Los hinchas de San Lorenzo despidieron este sabado con insultos y reclamos a sus jugadores y dirigentes después del empate con Platense por 2 a 2 como local, por la décima fecha de la zona A de la Copa de la Liga Profesional de Fútbol. Y lo que empezó como insultos a los dirigentes, concentrados en las figuras de Marcelo Tinelli y Matías Lammens, terminó con incidentes, alambrados rotos y enfrentamientos con la policía.

"Que se vayan todos, que no quede, ni uno solo...", retumbó en los cuatro costados del estadio, luego de que el equipo local perdiera la ventaja de 2 a 0 alcanzada en el primer tiempo. La bronca estalló en una semana que incluyó la eliminación en la Copa Argentina en manos de Racing de Córdoba, del Federal A, y la derrota en Junín contra Sarmiento en la jornada anterior.

En ese vendaval de malos resultados, el entrenador Pedro Troglio, anunciado como un "salvador" en enero pasado por el vicepresidente Matías Lammens, pegó el portazo y renunció, siendo así el séptimo en dejar el banco de suplentes en dos años.

Los fanáticos que se hicieron presentes este sábado se acordaron también de Marcelo Tinelli, presidente electo pero de licencia desde hace casi un año, y lo insultaron a lo largo de todo el partido. Lo mismo sucedió con Lammens, expresidente campeón de la Libertadores en 2014.

"Boedo va a salir campeón, el día que se vayan todos los hijos de puta de la Comisión...", también sonó, incluso antes del inicio, como un grito de manifestación frente a la crisis deportiva e institucional que atraviesan.

Pasada casi una hora de la finalización del encuentro, los hinchas se quedaron en las zonas cercanas a los vestuarios e insultaron a los futbolistas, que decidieron mantenerse en silencio y dentro del vestuario, al punto que nadie tomó contacto con la prensa, ni siquiera el entrenador interino Fernando Berón.