Un estudio realizado por el Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades (CCDC) respaldó la teoría que sostiene que la variante Ómicron, clasificada como "preocupante" por la Organización Mundial de la Salud (OMS) debido a su rápida propagación, pudo haberse originado en ratones.

Cablera Télam (telam.com.ar) pudieron determinar que Ómicron se desarrolló a partir de una cepa que circulaba a mediados de 2020 pero no pudieron rastrear ninguna versión intermedia que explique tal número de mutaciones.

La investigación china, dirigida por Jianguo Xu y publicada en el Journal of Biosafety and Biosecurity, plantea en ese sentido que el huésped intermedio más probable entre la variante de 2020 y la variante Ómicron fue un ratón.

Según esta hipótesis que investiga CCDC, el virus de 2020 habría pasado de humanos a ratones y la circulación entre los roedores habría producido una variante con nuevas mutaciones que luego pasó nuevamente a los humanos. De acuerdo con el profesor Xu, aun se necesita mucho más trabajo para confirmar esta teoría

"El estudio calculó el número promedio de mutaciones en las cinco variantes importantes e investigó las mutaciones clave en la proteína 'S' viral, donde se origina la infección", explicó Xu. De esta manera, se encontró que la variante Ómicron contiene mutaciones en cinco sitios clave de la proteína (K417, E484, Q493, Q498 y N501).

"Este perfil de mutación muestra que el virus se ha adaptado para infectar las células de los ratones. Además, el árbol filogenético escalado en el tiempo muestra que los linajes Ómicron y Gamma probablemente estaban circulando a mediados de 2020, lo que respalda la hipótesis de que Ómicron pudo haber evolucionado en una especie animal no humana" indicó el investigador.

"Lo que creemos", precisó, es "que el coronavirus acumuló lentamente mutaciones con el tiempo en ratones, antes de que se transmitiera a los humanos por zoonosis inversa". 

Estos hallazgos sugieren que los investigadores deberían centrarse en las variantes de coronavirus aisladas de animales salvajes, especialmente de roedores. "Si se determina que Ómicron se derivó de ratones, las implicaciones de su circulación entre huéspedes no humanos plantearán nuevos desafíos en la prevención y el control de la epidemia", concluyó el investigador.