Jeremy Corbyn ha insistido en que sólo “ganar las elecciones” será un buen resultado para el Partido Laborista, mientras las encuestas muestran que su partido está cerrando la brecha con la campaña titubeante de la primera ministra Theresa May.

En esta entrevista exclusiva, el dirigente laborista  rechazó las afirmaciones de que está dispuesto a conformarse con un aumento de votos o incluso una derrota con tal de que el Partido Laborista retenga a la mayoría de sus diputados.

En lugar de eso, el líder laborista se mostró confiado y dijo que cada vez más personas salen a hacer campaña para su partido, el cual también está recibiendo un creciente número de donaciones. Además señaló que si gana la elección dos de sus primeros actos de gobierno serían demorar una visita de estado de Donald Trump y ayudar a los estudiantes que ya han tomado enormes deudas, así como eliminar las tasas de matrícula en el futuro.

Su intervención se produce cuando los conservadores tratan de reavivar su campaña, con May bajo presión por una serie de reveses vergonzosos y por negarse a debatir con otros líderes. Incluso se le preguntó a la Primera Ministra si renunciaría en caso de que los Tories pierdan escaños el 8 de junio. El increíble giro de lo que hace un mes parecía ser una victoria segura para los conservadores se refleja en las encuestas que muestran una menguante ventaja Tory, con una proyección de bancas esta semana según la cual Gran Bretaña se dirige a un parlamento sin una mayoría.  

En la última quincena, Len McCluskey, secretario general de Unite, el principal sindicato de Gran Bretaña e Irlanda, dijo que sería “una campaña exitosa” si el Partido Laborista gana tan sólo 200 escaños -una pérdida de 29-, mientras que otros aliados han sugerido que el partido va en la dirección correcta si Corbyn iguala o supera el 30,4 por ciento de los votos que obtuvo Ed Miliband en 2015. Pero cuando se le preguntó a Corbyn cuál sería un “buen resultado” la próxima semana, éste respondió sin dudar: “Ganar las elecciones”.

Y agregó: “Tuve una conversación con Len (McCluskey) por teléfono para agradecerle el apoyo que los miembros de Unite están dando a nuestra campaña electoral y él me aseguró que no sólo nos apoya fuertemente sino que cree que podemos ganar las elecciones. Eso es lo que me dijo”.

Corbyn opinó que las reglas de publicidad electoral están ayudando a su partido a difundir su mensaje, que a su vez lo hizo subir en las encuestas. Mientras que May todavía le lleva una ventaja importante, él está convencido de que puede ganar la elección.

“Mire, nuestro apoyo está creciendo. Las pequeñas donaciones están aumentando y eso es una señal de algo”, dijo. “Mire el entusiasmo. Mire el número de personas que ahora está haciendo campaña por el laborismo y lo que estamos invitando a la gente a hacer en las últimas dos semanas de esta campaña es tener conversaciones sobre el tipo de sociedad y el mundo en el que queremos vivir. Mire lo que estamos ofreciendo y diciendo”.

En el corto período que pasó desde que la primera ministra llamó a elecciones el 19 de abril, el Laborismo subió en las encuestas desde su punto más bajo de 26 por ciento de intención de voto hasta cerca del 50 en la actualidad. La suba se reflejó esta semana en una proyección de un parlamento empatado en bancas de la consultora de mercados YouGov, publicada en el diario The Times, resultado que representaría una catástrofe para May, ya que habría dilapidado una ventaja histórica.

Mientras que Corbyn dijo que “no comenta las encuestas”, señaló que las reglas de la radiodifusión electoral han sido importantes para su campaña, junto con su “negativa absoluta” a prestarse a una campaña de agravios a sus rivales electorales. Está claro que en los días de campaña que quedan quiere concentrarse en la agenda del partido y en el manifiesto publicado la semana pasada, que se viralizó en las redes sociales. “Hemos tenido dos años desde que llegué a ser el líder del partido y una negativa casi obstinada de participar en el debate político por parte de muchos de nuestros medios de comunicación. Ahora, debido a las normas de radiodifusión electoral, están obligados a dar algún grado de equilibrio. Eso está ayudando. Por fin estamos recibiendo cierta cobertura para las políticas en lugar de cosas que se dicen sobre las personas, con las que simplemente no me relaciono”.

Un aliado de Corbyn añade que el público está finalmente viendo que no es la persona que ha sido retratada en algunos sectores de la prensa de derechas. Otros sugieren que parece revigorizado, lo que el propio dirigente laborista atribuye al “aire fresco” que está respirando en la campaña electoral. “Estoy constantemente emocionado y conociendo gente”, agregó. “Escuchar sus historias de vida, sus puntos de vista, sus problemas, sus alegrías, su éxito, y ahí es donde creo que políticamente uno tiene que estar. Hay que estar representando a la gente y lo que están tratando de lograr en sus vidas. Lo disfruto. Si no lo haces, no eres muy bueno en lo que estás haciendo.”

Si tiene éxito el próximo jueves, Corbyn también será responsable de recibir la visita de Estado de Trump, una invitación que May le hizo siete días después de su toma de posesión. Pero Corbyn dijo que estaba “muy preocupado” por la velocidad con que se hizo la invitación. El predecesor del presidente, Barack Obama, obtuvo el honor después de 758 días de administración.

