Mucha pena para nuestra música popular.

Nos ha dejado el gran cantor Gary Brooker. Histórica figura del grupo inglés Procol Harum. Famosos internacionalmente desde aquel hit que fue "A whiter shade of pale", Con su blanca palidez.

Toda la discografia de la banda es exquisita. Desde su primer disco que lógicamente incluye ese hit, pasando al siguiente álbum A salty dog.

Brooker contó siempre con la compañía del organista Matthew Fisher y del co-autor letrista Keith Reid. También del excelente guitarrista solista que además hizo paralelamente su carrera solista, Robin Trower.

El canto de Gary Brooker, sonoramente está dentro de la raza vocal de un Stevie Winwood o Joe Cocker, pasando por un Peter Gabriel hasta llegar a un Sting. Todos tienen algún rasgo del gran Ray Charles: eso de los blancos que cantan como negros.

Lo que distinguió siempre a Brooker fue su manera clásica de decir, mientras se acompañaba al piano. Porque de eso trataba la manera de Procol Harum dentro de la amplia gama del Rock Inglés de la primera época, lo que muchos denominaban Symphonic Rock.

Claro que el mote provenía de la inequívoca reminiscencia con la música de Bach que traia “su blanca palidez”.

Aquel que no conozca la obra completa de Procol Harum puede obtener con total confianza el segundo álbum A Salty Dog, y el siguiente en vivo con la Orquesta Sinfónica de Edmonton. Todo es bueno. Inalterable en calidad.

Pero al cumplirse el 50° aniversario de la banda, en 2017, nos vuelven a sorprender con el álbum Novum. Y otra vez aquella magia, y la sobriedad del canto de Gary Brooker.

Gary nació el 29 de mayo de 1945 y nos dejó hace unos días, el 19 de febrero. Muy joven se inició con el grupo The Paramounts (1962), luego vino su éxito internacional con Procol Harum. Tambien realizó producciones discográficas como solista. Uno de esos Artistas que no necesitó expandirse publicitariamente, ni acrecentar su popularidad con ningun escándalo.

Un verdadero caballero. Sir Gary Brooker, como fue declarado Miembro de la Oden del Imperio Británico. Nos dejó a sus 76 años, y como en el caso de otros grandes Artistas, nos queda el sonido de su voz y los divinos registros grabados.

Viva la Música.