Mamoru Hosoda no es tan reconocido por el gran público como Hayao Miyazaki, pero hace un buen rato que sus largometrajes animados recorren los festivales y mercados comerciales de todo el mundo. El último ejemplo de su talento y creatividad es Belle, que inició sus proyecciones nada menos que en el Festival de Cannes y, en su país natal, fue la película más vista de la temporada 2021. Hosoda (Kamiichi, 1967) inició su carrera como realizador en 1999 con un par de largos de la franquicia Digimon, pero el gran despegue fue gracias a La chica que saltaba a través del tiempo (2006), clásico moderno del animé y punto de partida de una nueva etapa que intenta aunar las ambiciones populares con un personalísimo estilo narrativo y visual. En títulos como El niño y la bestia (2015) y Mirai, mi hermana pequeña (2018), producidos por su compañía Studio Chizu y distribuidos en Japón por el gigante Toho, el cineasta pone en pantalla una de sus obsesiones, que es al mismo tiempo un clásico del cine animado nipón en general: la cruza e interrelación entre mundos reales y fantásticos.

Belle (cuyo título original, “El dragón y la princesa con pecas”, resulta a todas luces más bello y poético) no es la excepción, aunque la vuelta de tuerca tecnológica es novedosa en varios sentidos. La protagonista, Suzu Naito, es una adolescente de 17 años, habitante de un pequeño pueblo rural, cuya timidez es consecuencia directa de un acontecimiento trágico del pasado. Es que la chica perdió a su mamá siendo muy pequeña y, en su interior –aunque le cueste admitirlo ante sí y los demás– no puede evitar volcar todas las culpas en cierta elección consciente de su madre. Suzu llora todo el tiempo, mantiene una relación distante con su padre y no logra comunicarse demasiado con sus compañeros de escuela, con la excepción de su mejor amiga Hiroka, amante de las tecnologías digitales y el uso de las redes sociales. Precisamente, es la existencia de una red llamada, simplemente, “U” (léase “you”, “tú” en inglés), que permite crear un avatar personalizado y una existencia paralela en el universo digital, lo que cambia por completo la vida de Suzu.

Es que en “U” la jovencita pecosa y retraída transmuta en Belle, una estrella del J-pop de cabellos rosados y voz angelical que se impone de inmediato como la figura con mayor cantidad de seguidores de la plataforma. Escondida detrás de la apariencia de Belle, Suzu es capaz de cantar, afición y pasión obturada en la existencia real desde la tragedia. Por supuesto, nadie conoce su verdadera identidad; tampoco la de la Bestia, un ser con forma de dragón a quien un grupo de luchadores dirigido por un joven rubio y apuesto con tendencias fascistoides intenta atrapar y desenmascarar. Hosoda introduce así una adaptación literal del clásico La bella y la bestia, castillo incluido. Es que “U” es el terreno de las fantasías y también el de la cursilería, sobre la cual el film no ironiza (gran desafío: no ponerse por encima del material de la trama) pero que, gradualmente, va revelándose menor en comparación con los dolores y alegrías de la vida real.

De un diseño audiovisual avasallador, la película salta de un mundo a otro mientras los conflictos de ambos lado del espejo llegan a un punto de no retorno: no hay manera de continuar si no es mediante el enfrentamiento, el sinceramiento. El guion, escrito como es la costumbre por el realizador, incluye un puñado de personajes secundarios –la chica popular, el joven sensible, el deportista– que escapan por completo de los estereotipos al uso y aportan elementos de complejidad en un film engañosamente simple. Cuando la máscara de la Bestia finalmente cae y las durezas de la vida real golpean con fuerza, Hosoda entrega una de las escenas más inesperadas y emotivas de Belle, un auténtico triunfo del animé contemporáneo. Más tarde, los dos planos finales antes de los títulos de cierre imaginan a Suzu y sus amigos, los viejos y los nuevos, deteniéndose a observar la belleza de una gran nube ocultando parcialmente el sol, escena que bien podría formar parte de una película de Yasujiro Ozu.

BELLE 8 puntos

Ryu to sobakasu no hime; Japón, 2021

Dirección y guion: Mamoru Hosoda.

Duración: 121 minutos.

Voces (versión original en japonés): Kaho Nakamura, Ryo Narita, Shota Sometani, Tina Tamashiro .

Estreno en salas de cine.