El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, visitó Bucha y pidió al mundo reconocer el "genocidio" supuestamente cometido por Rusia en esa localidad de la periferia de Kiev, donde cientos de cadáveres fueron hallados en calles o fosas comunes tras la retirada de las tropas rusas. Enfrentada a la condena de varios países occidentales y la expulsión de decenas de diplomáticos, Rusia volvió a rechazar este lunes las acusaciones y advirtió que podrían perturbar el proceso de negociaciones que mantiene con Ucrania para tratar de poner fin a la ofensiva. Además solicitó nuevamente una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad de la ONU que tendrá lugar el martes.
La escala de las matanzas aún se investiga pero la fiscal general ucraniana, Iryna Venediktova, señaló que se han recuperado los cuerpos de 410 civiles. Y el alcalde de Bucha, Anatoly Fedoruk, dijo que 280 cuerpos fueron llevados a fosas masivas porque era imposible enterrarlos en los cementerios que están al alcance de los disparos. Este lunes fueron hallados los cadáveres de cinco hombres con las manos atadas en un sótano de un centro sanitario infantil de Bucha, según informó la fiscalía general de Ucrania.
Ucrania denuncia crímenes de guerra
"Ustedes ven lo que pasa cada día cuando nuestros combatientes entran y recuperan territorios", declaró Zelenski a medios de comunicación vestido con chaleco antibalas y acompañado de militares ucranianos, en una calle de Bucha devastada por los combates en el día 40 de la invasión rusa. El mandatario aseguró que en esa ciudad cercana a Kiev que hasta el 30 de marzo estuvo en poder de las tropas invasoras se cometieron "crímenes de guerra" que serán "reconocidos como genocidio".
El vocero de la presidencia rusa, Dmitri Peskov, rechazó la implicancia de militares rusos en ese episodio, que a juicio del Kremlin supone una amenaza directa a la paz y la seguridad internacionales. "Rechazamos de plano todas las acusaciones. Es más, consideramos que es necesario debatir este tema al nivel más alto; de aquí nuestra iniciativa de examinarlo en el Consejo de Seguridad (de la ONU)", dijo Peskov a los periodistas.
El representante del Kremlin reconoció la gravedad de las muertes en Bucha, pero pidió no sacar conclusiones precipitadas. "Se trata de una situación grave, sin duda. Pediríamos a todos, especialmente numerosos líderes internacionales, que eviten declaraciones precipitadas y acusaciones gratuitas, que soliciten información de diversas fuentes y, como mínimo, hagan caso de nuestros argumentos", insistió.
El Consejo de Seguridad de la ONU tratará este martes las presuntas "pruebas de crímenes de guerra", incluidos los de la localidad de Bucha, donde aparecieron cientos de cadáveres tras la retirada de las fuerzas rusas y que el Kremlin adjudica a las "Fuerzas Armadas ucranianas". La reunión del Consejo de Seguridad de la ONU anunciada por el Reino Unido estaba prevista con anterioridad y se produce después de los insistentes pedidos de Rusia para tratar la situación en esa región cercana a Kiev.
Expulsan a decenas de diplomáticos rusos
Alemania y Francia anunciaron este lunes la expulsión de más de 70 diplomáticos rusos y Lituania la del embajador de Rusia en respuesta a la presunta matanza de civiles en Bucha. La ministra de Relaciones Exteriores alemana, Annalena Baerbock, dijo que las imágenes de los cuerpos tirados en las calles o apilados en las fosas comunes "dan testimonio de una voluntad de destrucción que trasciende todas las fronteras".
En París, el ministerio de Relaciones Exteriores de Francia anunció que expulsará a 35 diplomáticos rusos "cuyas actividades son contrarias a los intereses" del país, y dijo que la decisión se tomaba en coordinación con el resto de la Unión Europea (UE). "Nuestra principal responsabilidad es garantizar la seguridad de los franceses y de los europeos", dijo la Cancillería en un comunicado.
Por su parte el presidente ruso, Vladimir Putin, firmó este lunes un decreto que restringe la concesión de visados a los países de la UE, además de Noruega, Suiza, Islandia y Liechtenstein, por sus "acciones inamistosas" contra Rusia. Las medidas de represalia adoptadas por Moscú afectarán a delegaciones oficiales y periodistas, según informó el Kremlin.
Lavrov recuerda a Biden las guerras de Irak, Libia y Siria
En paralelo el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov, le recordó las guerras de Irak, Libia y Siria al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien abogó por juzgar por crímenes de guerra cometidos en Ucrania a su par ruso Vladimir Putin. "Esto demuestra que muchos políticos estadounidenses que estuvieron en los orígenes de la guerra de Irak por motivos bien conocidos, que desintegraron Libia con sus socios de la OTAN, que invadieron Siria, esos políticos no están del todo bien de conciencia", dijo Lavrov durante una rueda de prensa.
Lavrov recordó que Estados Unidos quiere mantener por todos los medios su hegemonía sobre "un mundo unipolar" en el que a él "se le permite todo" y el resto no tiene derecho a garantizar su "propia seguridad". El canciller ruso justificó la intervención en Ucrania por la necesidad de "regular, incluso con métodos bastante duros" una situación creada por la reticencia de Occidente a dialogar con Rusia sobre garantías de seguridad. "Esa arrogancia, que se diseminó a todo los niveles, no traerá nada bueno", dijo Lavrov, aunque subrayó que Moscú está dispuesto a un diálogo "honesto" con Occidente.
Biden aseguró el lunes que Putin debería ser juzgado por crímenes de guerra debido a la presunta matanza cometida por tropas rusas en la localidad ucraniana de Bucha. "Tenemos que conseguir todos los detalles para que pueda haber un juicio por crímenes de guerra. Este tipo es brutal y lo que está ocurriendo en Bucha es indignante", agregó el mandatario estadounidense, quien remarcó que Putin "debería rendir cuentas" por lo sucedido.
Cómo sigue la situación en el terreno
Hace unos días, Rusia informó que se retiraría de la periferia de Kiev y se centraría en la "liberación" del este y el sur de Ucrania. En esa zona hay ciudades portuarias clave para crear un enlace terrestre entre la península de Crimea, anexada en 2014 por Rusia, y las regiones separatistas rusoparlantes de Donetsk y Lugansk. Este lunes el gobernador de Lugansk, Sergii Gaiday, advirtió que veían "equipamiento viniendo de diferentes direcciones" y que las fuerzas rusas preparaban un "ataque masivo" contra las tropas locales.
También en el sur de Ucrania, diez civiles murieron y al menos 46 resultaron heridos en bombardeos rusos en la ciudad de Mikolaiv, informó su alcalde Oleksander Senkevich. La ONU dice que ya pudo corroborar la muerte de más de 1.400 civiles en Ucrania por la invasión rusa, que empezó el 24 de febrero. La organización internacional también indica que más de diez millones de personas abandonaron sus casas en el país por el conflicto, incluyendo más de cuatro millones que se refugiaron en el extranjero.