Se cumplen 50 años de la aparición de Hispamérica: Revista de literatura. Su fundador y animador, Saúl Sosnowski, nació en Buenos Aires y tiene una vasta y reconocida trayectoria académica internacional: doctorado por la Universidad de Virginia, es profesor de Literatura y cultura latinoamericana de la Universidad de Maryland, dirigió por dos décadas su Departamento de Español y Portugués, y fundó, en 1989, el Centro de Estudios Latinoamericanos, del cual fue director hasta 2008, y de 2000 hasta 2011 Vicerrector para Asuntos internacionales. Editor y coeditor de una veintena de libros, entre los que se encuentra el fundamental Represión y reconstrucción de una cultura: el caso argentino (reunión y debates entre referentes de la cultura, la filosofía y la literatura, realizado en Maryland), es autor de Julio Cortázar: una búsqueda mítica (su tesis doctoral, publicada una vez como libro pero nunca reeditado), Borges y la Cábala: la búsqueda del Verbo (traducido al portugués y al alemán), La orilla inminente: escritores judíos-argentinos, Borges, y la Cábala: senderos del Verbo (libro de bibliofilia realizado con la artista plástica Mirta Kupferminc), Fascismo y nazismo en las letras argentinas (con Leonardo Senkman), Cartografía de las letras hispanoamericanas: tejidos de la memoria (premio “Ezequiel Martínez Estrada”), Borges, la letra y la Cábala (con ensayos publicados anteriormente y una entrevista inédita a Borges realizada en 1971 en la Biblioteca Nacional), Rugido que toda palabra encubre (poesía), Decir Berlín, decir Buenos Aires y El país que ahora llamaban suyo (ambos de narrativa).

Como un homenaje a Cortázar se bautizó la revista: el autor del 62/Modelo para armar hablaba de lenguaje “ispamerikano”; Sosnowski le agregó la h y le puso la c. En una entrevista planteó: “En América Latina hay muchos ‘no’. Hispamérica carece de ‘no’”.

Y por ello, aunque se pueda decir que es una publicación “unipersonal”, Sosnowski en realidad, en su calidad de editor ha promovido, y promueve, lo múltiple: son cientos los nombres que pasaron por Hispamérica a lo largo de su medio siglo de existencia. Roberto Fernández Retamar lo calificó de “editor plural”, en una reunión de editores de revistas que se realizó en Casa de las Américas en 1982. Ya entonces era evidente que esta no era una revista académica más.

TAPA DEL PRIMER NÚMERO DE LA REVISTA HISPAMÉRICA

UNA REVISTA QUE COMIENZA

En 1972, en el mes de julio, Hispamérica salía al ruedo con su primer número, desde Buenos Aires a todo el país y al mundo –por suscripciones, y por venta en librerías en América Latina–, dedicado a narradores argentinos, con una sección de inéditos de Macedonio Fernández, presentados por Adolfo de Obieta. Las poco más de cien páginas traían también un ensayo de Noé Jitrik, un testimonio de Bernardo Verbitsky sobre Marechal, una entrevista a David Viñas, el “taller” de Héctor Libertella sobre la novela y ficciones (cuentos inéditos) de Adolfo Bioy Casares, Marco Denevi, Alicia Steinberg y Bernardo Kordon, entre más notas y secciones. Este debut ya tendría una particularidad: la ausencia de cualquier “nota editorial”, “presentación” o alguna declaración de “objetivos”. Luego de una “Nómina parcial de colaboradores”, donde entre medio centenar de nombres se cuentan nada menos que los de Aldo Pellegrini, Fernando Alegría, Abelardo Castillo, Ricardo Piglia, Augusto Roa Bastos, José Donoso, Ariel Dorfman, Haroldo Conti, Ana María Barrenechea y Mario Vargas Llosa –por mencionar sólo un puñado de tantos y tantas notables–, Sosnowski firma un breve “lineamiento general”: “nos interesa mostrar el proceso de la producción literaria en el Continente”. Y sigue: “Hispamérica ofrecerá textos de escritores ya estudiados a diversos niveles, de ‘emergentes’ y de aquellos ignorados o ‘desconocidos’ cuyas obras nos interesa divulgar”. Y así sería, fiel a sus propuestas, desde ese primer número, hasta el presente.

