Sergio Massa y Margarita Stolbizer bautizaron como “1 País” a la alianza electoral entre el Frente Renovador y el GEN, que difícilmente vaya más allá del territorio bonaerense. Sin embargo, el líder renovador buscará extender la marca –que diseñó su publicista Darío Lanis– a cada una de las disímiles coaliciones que teja en distintas provincias, con la idea de dejar atrás la sinuosa “ancha avenida del medio” y comenzar a mostrarse como una “alternativa” que rompa la polarización entre Cambiemos y el kirchnerismo. Aunque el proyecto es a largo aliento (2019), la apuesta será consolidarlo en las legislativas de este año en la provincia de Buenos Aires, que concentra casi el 40 por ciento del padrón nacional, donde un mal resultado disiparía las aspiraciones presidenciales de Massa.

“Lo hemos mejorado”, afirmó un asesor del massismo cuando PáginaI12 le preguntó si el Frente Renovador abandonó definitivamente la consigna de transitar la “ancha avenida del medio”, un espacio que el massismo no logró abarcar y que lo relegó a un distante tercer lugar en las presidenciales de 2015 y en su propio bastión electoral: el bonaerense. “La idea de que Cambiemos y el kirchnerismo son caras de una misma moneda, nos posiciona como alternativa”, completó el asesor.

“Hay que resolver los problemas hoy. Uno habla del futuro incierto esquivando un presente complicado. Otro es el pasado que critica el presente sin autocrítica sobre lo que dejaron”, insisten desde el massismo para tomar distancia de Cambiemos y el kirchnerismo, a quienes dicen criticar por igual. Sin embargo, les resulta difícil explicar porqué Massa prefiere confrontar públicamente con Cristina Fernández de Kirchner, a pesar de algunos cuestionamientos puntuales a la política del Gobierno. El líder renovador esquiva mencionar al presidente Mauricio Macri y a María Eugenia Vidal, con la que tienen un acuerdo que le permite a la gobernadora bonaerense manejar la legislatura provincial sin sobresaltos a pesar que el oficialismo es minoría. “Es complejo”, admiten cerca de Massa.        

Las propuestas del publicista del massismo buscan sacarlo de esa encrucijada. Lanis diseñó la idea y el logo de “1 País” con la que intenta mostrarse como “alternativa” a “la grieta” entre Cambiemos y el kirchnerismo. La idea sedujo a Massa y Stolbizer. Lanis se ganó la confianza de ambos luego de promover el proyecto para “bajar los precios”, ampliamente difundido por las redes sociales y con la que empezaron a  diferenciarse de la política económica macrista. “Tuvo una muy buena recepción y nos ha colocado en un buen lugar”, sostienen cerca de Massa.

El desafío es ahora tomar distancia del oficialismo, la vereda que el massismo más transitó mientras proponía la “ancha avenida”. Así lo entendió rápidamente su jefe de campaña y del bloque de diputados, Graciela Camaño. “Es muy triste ver cómo la vicepresidenta niega lo que ella misma proponía cuando no estaba en el poder”, dice un comunicado con que su bancada salió a responderle a Gabriela Michetti, que calificó la propuesta massista de bajar los precios como “populista” y “falta de respeto”. Felipe Solá, que ratificó su pertenencia renovadora tras coquetear con el randazzismo, también cruzó al oficialismo y su estrategia de polarización. “Se agiganta la grieta cuando se quiere meter a todos los peronistas en la corrupción. De esta manera el Gobierno quiere ampliar la grieta, cada declaración es una acusación al pasado y la negación del presente”, sostuvo.

Por el momento la nave insignia presentada el 25 de mayo como “1 País” solo alcanza al territorio bonaerense. La mesa nacional del GEN celebró al día siguiente el acuerdo que su líder selló con Massa en Buenos Aires y analizó el escenario electoral en todo el país. Cada provincia resolverá su política de alianzas. En Santa Fe, el GEN ya se pronunció a favor de seguir encolumnado con el Frente Progresista que encabeza el socialismo y no con el massismo.

En el partido de Stolbizer solo consideran posible extender “1 País” a la ciudad de Buenos Aires, con pocas expectativas si el escenario electoral porteño y bastión macrista se divide “en tres tercios”: el oficialismo, el  disidente Marín Lousteau (con el que fueron aliados en 2015) y el PJ-FpV. En el GEN, admitieron ante PáginaI12 que su partido no tiene la fuerza suficiente para imponer condiciones en otros distritos frente a la “intrincada política de alianzas que el massismo tiene en cada provincia”.

Los renovadores lo reconocen. El massismo mantendrá como mascarón de proa “1 País” en Buenos Aires e intentará llevar el mismo sello a todas las provincias, aunque saben que no será fácil. Lo trasladarían a Chubut, donde el acuerdo con el gobernador Mario Das Neves sigue firme y habrá que ver como evoluciona su alianza con el cordobesismo de Juan Manuel de la Sota.