El arzobispo platense Héctor Aguer se alineó ayer con los negacionistas del terrorismo de Estado al calificar de “número mágico” la cifra de 30 mil desaparecidos de la última dictadura. Luego del Tedeum al que concurrió la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal, dijo que no juzga “la actuación de los políticos”, pero criticó a los legisladores bonaerenses por la ley que reconoce esa cifra y el carácter “cívico militar” de la dictadura en documentos y actos oficiales, al Congreso nacional por precisar los límites del 2x1 y al gobierno de Mauricio Macri por despegarse del fallo de la Corte Suprema de Justicia para liberar represores. Sobre el presente, advirtió que “las personas que antes iban a Cáritas a pedir zapatillas o ropa, hoy van a pedir comida”.

“Feliz día de la patria”, fueron las únicas palabras de Vidal al ingresar a la catedral platense junto a miembros de su gabinete y al intendente local Julio Garro para escuchar al arzobispo, cara visible de los sectores más reaccionarios de la Iglesia católica en todos los órdenes. Durante la homilía, Aguer pidió “que se voten leyes que defiendan la familia y el derecho a la vida” y deseó que “se afiance la concordia y podamos gozar de prosperidad y paz”.

Luego del Tedeum, en contacto con la prensa, el sacerdote de 74 años, militante de la idea de la “reconciliación” con los genocidas, criticó a toda la dirigencia política que reaccionó tras el fallo de la Corte Suprema para liberar al condenado Luis Muiña aplicando el beneficio del 2x1. El cuestionamiento del fallo por parte del jefe de Gabinete, Marcos Peña, “demuestra que nuestra República no está muy sana”, diagnosticó. “Creo que es una invasión respecto del otro poder, que no corresponde en una República. No corresponde que el Poder Ejecutivo trate así a la Corte Suprema”, opinó.

Después criticó a los diputados y senadores nacionales por la ley aprobada en menos de 24 horas que precisó la correcta aplicación del 2x1, excluyendo a los únicos beneficiarios del fallo de la Corte. “Tampoco corresponde que el Congreso saque una ley retroactiva en contra del fallo de la Corte”, dijo, y minimizó la representatividad de los legisladores al señalar que la Corte “tiene un poder propio que debe ser respetado”. “La división de poderes es fundamental en una República”, predicó, y agregó que “no hay división de poderes verdaderamente respetada en la República Argentina”.

El tercer blanco de Aguer fue la Legislatura bonaerense. “En la provincia se impuso por ley un número mágico que hay que sostener acerca de las víctimas de la crueldad de la última dictadura”, ironizó el arzobispo en referencia a la norma promulgada por Vidal la semana pasada, que determina que las publicaciones oficiales deben consignar como “cívico militar” a la última dictadura y el número de 30 mil junto a la expresión “desaparecidos”. “Me parece que no corresponde a la Legislatura imponer por ley algo que es muy discutido”, opinó, y se amparó en “personas que han trabajado en tratar de esclarecer esa tragedia espantosa, como Ernesto Sábato o Graciela Fernández Meijide”. “No me corresponde a mí poner un número pero digo: ‘¿Por qué la ley va a prohibir que alguien diga que fueron 29.999 o que diga que fueron 30.001?’. No corresponde una ley para eso”, se despachó.

Sobre el crecimiento de la pobreza, Aguer consideró que revertirla “debe ser una prioridad” y señaló que “hay un 30 por ciento de pobres”. “Se sale de la pobreza con creación de trabajo genuino. Los párrocos de la periferia de La Plata me dicen que las personas que antes iban a Cáritas a pedir zapatillas o ropa, hoy van a pedir comida”, contó, y consideró que “esa es una señal alarmante”. Como broche final de sus palabras, llegó al extremo de asegurar que no juzga “la actuación de los políticos”, sino que detecta problemas y es su “obligación mostrarlos”.