Consultado sobre cómo fue armar el primer número y qué objetivos tenía, Saúl Sosnowski responde: “No podía ser de otro modo: tenía que dedicarlo a la literatura de mi país. Si bien yo ya estaba como profesor en la Universidad de Maryland, la revista nació en Buenos Aires. En la tapa ya se ve la generosidad de la gente que muy generosamente me dio material inédito para lanzarla y que me permitió mostrar la diversidad que nos caracteriza hasta el día de hoy, tanto la generacional como la que fija diferentes posiciones ante la literatura y el país; tanto la de autores de renombre internacional como la de quienes en algún momento recién empezaban a salir al ruedo dentro y fuera de nuestras fronteras”.

La revista, entonces, comienza. Y continúa, sigue. Y fueron llegando sus aniversarios: el número 50, el número 100. Y sus propias “edades”, cumpliendo 10, 20, 30 años de vida. Significativamente, y pese al chiste de Borges sobre la exagerada ponderación en torno al sistema decimal, ciertos números “redondos” se publicaron con tapa de color celeste. ¿Cuáles fueron las celebraciones en anteriores aniversarios? Sosnowski responde: “Un ejemplo: cuando se cumplieron los primeros 5 años de Hispamérica, lo celebramos con un concurso de cuentos que tuvo como jurado a Cortázar, Vargas Llosa y Roa Bastos. ¡Qué más puedo decir sobre la generosidad y el apoyo totalmente desinteresado a mi revista!”.

Y da otro ejemplo: “Cuando se cumplieron los 25, lo celebramos con un congreso en la Biblioteca Nacional sobre ‘La cultura de un siglo: América Latina en sus revistas’. Con ese título, gracias a nuestro querido Jorge Lafforgue, Alianza Editorial publicó los 40 ensayos en 1999. Para lograrlo tuvimos el apoyo del Fondo Nacional de las Artes, de la Fundación Antorchas, de hispamericanos de la primera hora que siempre nos acompañaron. Y así, entre otros, verás en índice aportes de un nutrido contingente argentino, y de escritores y críticos que vinieron a Buenos Aires desde Uruguay, Brasil, Chile, Colombia, Venezuela, Costa Rica, Cuba, México, Francia y EE.UU. Te confieso que me emociona repasar el listado, ver sus aportes, reconocer su esfuerzo, tener siempre presente a quienes ya no están por estos rumbos. En cuanto a celebrar los 50 con 150 números impresos: me gustaría hacerlo en Buenos Aires y ni bien amaine un poco más la peste iré para ver cómo y de qué forma hacerlo en el lugar donde la revista nació y donde yo también nací, claro está”.

Otra cuestión tiene que ver con la expansión y el reconocimiento de Hispamérica por parte de sus lectores, ya sea de instituciones, ya sea de individuos. Dato no menor: la revista no recibe apoyo financiero de la Universidad de Maryland ni de ninguna otra entidad; se sostiene gracias a suscripciones; la inmensa mayoría de universidades en EE.UU., si bien la revista se halla también en las principales bibliotecas europeas y donde hay carreras de literatura hispanoamericana: Asia, Australia, Nueva Zelanda, China, Corea, Israel y más. Los índices, incluyendo la evaluación del Conicet, la reconocen.

El “período argentino”, de impresión de la revista en Buenos Aires, llega hasta 1979, y el posterior se desarrolla en los Estados Unidos, hasta el presente. Al respecto, Sosnowski recuerda: “La revista sacó los primeros 22 números en Buenos Aires y de allí se distribuyó por algunos centros del país. Pasó a ser impresa en EE.UU. después de un llamado de atención de un linotipista sobre uno de los textos. Simplemente anotó: ‘OJO, censura’. Podrás hacer el cálculo de cuando ocurrió, a lo que se sumó el tema de costos, el hecho de que estamos hablando desde el comienzo en el ida y vuelta por correo de las galeras, de la distribución artesanal. Y seguimos por aquí”.

Por esos mismos años, y dada la incensante, creciente e intensa producción latinoamericana y las redes transnacionales que se iban creando, cuatro editores crearon un Centro Internacional de Revistas de Crítica Literaria. Allí estaban Texto crítico, publicación dirigida por Jorge Ruffinelli desde Xalapa, Escritura, con Ángel Rama desde Caracas, Revista de crítica literaria latinoamericana, con Antonio Cornejo Polar, inicialmente desde Lima, e Hispamérica desde el Estado de Maryland, junto a algunas otras que con el tiempo se sumaron.

