El Fondo Monetario Internacional reafirmó que las metas del programa de Facilidades Extendidas acordado con el gobierno argentino no van a cambiar a pesar de la dinámica de la economía global, aunque los supuestos sobre los cuales se basan las proyecciones, como por ejemplo la inflación, sí podrían moverse. "Como muchos otros países, Argentina se ha visto afectada por el shock de inflación global. Toda la región está enfrentando una inflación más alta y éste es también el caso para la Argentina", dijo en conferencia de prensa el director del departamento Occidental del FMI, el brasileño Ilan Goldfjan. Para mayo se espera poder completar la primera revisión del acuerdo de crédito con Argentina.

"La guerra en Ucrania está alterando a la economía global e incrementando la incertidumbre para América latina. El impacto en la región se está sintiendo a través de una mayor inflación que afecta al poder adquisitivo de los ingresos, especialmente de los más vulnerables. Pero hay otros riesgos en puerta: una escalada del conflicto armado puede llevar a peores condiciones financieras para la región. Esto puede acelerar la salida de capitales, lo cual implica un gran desafío dadas las necesidades financieras y el acceso limitado a recursos para financiar la inversión", advirtió el FMI en un artículo firmado por Goldfjan junto a Santiago Acosta-Ormaechea y Jorge Roldos.

El Fondo estima que la economía argentina crecería este año un 4 por ciento, por encima del promedio de América del Sur, que es de 2,3 por ciento. Brasil mejoraría apenas 0,8 por ciento; Chile, 1,5 y Perú, 3 por ciento. Por arriba está Colombia, con una proyección de crecimiento del 5,8 por ciento para este año.

"Implementación"

"En Argentina hoy el nombre del juego es implementación", dijo Goldfjan, en relación al comienzo de la puesta en marcha del acuerdo de Facilidades Extendidas. Goldfjan, junto a las autoridades de la misión del FMI para Argentina estuvieron reunidos días atrás con el ministro de Economía, Martín Guzmán, en las oficinas del organismo en Washington. En un contexto de fuerte alza de los precios de los alimentos y de la energía, el cumplimiento de los objetivos en materia fiscal para el año está en duda, dadas las mayores necesidades de subsidios en relación a lo previsto meses atrás.

Por lo pronto, el ministro Guzmán asegura que en el primer trimestre "el sendero fiscal fue en la línea de lo pactado, hay sobrecumplimiento respecto a la emisión monetaria alcanzando el 0,15 por ciento del producto y se obtuvo crecimiento en la acumulación las reservas internacionales". De esa forma, espera que el FMI gatille el desembolso de aproximadamente 4150 millones de dólares, que servirán para cancelar los vencimientos de la deuda con el organismo por 3800 millones de dólares previstos para junio próximo, y acumular el resto en reservas.

"Empezaremos a ver las necesidades. En todos los programas estamos viendo prioridades y las medidas para asegurar que las metas se alcancen. Daremos apoyo a las autoridades para completar los objetivos del programa. Las conversaciones y las negociaciones con Argentina continúan. Esperamos finalizar la revisión en mayo, se tendrá en cuenta la nueva realidad. La recomendación es similar para todos los gobiernos, tener como prioridad la protección de los más vulnerables además del cumplimiento de las metas fiscales", dijo Goldfjan.

El directivo del Fondo distinguió entre las metas, que no se mueven, y las estimaciones, como la inflación, que por ahora sigue apuntando al 48 por ciento para la Argentina, a pesar de que se estima un número de entre 55 y 60 por ciento.