Un importante ex directivo del Fondo Monetario (FMI) aseguró que el organismo hizo un préstamo "flexible" con Argentina y que cedió "sus principios económicos" al anteponer "cuestiones geopolíticas" para contribuir a una renegociación que resolviera la deuda millonaria que tomó el Gobierno de Mauricio Macri. La referencia es para el alemán Martin Muhleisen, que fue economista del Fondo entre los años 2017 y 2020 y director de Departamento de Estrategia, bajo la conducción de la francesa Christine Lagarde. 

En un artículo escrito para el Atlantic Council, un think tank del partido republicano en los Estados Unidos, destacó que el Gobierno de Alberto Fernández consiguió el programa con el organismo "a los gritos" y sin aceptar reformas profundas en el país.

El alemán, que fue parte de la entidad al momento del préstamo histórico a Cambiemos, agregó que el Fondo priorizó sus "consideraciones geopolíticas" por sobre "sus propios principios económicos". Y alertó que "las condiciones del nuevo préstamo podrían crear la impresión de que el dinero del FMI está ahora disponible libremente para curar los males financieros de cualquier país que lo demande con suficiente fuerza". 

Mühleisen expresó que, precisamente, al priorizar lo geopolítico, el FMI "relajó" su postura a la hora de acordar con la Argentina. Y remarcó que, "al final, nunca hubo una duda seria sobre si el Directorio Ejecutivo del FMI aprobaría otro préstamo a Argentina para ayudar a su problemática economía".

El economista consideró que hubo "cuatro razones" que grafican la laxitud del acuerdo. "En primer lugar -dijo-, un default del préstamo del FMI habría supuesto un sufrimiento para los ciudadanos de a pie, si el acceso al mercado de los prestatarios argentinos se veía fuertemente restringido". El segundo punto, en tanto, "es habría dejado a Argentina impedido de volver a pedir prestado al Fondo hasta que sus atrasos se pagaran con préstamos puente de países amigos". Y agregó el ex funcionario que "también podría haber alimentado el ya fuerte sentimiento anti FMI en el país, socavando las posibilidades de reanudar las negociaciones en una etapa posterior".

El alemaán va incluso un paso más allá al decir que "habría afectado a la reputación financiera del FMI, a pesar de que su balance podría absorber un proceso de resolución de los atrasos a lo largo de unos años". Por estas razones, sumadas a la "multitud de shocks" que la economía mundial viene sufriendo desde el 2020, es que Mühleisen considera que la "justificación geopolítica para ayudar a Argentina a superar su alta curva de pagos se ha hecho aún más fuerte".

No es el primer ex directivo del FMI que marca que el acuerdo con Argentina fue diferente. Y también coincidieron en la lectura expertos locales e internacionales, entre ellos el ex director para la región, Claudio Loser, y el Nobel Joseph Stiglitz. 

"En comparación con un programa promedio del FMI, el préstamo de Argentina ha llegado casi sin condicionalidades", subrayó en esa línea el alemán, agregando incluso que la "lenta trayectoria de ajuste fiscal" acordada "seguramente será descartada por los responsables políticos una vez que comience la campaña para las próximas elecciones dentro de unos meses".