Como editor-director de Hispamérica, Sosnowski participó dentro de la misma con un solo artículo, ya que siempre publicó en otras revistas; y en entrevistas, varias de ellas muy destacadas, como las que les hizo a Cortázar y a Bioy Casares (esta en 1996, pocos años antes de su muerte). Si bien la contratapa de la revista fue empleada para algún texto, se mantuvo la ausencia de mensajes o balances o ponderaciones: “Hice la presentación en el primer número y apunté unos comentarios adicionales en el número 100. Dudé si sumar algunas palabras para el 150 y finalmente decidí que no, que ya había escrito sobre la revista para un congreso que se hizo en el Centro de Letras Hispanoamericanas (CELEHIS) en Mar del Plata, en una mesa de homenaje y que los índices de cada número son más elocuentes que cualquier testimonio o declaración”. 

En efecto, en el número 100 de Hispamérica (abril de 2005) se lee a Sosnowski optar “por evitar los discursos y las proclamas, así como la consabida declaración formal de principios” y recalcar: “a mí me basta decir que me honran, me enorgullecen y me emocionan la generosidad, la compañìa y el apoyo constante de tantos hispamericanos que han estado y han colaborado con la revista”.

Atención y espacio a la crítica y al ensayo, y también, como se postuló desde el comienzo, atención a la misma producción literaria. Dice Sosnowski sobre este aspecto y sobre los criterios con los que trabajó: “Poesía y ficción han aparecido en prácticamente todos los números. En varias ocasiones –tanto para narrativa como para poesía– le pedí a conocedores que armaran una muestra de la producción joven de sus países para dar a conocer otros poetas que solo circulan en espacios acotados. Y así cumplir con uno de los propósitos de la revista de dar a conocer nuevas voces”. Todo lo que abarca la revista se complementa con Ediciones Hispamérica, sello con el cual han aparecido distintos volúmenes publicados, como El espesor escritural en las novelas de Roberto Bolaño, de Myrna Solotorevsky, Literatura hispanoamericana e ideología liberal: surgimiento y crisis, de Hernán Vidal, y Mariátegui y la Argentina: un caso de lentes ajenos, de Elizabeth Garrels, entre otros.

En una entrevista televisiva en 2021, con Cristina Mucci en “Los siete locos”, Sosnowski habló de la posibilidad de que comience a llegar la revista a la Argentina ya no sólo por suscripciones individuales o institucionales, sino también que haya números exhibidos al público. Preguntado sobre las posibilidades ciertas de concretar eso, Sosnowski dice: “Es lo que me gustaría; que la revista y los libros que publicamos –la mayoría, ensayos sobre literatura hispanoamericana–, estén en siquiera algunas librerías. Ya no aspiro a la venta en los puestos de Corrientes –que recorría asiduamente con cada uno de los primeros números–. Se aceptan propuestas y sugerencias de cómo lograrlo".

CARLOS MONSIVAIS, GUSTAVO SAINZ,SAUL SOSNOWSKI, JORGE RUFINELLI, ANFEL RAMA Y HUGO VERANI EN XALAPA, HOMENAJE A ONETTI

TODAS LAS VOCES TODAS

Impresiona, impacta; resulta tan apabullante como atrayente –para los ojos, cerebros, deseos y ánimos lectores– intentar repasar, siquiera someramente, de manera nada exahustiva, la cantidad y calidad, la variedad y diversidad de autores y autoras que dejaron sus letras y creaciones en Hispamérica a lo largo de todos sus índices (uno reciente, realizado por Daniela Bulansky, registra más de 3200 entradas en total).

Por ejemplo, a lo largo de estas cinco décadas de existencia se publicaron poemas inéditos de: Claribel Alegría, Jorge Aguilar Mora, Diana Bellessi, Carlos Germán Belli, Gioconda Belli, Jorge Boccanera, Roberto Bolaño, Coral Bracho, Rosalba Campra, Darío Canton, Ernesto Cardenal, Abelardo Castillo, Sonia Chocrón, Antonio Cisneros, Marco Denevi, Eliseo Diego, Ariel Dorfman, Roberto Fernández Retamar, Pablo Armando Fernández, Enrique Fierro, Luisa Futoransky, Juan Gelman, Isaac Goldemberg, Alexis Gómez Rosa, Oscar Hahn, Amir Hamed, David Huerta, Víctor Jara, Roberto Juarroz, Pedro Lastra, Mirko Lauer, Denise León, Enrique Lihn, Juan Liscano, Gonzalo Millán, Enrique Molina, Nancy Morejón, Myriam Moscona, Álvaro Mutis, María Negroni, Pablo Neruda, Olga Orozco, José Emilio Pacheco, Julio Pazos Barreda, Cristina Peri Rossi, Néstor Perlongher, Alejandra Pizarnik, Gonzalo Rojas, Horacio Salas, Esther Seligson, Javier Sologuren, Alberto Szpunberg, Eliahu Toker, Enrique Verástegui, Ida Vitale, Héctor Yanover, Saúl Yurkievich y Raúl Zurita.

