Las estafas en el mundo de las criptomonedas resultan impactantes. Una de las más recientes fue la de Spice Dao por el equivalente a 3 millones de dólares en criptoactivos. Esa organización convenció a inversores de aportar a un fondo común para recibir los derechos de autor de un libro sobre Dune de Alejandro Jodorowsky. El objetivo era liberar los derechos de autor del trabajo pero lo más sorprendente es que el libro ya tenía la condición de dominio público.

Lo que generó sorpresa es que el libro que debía comprarse para liberar los derechos de autor en verdad ya se encuentra escaneado y fotografiado en su totalidad en Google Drive de manera legal, siendo abierto al público, por lo que la finalidad de “liberar los derechos” no tendría sentido. Por eso todo parece indicar que fue una estafa.

El grupo Spice DAO, para recolectar más dinero en medio de su objetivo principal, crearon una criptomoneda llamada SPICE que otorgaba a sus inversores “la oportunidad de votar sobre lo que suceda con el libro” y para realizar "una película animada" sobre él, alcanzando otros 3 millones de dólares. Pero, en realidad, no pueden hacer mucho más que compartir la custodia de la unidad.

Esta estafa no es la única que en los últimos meses generó luces de alerta entre los inversores. El año pasado fue conocido el cierre de una exchange de criptoactivos que se llevó cientos de millones de dólares de sus usuarios de un día para otro. También son cada vez más usuales los pedidos de rescate de datos hackeados a distintas entidades o empresas a través de bitcoin.

Todos estos elementos y el valor de mercado cada vez más importante hacen que las criptomonedas empiecen a despertar la alarma entre los organismos internacionales. Por ejemplo, el Fondo Monetario Internacional publicó recientemente una investigación en la que asegura que es necesario la regulación de estos activos digitales con el objetivo de evitar daños sistémicos en el mundo financiero.

Entre las tensiones que plantea el informe sobre las cripto aparecen los riesgos para los inversores, al verse limitada la posibilidad de diversificación de cartera, lo cual aumenta el riesgo de contagios en los mercados financieros. De todas maneras, las declaraciones del Fondo le dan un nuevo rol a las criptomonedas porque convalidan su crecimiento en los últimos años y consolidan su papel en los mercados globales.

El FMI detalló que el valor de mercado de estos nuevos activos digitales aumentó hasta casi los 3 billones de dólares el pasado mes de noviembre, desde 620 mil millones de dólares en 2017. En tanto, la capitalización de mercado aumentó casi cuatro veces desde 2017.