La Semana de Cine Portugués vuelve a las salas luego de una octava edición refugiada en la virtualidad. Lo hace, fiel a su costumbre, con un puñado de realizaciones recientes y un pie apoyado en el pasado del cine lusitano, de manera de dejar muy en claro desde la curaduría que el presente nunca existe sin un pasado. A partir de este miércoles y hasta el domingo 17, la sala de cine del Malba será huésped del desembarco de diecisiete películas, entre largometrajes y cortos, agrupados en tres secciones ya tradicionales: Panorama, el Foco Poscolonialismo y, finalmente, el programa “Hay más mareas que marineros”, que este año fue realizado en colaboración con la Cinemateca Portuguesa y está integrado en su totalidad por films clásicos en copias restauradas recientemente (ver nota aparte). Cinco días de intensa actividad cinéfila que, amén de las proyecciones, incluye charlas y presentaciones con invitados llegados de tierras portuguesas.

Precisamente, el arranque de la Semana mañana por la tarde no incluye exhibición alguna, sino dos charlas en continuado con el público. A las 18 horas, y con la irrenunciable excusa del centenario del nacimiento de José Saramago, los especialistas Carlos Reis y Miguel Koleff conversarán sobre la impronta creativa del ganador del Nobel y autor de Ensayo sobre la ceguera, Todos los nombres y El hombre duplicado. A continuación, a partir de las 20, el cineasta João Botelho y el productor Alexandre Oliveira, invitados especialmente por la Semana de Cine Portugués, dialogarán con el público acerca de su reciente adaptación de la novela El año de la muerte de Ricardo Reis, la novela de Saramago publicada originalmente en 1984, film que a su vez será la estrella de la proyección inaugural un día más tarde, el jueves 14 a las 20 horas. El proyecto del experimentado Botelho fue rodado en dos versiones, una destinada a las salas de cine de 130 minutos y otra en formato de miniserie, aún inédita, para la televisión portuguesa. En Buenos Aires se verá la primera de ellas, luego de su paso por varios festivales internacionales de cine.

 El año de la muerte de Ricardo Reis

Siguiendo en líneas generales la trama del libro, un médico llamado Ricardo Reis, uno de los muchos heterónimos del poeta Fernando Pessoa, regresa a Lisboa luego de pasar tres lustros en Brasil para encontrarse con una ciudad cambiada. La capital de “un país seguro” gracias a las “bondades” del gobierno de Salazar, según sus propias palabras. El año es 1936 y Reis se instala en un hotel cerca del puerto; mientras inicia sendas relaciones con dos mujeres –una sirvienta y una joven de la alta sociedad–, recibe las visitas del fantasma de Pessoa, a partir de ese momento su compinche y confidente. Rodado en un soporte digital prístino, en un blanco y negro contrastado que recuerda las lecciones del expresionismo alemán (Botelho incluso utiliza la técnica del iris, moneda corriente en las primeras décadas del cine), O Ano da Morte de Ricardo Reis describe la torturada existencia de un personaje que es tanto víctima de su tiempo como de sí mismo, con el trasfondo de un mundo enfrentado a sacudones políticos y a la inminencia de una conflagración mundial.

A Metamorfose dos Pássaros

En la misma sección Panorama, la 9° Semana de Cine Portugués ofrecerá uno de los títulos más destacados de la producción reciente de ese país. Se trata de la ópera prima de la realizadora Catarina Vasconcelos, estrenada en el Festival de Berlín. A Metamorfose dos Pássaros no es ni una ficción ni un documental, o bien es ambas cosas al mismo tiempo, un ensayo sobre las relaciones familiares con la figura materna como materia prima esencial. Partiendo de dos muertes reales en la vida de la directora –la de su propia madre cuando tenía 17 años y la de su abuela, a quien nunca conoció–, la película se propone como un viaje sensible al territorio de los recuerdos de infancia, los deseos y la fantasía. Rodada en 16mm y sin diálogos, pero con dos voces en off –la de un padre y una hija– como narradores, el film de Vasconcelos es un derivado extraordinario del así llamado “cine del yo”, aunque desde los primeros minutos de proyección resulta claro que, partiendo de lo más íntimo, la intención es abrirse por completo a la universalidad de las emociones. A Metamorfose… es un film-poema de enorme belleza que queda grabado en la memoria mucho tiempo después de que las luces de la sala se han encendido.