En ficción, Hispamérica dio cabida a trabajos inéditos (al momento de aparecer allí) de: César Aira, Enrique Anderson Imbert, Ana Arzoumanian, Jorge Asís, Juan Jacobo Bajarlía, José Balza, Miguel Barnet, Vicente Battista, Adolfo Bioy Casares, Isidoro Blaisten, Alfredo Bryce Echenique, Fernando Butazzoni, Sergio Chejfec, Oscar Collazos, Humberto Costantini, Hiber Conteris, Julio Cortázar, Edgardo Cozarinsky, Esther Cross, Antonio Dal Masetto, Victoria Destefano, Alicia Dujovne Ortiz, Iván Egüez, César Fernández Moreno, Inés Fernández Moreno, Rosario Ferré, Roberto Fontanarrosa, Milton Fornaro, Eduardo Galeano, Elvio Gandolfo, Salvador Garmendia, Mempo Giardinelli, Margo Glantz, Mario Goloboff, Betina González, Angélica Gorodischer, Ariana Harwitz, Liliana Heer, Liliana Heker, Sylvia Iparraguirre, Bárbara Jacobs, Vlady Kociancich, Bernardo Kordon, Héctor Manjarrez, Jorge Manzur, Tomás Eloy Martínez, Juan Martini, Leo Masliah, Juan Vicente Melo, Martha Mercader, Lina Meruane, Daniel Moyano, Jorge Onetti, Juan Carlos Onetti, Pedro Orgambide, Elvira Orphée, Claudia Piñeiro, Elena Poniatowska, Teresa Porzecanski, María Luisa Puga, Sergio Ramírez, Julio Ramón Ribeyro, Cristina Rivera Garza, Augusto Roa Bastos, Reina Roffé, Gabriel Saad, Ernesto Sabato, Severo Sarduy, Ana María Shúa, Antonio Skármeta, Osvaldo Soriano, Alicia Steimberg, Mario Szichman, Hebe Uhart, Pablo Urbanyi, Luisa Valenzuela, Javier Vásconez y Juan Villoro.

TOMÁS ELOY MARTINEZ, JUAN GELMAN Y SOSNOWSKI

Y entre unas 170 entrevistas, surgen las voces de: David Viñas, Manuel Puig, Juan Rulfo, Alfredo Bryce Echenique, Antonio Skármeta, Jorge Luis Borges, Adolfo Bioy Casares, Augusto Roa Bastos, Julio Cortázar, Carlos Fuentes, Salvador Elizondo, José Donoso, José Agustín, Luis Rafael Sánchez, Reinaldo Arenas, Enrique Lihn, Antonio Cisneros, Marta Traba, Ricardo Piglia, Carlos Martínez Moreno, Daniel Moyano, Ernesto Cardenal, José Bianco, Nicanor Parra, Elena Garro, Severo Sarduy, Diamela Eltit, Tununa Mercado, Mario Vargas Llosa, Héctor Tizón, Leonardo Padura Fuentes, Jorge Enrique Adoum, Jorge Edwards, Ricardo Talesnik, Juan Martini, Héctor Aguilar Camín, Julio Silva, Carlos Monsiváis, Rafael Spregelburd, Mario Bellatin, Homero Aridjis, Rodrigo Fresán, Martín Kohan, María Teresa Andruetto, Sergio Ramírez, Leopoldo Brizuela, Edgardo Rodríguez Juliá, Noé Jitrik, Alan Pauls, Eduardo Berti, Tamara Kamenszain, Andrés Neuman, Guillermo Martínez, Gabriela Cabezón Cámara y Leonardo Oyola. Los diálogos con Puig, Borges, Bioy Casares, Cortázar y Fuentes fueron realizados por el propio Sosnowski.

 

Fidelidad a un proyecto, trabajo, atención a todas las voces y apertura –por ejemplo, con el análisis de revistas literario-culturales, de historietas y del tango, de la fotografía de Horacio Coppola y del cine–. Dice el “editor plural”: “Hispamérica, como lo indiqué en el primer número, y como lo he mantenido desde entonces, refleja las múltiples etapas de la producción literaria: desde el taller hasta el producto que luego es sometido a análisis. Con el tiempo fui sumando la Serie ‘Los marginados’, documentos, recuperaciones. Se trata de mantener y dar cuenta de la letra como ser, como ente viviente”.