Tras el preacuerdo alcanzado entre el Fondo Monetario Internacional y la Argentina para refinanciar la deuda millonaria en dólares que dejó la gestión de Mauricio Macri, será el Congreso quien estudie la letra chica para dar el consentimiento final. Hasta aquí hay cierta incertidumbre debido a que el hasta ayer presidente de bloque ofiicalista, Máximo Kirchner, lo puso en dudas al renunciar a su lugar de jefe de la bancada del Frente de Todos.

Por Salta, siete diputados y tres senadores sumarán su voluntad para aprobar o rechazar ese acuerdo. Salta/12 dialogó con cuatro de representantes de la Cámara Baja y una de la Alta para conocer sus opiniones e ir perfilando cuál será su posición a la hora de votar.

Por el lado de la oposición, tanto Virginia Cornejo como Carlos Zapata no dudaron en apoyar el principio de acuerdo bajo la consigna de “honrar la deuda”, dar “seguridad jurídica” y “señales al mundo”.

Para el diputado de Ahora Patria, el entendimiento con el FMI “resulta básico” para continuar con las tratativas, y a su vez resaltó que da la pauta “de la voluntad de la República Argentina de regularizar sus obligaciones, y eso en el mundo financiero es bien visto”. 

Y en este sentido subrayó que ese sector fue el que inmediatamente reaccionó bajando la cotización del dólar y subiendo las acciones del país. Aunque lamentó que la decisión del presidente del bloque del FdT “generó un efecto no deseado”, consideró que se puede revertir con madurez en el propio seno de ese espacio, y no quiso profundizar en cuanto a lo sucedido.

De todas maneras, Zapata señaló que aún falta ver la “letra chica del acuerdo, porque lo único que conocemos es la palabra del Presidente”. El legislador dijo que respeta esta palabra e incluso hasta coincide con Alberto Fernández respecto de su afirmación de que no bajará jubilaciones ni sacará asignaciones. 

Por último, supuso que el acuerdo incorporará algunos puntos como ir retirando algunos subsidios a los servicios, “y sobre todo para destrabar aquellas medidas que se han dictado en forma irrazonable y que traban la producción, minan la confianza e imposibilitan que el empresario invierta capital para producir más”. “Calculo que todas esas barreras y prohibiciones para exportar se quitarán para obtener más dólares”, añadió.

Por su parte, la representante del PRO, Virginia Cornejo, también dijo que el acuerdo era lo que había que hacer, “todo acuerdo que sea para honrar la deuda que la argentina tiene lo acompañaremos”. Pero recalcó: "En principio sabemos muy poco y hay que hacer muchas preguntas”, como por ejemplo, “cómo vamos a hacer para bajar el déficit fiscal para afrontar el crecimiento de la economía de nuestro país y no seguir por esta senda en la que todo se lo lleva el Estado”. Sin embargo, en su opinión, la señal que dejó el jefe de bloque oficialista no es buena, porque da un mensaje “de que va a estar fuera del acuerdo”.

En cambio, en el oficialismo las miradas y los resquemores sobre la letra chica de ese acuerdo son mayores. Para Lucas Godoy “era el mal menor al que pudo llegar la Argentina”, y recordó cómo se llegó a este lugar, por "los $45.000 millones de dólares que tomó el gobierno de Macri, que en principio eran 57, pero cuando llegamos nosotros les dijimos que no los queríamos hasta buscar la manera de resolver este problema inmenso e insostenible de esa deuda irrazonable, lo único que generó fue fuga de capitales”.

“La otra opción era no pagar, lo que iba a generar mayor incertidumbre, el cierre de los mercados internacionales, mayor inflación y muy probablemente alguna corrida bancaria, perjudicando a los argentinos y argentinas”, explicó el legislador, que agregó que de esta manera, el crecimiento, que el año pasado fue de 10 puntos en el PBI nacional, siguirá en alza como está previsto para 2022.

Pero aclaró que “no hay nada para celebrar”, debido a que todo lo que se acuerde es para pagar deuda heredada, “cuando Cristina Fernández dejó un gobierno desendeudado, y Macri lo dejó en casi un 100% del PBI endeudado”.

Sobre Máximo Kirchner y su decisión de abandonar la presidencia del bloque, dijo respetar su decisión y al mismo dirigente como “un cuadro importante de la política actual”, y que el FdT tendrá que “saber resolver estas diferencias, que son propias de una coalición que tiene distintas posiciones y que puede arreglarlas de manera sana”.

Verónica Caliva, que viene de la Corriente Clasista y Combativa y comparte con Godoy el bloque oficialista, aseguró que no convalida ningún acuerdo con el Fondo por considerar que “la deuda contraída por el ingeniero Macri es una estafa al pueblo argentino”, porque fueron “para la campaña de Macri y para que se fuguen al exterior”. “Es una deuda ilegítima y no podemos acompañar ningún acuerdo”, acotó.

Para la representante de Salta en la Cámara Baja, eso no quiere decir que vayan a votar en contra, pero sí que estudiarán muy en detalle la letra chica de lo que implicará dicho acuerdo: “somos parte del FdT y nos importa este país, por lo que evaluaremos cada punto para no condicionar el presente y el futuro de los argentinos”.

Sostuvo que el gesto de Kirchner tiene que ver con su “honestidad política”, y que su carta fue más que clara, “es un debate que está en el Frente y que se da en cada discusión y cada sesión, y los que venimos de los movimientos sociales sabemos lo difícil que es vivir hoy y lo que se puede profundizar con los condicionamientos del FMI”.

Por último, la senadora Nora Giménez también abrió un signo de incógnita con respecto a su decisión final, ya que primero deberá analizar pormenorizadamente el proyecto de acuerdo, “nos toca la dura tarea de ratificar el acuerdo con el Fondo”, señaló dejando en claro que al menos para el sector que representa no será nada fácil digerir el proyecto de “ratificar una deuda que tomó Cambiemos y que fue duramente criticada por nuestra bancada”.

Giménez recordó que esta deuda “es un problema eminentemente político”, en el que el mismo Fondo tomó una decisión extraordinaria para otorgarla “contra todo fundamento y sentido común, y hasta contra sus propios estatutos”.

“Hubo un préstamo otorgado en condiciones extraordinarias, por lo que no podía aspirar a que se devuelva en condiciones normales y bajo sus condiciones, con políticas de ajuste y de achicamiento del Estado que profundice desigualdades”, por lo que para ella el objetivo era identificar a los responsables, y entre ellos no dudó en apuntar el mismo organismo internacional y a los funcionarios que gobernaron de 2015 a 2019. Y subrayó que fue este mismo Congreso el que votó un “Nunca Más económico para que no se vuelvan a tomar estas deudas”,

“El tema de malversación de fondos está presentado en la Justicia, el tema es que con esta Corte, no hay justicia”, indicó la legisladora. Por eso insistió con que no permitirán “ningún tipo de política de ajuste, y vamos a defender las de crecimiento”, disparó, por lo que repitió que para ello deberán leer muy bien la letra chica y lo que significa cada punto acordado.

Para finalizar, manifestó que la decisión de Máximo Kirchner sirve para abrir un debate interno, “necesitamos hacer visible una discusión que tiene que ver con el país y su futuro, esa actitud va a obligar a profundizar el debate interno en el Frente”.