Se llama Segundo Carafí, es funcionario macrista y marchó con la activista castrense Cecilia Pando. “Los terroristas de ATE agreden a los defensores de la República”, escribió en su cuenta de la red social Twitter. Fue el miércoles 24 cuando los trabajadores del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos fueron agredidos por un grupo negacionista que reivindica a los criminales que llevaron a cabo un plan de exterminio desde el Estado durante la dictadura, liderados por Pando. Carafi filmó las agresiones sobre los trabajadores y trabajadoras, y reivindicó el ataque pero cambió la víctima por el victimario al tuitear que las agresiones fueron de los “terroristas de ATE a los defensores de la República, la justicia y las instituciones”. Su cargo en la administración porteña de Cambiemos es asesor del ministro de Desarrollo Urbano y Transporte de la ciudad de Buenos Aires, Franco Moccia, y además integra la agrupación Jóvenes PRO de San Isidro. A Carafi le gusta subir a Internet fotos suyas con Macri y sus funcionarios, y sus amigos califican de “héroes” y “presos políticos” a los represores condenados por delitos de lesa humanidad.

Los estatales estaban realizando una asamblea en el marco de la jornada de lucha convocada desde ATE Capital en rechazo a “la penosa paritaria que el Gobierno busca imponer”, con una suba salarial del 20 por ciento en tres cuotas, condicionando el salario a nuevas imposiciones de presentismo y productividad que violan su convenio colectivo de trabajo. 

La Infantería de la Policía de la Ciudad reprimió con gas pimienta, palos y golpes a los trabajadores, y así garantizó el ingreso de Pando y sus secuaces al ministerio. Allí fueron recibidos por un asesor del ministro Germán Garavano, a quien entregaron un petitorio por la libertad de Emilio Nani, un represor condenado, y la de todos los genocidas.

La asamblea unificada de trabajadores de esa cartera, además del rechazo de las paritarias, tenía el objetivo de visibilizar los reclamos del personal del sector maestranza y servicios generales, que desde hace más de tres meses exigen una equiparación de su salario que los saque de la pobreza, ya que hoy cobran sueldos de apenas 10 mil pesos. En ese contexto, fueron agredidos por este grupo violento, con el aval de la policía. Al rato, Carafi tuiteaba: “Esta es la grieta, defensores de los guerrilleros terroristas intentando frenar un reclamo de justicia”.

En un comunicado ATE Capital expresó: “Llamamos a las organizaciones sociales, políticas y gremiales a repudiar este nuevo hecho que atenta contra la democracia y demuestra los profundos lazos que unen a los funcionarios del actual gobierno con los genocidas y torturadores”.