo a lo que muches diputades dicen por lo bajo: el horno no está para bollos. La experiencia de las últimas dos sesiones en la Cámara Baja - con el bloqueo opositor del Presupuesto y la aprobación, por un voto de diferencia, de Bienes Personales - dan cuenta de un escenario de brutal paridad en la que la escalada de belicosidad de JxC con el gobierno no hace otra cosa que continuar empantanando las negociaciones.

El escepticismo respecto a la posibilidad de llegar acuerdos no es, sin embargo, exclusivo de JxC. "Está todo detonado con la oposición. Los que nos endeudaron nos piden condiciones, y ahora las reuniones quedaron en stand by", sostenían cerca del presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, quien se encuentra aislado por contacto estrecho (lo que llevó a demorar varias de las reuniones pautadas con la oposición para aceitar un poco el diálogo). "Está todo frío. Me parece que va a pasar lo mismo que con el tema reforma judicial, no va a haber ninguna voluntad de la oposición de acompañar estos proyectos", deslizó uno de los diputados del FdT que suele ponerse al frente de las iniciativas del oficialismo referidas al Poder Judicial. 

Si bien el proyecto ingresó por el Senado, en donde se tratará primero, todos los ojos están puestos en la Cámara de Diputados, en donde la virtual paridad entre las dos principales coaliciones, así como la abundancia de terceras fuerzas, obliga a estar constantemente negociando acuerdos precarios. La izquierda, por ejemplo, votó en contra en la sesión del Presupuesto pero a favor en la reforma de Bienes Personales. En el caso de la reforma del Consejo de la Magistratura, según pudo saber este diario, votarían en contra. El interbloque Federal, por otro lado, votó en ambas sesiones en contra, pero una de sus diputadas, Graciela Camaño, forma parte del Consejo y se especula con que también buscará darle una solución al problema. De momento, predomina la cautela en los bloques más chicos, en donde todos están a la expectativa de ver cuál será la primera movida del presidente.