No Táxi do Jack

Otro título de reciente factura, No Táxi do Jack es el segundo largometraje de Susana Nobre luego de Tiempo común, estrenado en la Sala Leopoldo Lugones en 2019 junto a su notable cortometraje previo, Pruebas, exorcismos. Esta producción de Terratreme Filmes, el colectivo cinematográfico que gestó títulos como La fábrica de nada, también entrelaza realidades y reconstrucciones ficcionales sin solución de continuidad. Joaquim es un hombre de 64 años que está a unos pocos meses de jubilarse, pero al quedarse sin trabajo antes de tiempo debe someterse a una serie de entrevistas en la oficina pública de desempleo. El protagonista del film de Nobre, cuyas camisas coloridas y tupé a lo Elvis Presley regalan una traza irresistible, hizo de todo a lo largo de su vida, en Portugal y en los Estados Unidos, donde emigró en los años 80: trabajador aeronáutico, agente de seguridad privada, taxista y chofer de limusinas, entre otros menesteres. Pasado y presente se dan la mano en la pantalla mientras Jack busca un oficio eventual, conversa con su esposa y visita a un excolega que ha quedado ciego, permitiendo que el artificio cinematográfico se haga evidente en más de un momento. No Táxi do Jack reflexiona sobre una de las cuestiones más urgentes en las sociedades modernas, tema recurrente en una parte importante de la producción de Terratreme: el mundo del trabajo y sus infinitas problemáticas.

También producida por el colectivo fundado en 2008, y dirigida por João Rosas, el mediometraje Catavento –que formó parte de la Competencia Internacional del Bafici 2021– sigue a Nicolau, un muchacho de dieciocho años indeciso ante la carrera universitaria a seguir y también ante las mujeres, en un relato sensible y luminoso con algo del Truffaut de la saga Doinel y otro tanto del cine del azar y los encuentros de Eric Rohmer. El documental Suzanne Daveau, en tanto, dirigido por Luisa Homem (As Cidades e as Trocas) y estrenado en el Festival de Rotterdam, sigue los rastros de la mujer del título. Según Wikipedia, en una entrada disponible exclusivamente en portugués, “Daveau es una geógrafa franco-portuguesa con una extensa obra publicada sobre geografía de Portugal y temas de climatología” que sigue viviendo en Lisboa a los 96 años. Con la voz de la propia homenajeada recordando su vida y obra, en especial los lugares que pudo visitar y conocer, Homem describe sus trabajos de campo, la influencia del feminismo y la ciencia como un lugar tradicionalmente masculino. El film incluye una importante cantidad de videos registrados por Daveau y una notable colección de fotografías de archivo, elementos que terminan de darle forma a un retrato irresistible.

La sección Panorama se completa con dos cortometrajes, Hotel Royal y Um Quarto na Cidade, y otros dos largos. El primero de ellos, Bostofrio, où le ciel rejoint la terre, de Paulo Carneiro, es, según las palabras de Maria João Machado, directora de la Asociación Cultural VAIVEM y programadora de la Semana de Cine Portugués desde la primera edición, “un documental en primera persona motorizado por el deseo de entender el brumoso pasado de los abuelos del realizador, que deviene en el retrato de un pueblo que parece detenido en el tiempo, con sus habitantes y su historia siempre parcialmente inaccesibles”. El otro, Diálogo de sombras, es una suerte de compañera de Sacavém, exhibida el año pasado en la octava edición de la Semana. En ambos títulos, el realizador Júlio Alves descubre el velo detrás de los procesos creativos de uno de los directores portugueses más importantes de las últimas décadas, Pedro Costa.

Serpentário

El Foco Poscolonialismo presenta dos títulos de interés temático y formal. Por un lado, Serpentário, de Carlos Conceição, es un excéntrico relato de ciencia ficción que atraviesa eras y paisajes a partir de la búsqueda de un hombre de su madre, en el presente postapocalíptico de un país africano imaginario. La aparición de un discurso filmado de António Agostinho Neto, líder del Movimiento Popular de Liberación de Angola y primer presidente de ese país, aporta un elemento de claro rigor histórico en un relato de gran potencia alegórica. Finalmente, bajo las formas del documental tradicional, en Visões do Império la realizadora Joana Pontes, nacida en Angola durante los años más tensos y violentos de la excolonia portuguesa, decide investigar la relación entre las imágenes fotográficas y la realidad histórica. De esa manera, recorre varios archivos oficiales para intentar dilucidar cómo las fotografías moldearon un imaginario colonialista a lo largo de todo el siglo XX, desde las imágenes de la mujeres “nativas”, usualmente semi desnudas y con un niño a cuestas, a la demostración de poder y sometimiento de los retratos militares.