“Obviamente tiene que haber relaciones con los Estados Unidos. Mis opiniones sobre las declaraciones de Donald Trump durante las elecciones presidenciales estadounidenses son muy conocidas. Tiene que haber una relación con el gobierno de Estados Unidos, pero uno tiene que poder decirles lo que piensa. Barack Obama tuvo que esperar hasta su segundo mandato. George Bush, segundo mandato. Reagan, segundo mandato. Creo que todos vinieron en su segundo mandato”.

Al preguntársele si creía que la celebridad del reality televisivo “El aprendiz” que llegó a la presidencia de Estados Unidos tendría que esperar hasta un potencial segundo mandato, el líder laborista respondió: “Bueno, no me corresponde a mí decirlo porque la invitación ya se ha emitido.” Preguntado nuevamente si Trump sería bienvenido aquí en octubre –la fecha que se cree que es la elegida por los funcionarios de ambos países–  añadió: “Bueno, lo sabremos el 9 de junio.”

El líder laborista también reveló que “sentía simpatía”  hacia los estudiantes que ya están endeudados. De ser elegido,Corbyn prometió durante la campaña que los nuevos estudiantes serán liberados de pagar más de £ 9,000 en matrículas al comienzo del próximo cuatrimestre en septiembre. Pero esa medida dejaría a una generación de estudiantes y recién egresados con deudas pesadas debido a las altas tasas introducidas durante el gobierno de coalición entre conservadores y liberales. “Lo tengo en cuenta y estudiaremos ese problema”, dijo Corbyn. “No tenemos una política o propuesta sobre el tema. No hubo tiempo entre el anuncio de la elección y la publicación del manifiesto, pero sí entiendo ese punto y estoy totalmente de acuerdo con él”.

Pero si el Partido Laborista pierde la elección, las propuestas laboristas -a menudo populares entre el público–probablemente sean ignoradas. Además, su propia posición como líder laborista estará de nuevo en el centro de atención. “Escuchen, todo lo que he dicho a todo el mundo es que estoy orgulloso de dirigir esta fiesta, estoy orgulloso de liderar esta fiesta en esta elección y estamos haciendo campaña para ganarla”, dijo. “Esa es la única historia”. Mientras que no hay obligación de retirarse, la última vez que el líder de cualquiera de los principales partidos perdió una elección general y continuó liderando fue en 1987.

Cuando Neil Kinnock finalmente renunció, después de una segunda derrota en 1992, fue sucedido por su Canciller en las Sombras, John Smith. Sin embargo, sería raro que el líder de un partido prometiera bajarse antes del sufragio, ya que estaría admitiendo abiertamente que podría perder. En 2010, Gordon Brown dijo a los periodistas que se mantendría al frente del Partido Laborista si perdía la elección. Pero renunció cinco días después de perder la votación y las conversaciones de la coalición con los demócratas liberales quedaron en la nada. Presionado de nuevo en su posición, repitió: “Esa es la única historia”.

Si vence a las encuestas y a los opinólogos el día de la elección, Corbyn tendrá que navegar a través de uno de los obstáculos constitucionales más difíciles y complejos de la historia británica moderna: la negociación de salida de Gran Bretaña de la Unión Europea. A diferencia de la primera ministra, que ha tenido 10 meses al frente de la administración pública, el líder laborista tendrá sólo 10 días antes de que su equipo, que aún no se ha reunido, arranque una ardua negociación de 15 meses.

Pero Corbyn no se siente impresionado por esto. “Vamos a tener una elección para que la gente de este país elija a los miembros del Parlamento. Creo que debemos respetar la democracia y dejar que decida el pueblo británico. Si me elige, negociaré. Negociaré lo que ya he dicho: el acceso libre de aranceles al mercado europeo, la protección de los derechos de los trabajadores, los consumidores y el medio ambiente que hemos logrado a través de la Unión Europea (UE) y la protección de los ciudadanos de la UE que viven aquí”.

Su gobierno haría una revisión estratégica del programa de defensa y seguridad interior, agrega, “que obviamente incluirá el programa nuclear, pero también se concentrará en gran medida en lo que es una seria amenaza y que son los ataques cibernéticos y la ciberseguridad y si estamos o no gastando nuestro dinero correctamente”.

Cuando se le preguntó si el submarino Trident –el factor disuasivo nuclear de Gran Bretaña– estará en discusión en la revisión, respondió: “Trident ha sido votado por la conferencia del partido. Quiero un mundo libre de armas nucleares, todo el mundo lo sabe. Dejé muy claro que deseo empujar para que se firme un tratado de no proliferación nuclear y eso significa que estaré activo en todo esto. Tendrán un ministro de defensa activo , y un viceministro activo a cargo de programas de desarme y acuerdos de paz. Tenemos un mundo donde existe una prohibición de las armas químicas, un mundo donde existe una prohibición de minas terrestres. Obviamente, existe la dificultad de hacer cumplir esas cosas en muchas ocasiones. Creo que la reducción de ojivas nucleares ya sucedió en todo el mundo. ahora tenemos que ser serios en la reducción de las tensiones nucleares”.

Corbyn, sin embargo, confía en que su gato, llamado “El Gato” (en castellano), no tendrá ningún problema de vinculación con los felinos que ya residen en Whitehall (la calle de medio kilómetro que concentra a los principales edificios de gobierno en Londres) y la guerra en curso entre ellos. “El Gato es como todos los gatos, bastante individualista”, dijo Corbyn. “Pero también ha formado una gran amistad con un gato callejero, así que hay tendencias socialistas en el carácter de El Gato. Está permitiendo que un gato callejero comparta su comida.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.