Arrestaron y acusaron de asesinato a una mujer latina que se habría realizado un aborto en el estado de Texas, donde la ley prohíbe está práctica a partir de la seis semanas de embarazo. Un grupo de activistas se congregó este sábado frente a la cárcel del condado y prometieron "seguir luchando hasta que sea liberada".

En el condado de Starr, en la frontera con México, Lizelle Herrera, una joven de 26 años, se encuentra detenida con una fianza de medio millón de dólares, acusada de "asesinato" por haber supuestamente "causado la muerte de una persona mediante el aborto autoinducido", dijo en un comunicado la oficina del alguacil de ese condado.

Herrera fue a un hospital público en donde habría tenido un aborto espontáneo y dio información al personal médico, que la denunció a la policía. Ese estado alienta a denunciar a quienes ayuden a las mujeres a interrumpir su embarazo con una indemnización de 10.000 dólares.

En Estados Unidos no es habitual que se criminalice a las mujeres por abortar, aunque sí se han dado algunos casos en la última década de acusaciones de asesinato a esas pacientes en estados conservadores como Texas.

En Texas rige desde septiembre un veto casi total al aborto, incluso en caso de incesto o de violacion, que prohíbe esa práctica cuando se empiezan a sentir los latidos del feto, alrededor de las seis semanas de gestación, cuando muchas mujeres aún no saben que están embarazadas.

Sin embargo, no es la persona embarazada quien puede ser encarcelada en función de esa ley, sino los médicos u otras personas que la ayuden a abortar, por lo que esa legislación no justifica la acusación contra Herrera.

Asociaciones que defienden el derecho a elegir sobre sus cuerpos a las personas gestantes exigieron la libertad inmediata de Lizelle por “haber sido injustamente encarcelada", dijo este sábado Cathy Torres, directora de la organización de Frontera Fund, que recauda fondos para ayudar a abortar a las habitantes del valle del Río Grande.

El veto en Texas ha provocado que muchas mujeres busquen medicación para abortar sin ayuda médica, o que, si tienen los recursos y papeles para hacerlo, recorran grandes distancias para llegar a estados donde la interrupción del embarazo sí es legal.

Mientras, en los próximos meses, el Tribunal Supremo de EE.UU. decidirá sobre un caso relacionado con el aborto y todo apunta a que la mayoría conservadora de la corte cambiará su jurisprudencia al respecto, que actualmente garantiza el derecho al aborto hasta alrededor de las 24 semanas de gestación.

Si eso ocurre, se espera que 26 estados conservadores prohíban o restrinjan aún más la interrupción voluntaria del embarazo.

La Corte Suprema reconoció en 1973, y confirmó en 1992, el derecho de las mujeres al aborto mientras el feto no sea viable, es decir entre las 22 y 24 semanas de embarazo.