El expresidente de centroizquierda José María Figueres y el exministro de Hacienda conservador Rodrigo Chaves definirán en un ballottage el tres de abril quien gobernará Costa Rica, una de las democracias más sólidas de América latina pero golpeada por una crisis económica. Con el 88 por ciento de las mesas escrutadas, el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) indicó que Figueres, del Partido Liberación Nacional (PLN), lidera el escrutinio con el 27,6 por ciento de los votos. Por su parte Chaves, representante de Progreso Social Democrático, sorprendió tras haber estado atrás en las encuestas, y llegó al 16,7 por ciento. El abstencionismo se ubicó en el 40 por ciento, el más alto de todas las elecciones celebradas en el país desde 1953, según datos históricos del TSE. 

Esta será la tercera ocasión consecutiva y la cuarta en la historia en que Costa Rica necesita de una segunda vuelta para elegir a su presidente. En esta oportunidad enfrentará a un político nuevo como Chaves con uno reconocido del partido más longevo del país e hijo de José Figueres Ferrer, la figura política más prominente de la historia reciente del país, quien abolió el Ejército en 1948 tras ganar la última guerra civil de Costa Rica.

Figueres y la dignidad de las mujeres

En su primer discurso como ganador, Figueres destacó el resultado de la elección ante un grupo de militantes. "Ganamos esta primera ronda por un robusto margen y eso también nos da una enorme responsabilidad", afirmó el candidato más votado el domingo, quien agregó que están a "un paso de empezar el rescate y la transformación" del país.

"En Liberación Nacional, tienen las puertas abiertas otras opciones políticas porque queremos contar con ustedes para que nos ayuden a reformar este país que tanto queremos", aseguró Figueres. Además sostuvo que vigilará el respeto a las mujeres. 

"Volveremos a tener gobierno con dignidad para las mujeres. No se ocultará con juegos de palabras el irrespeto a la integridad de las mujeres", planteó Figueres aludiendo a la situación de Chaves, quien fue acusado de acoso sexual durante su paso por el Banco Mundial, entre 2008 y 2013.

Chaves contra "el conflicto y la confrontación estéril"

Chaves, por su parte, destacó que el partido "más joven de esta campaña" estará en la segunda vuelta. Le propuso a Figueres "dejar atrás el conflicto y la confrontación estéril" para abocarse "al diálogo y al debate de ideas" que permita los "consensos indispensables para el país".

Chaves estuvo en el ojo de la tormenta y fue especialmente atacado por sus adversarios en los últimos debates debido a las denuncias por acoso sexual. El abanderado del PSD, quien no aparecía entre los tres favoritos de las encuestas, dijo que de llegar a la presidencia su primer decreto estará enfocado en bajar el costo de vida. 

En esta votación también se eligieron los 57 diputados del Congreso, y los cálculos hacen prever un Parlamento altamente fragmentado. Los comicios del domingo se caracterizaron por el desánimo de la población en medio de los problemas económicos que golpean al país y acusaciones de corrupción, lo que se tradujo en el abstencionismo más alto de la historia del país.

Un golpe al partido de gobierno

Las elecciones de este domingo también significaron un duro golpe para el gobernante Partido Acción Ciudadana (PAC), que tras dos administraciones consecutivas consiguió apenas el 0,66 por ciento de los votos y ningún diputado en el Congreso. Se trata del peor resultado para un partido de gobierno en la historia reciente del país.

El candidato presidencial del PAC, el diputado y economista Welmer Ramos, aseguró que el partido de centroizquierda "sigue siendo necesario para Costa Rica", por lo que debe "reflexionar y reagruparse".