Saffie Rose Roussos, de solo ocho años, fue una de las, por lo menos, veintidós muertxs y cincuenta y nueve heridxs en el atentado en Manchester Arena durante un recital de Ariana Grande. El atentado suicida, autoadjudicado por ISIS, tuvo como blanco un evento al que concurrían, en su mayoría, niñas y adolescentes y apunta a disciplinar a las jóvenes para no ir a recitales, escuchar música y disfrutar de la cultura pop en base a una concepción radicalizada de la opresión de mujeres y niñas.