El Centro Sanitario de la ciudad de Catamarca es una obra de arquitectura moderna, en la que están presentes conceptos de sustentabilidad que podrían llegar a aportar al pensamiento de estrategias proyectuales contemporáneas. Quizás podemos ver en su arquitectura cómo reconocer los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, como es la responsabilidad común respecto a nuestro futuro, el del territorio y del planeta en su dimensión social, ambiental y económica.

La última parte de la reflexión enunciada en el anterior párrafo, corresponde al punto número once de los objetivos mencionados, que propende a lograr que las ciudades y los asentamientos humanos, sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles. El arquitecto Mario Roberto Álvarez nos deja, con su obra construida entre 1948 a 1950, la posibilidad de seguir pensando arquitectura de calidad para nuestra ciudad.

La resiliencia o entereza, es la capacidad para adaptarse a las situaciones adversas con resultados positivos. Sin embargo, este concepto que viene de la física, ha experimentado cambios importantes desde la década de los sesenta. Y hoy se lo menciona con mucha frecuencia cuando los expertos nos hablan de los problemas que aquejan a las ciudades y el trágico futuro que enfrentan con el cambio climático.

El arquitecto Rubén Pesci, en una charla que mantuvimos con él hace un tiempo, desestima la acepción norteamericana de resiliencia como adaptación, por el concepto que viene de resiliencia del romano antiguo, “como la capacidad de sobreponerse”. Y dice: “resiliencia es tomar empuje para pegar un salto; es el empuje para buscar la sustentabilidad, no para adaptar la sustentabilidad a las condiciones del presente”

¿Cómo puede esta obra del Centro Sanitario de Catamarca, ayudarnos a construir pensamiento en la búsqueda de la sustentabilidad? Quizás, las palabras de Álvarez, autor del conjunto arquitectónico que nos ocupa estas líneas, pueden ser la punta para comenzar a desanudar el ovillo. Él dijo: “para hacer esa obra nos fuimos con el equipo del estudio a vivir una semana a la ciudad de Catamarca. Estudiamos el clima y la hicimos con los materiales que había, no con los que sería bueno traer. Había mucha piedra y se la usó. Estudiamos de dónde soplaba el viento y apuntamos el edificio para que siga el eje de su corriente”.

La reflexión del arquitecto nos presenta su mirada compleja de la arquitectura. No podemos analizar una de sus partes, sin tener presente su totalidad que aporta al corrimiento del velo de su análisis. En el ejemplo de su obra podemos entender también cómo es su mirada de la ciudad. De lo particular pasa a lo general, en una claridad que nos lleva a pensar que su propuesta es absolutamente ecológica.

Es común escuchar relatos de vecinos que en su niñez jugaban en los patios de “la manzana de Salud Pública”, como prefieren recordarla. Casi todos mencionan cómo atravesaban libremente el conjunto arquitectónico sin las actuales rejas, desafortunadamente necesarias ante la inseguridad imperante en la ciudad. Esa hermosa imagen llena de nostalgia, viene a sus cabezas y nos lleva a pensar que es posible la utopía de recuperar esa forma de hacer arquitectura.

La estrategia proyectual de Álvarez, parte de entender el lugar como sitio físico y antropológico. Su implantación, en una de las manzanas de área central de la ciudad, se adapta al desnivel pronunciado de oeste a este. Sus patios crean espacios abiertos protegidos de los cálidos vientos y de la radiación solar. Las galerías constituyen espacios apacibles con sombra, que permiten que el aire fresco circule para que la gente pueda permanecer en ellos, mientras esperan ser atendidos por el personal de salud que trabaja allí. Las superficies vidriadas de las paredes que dan a las orientaciones más desfavorables, cuentan con parasoles separados de la carpintería, que permiten, con su accionamiento manual, controlar el paso del sol con una cámara de aire incluida, posibilitando que los espacios interiores sean más agradables en verano.

Es necesario repensar este conjunto arquitectónico en una de las manzanas del área central de Catamarca, tan vandalizado últimamente con las desafortunadas intervenciones que sufrió; para concientizar a la comunidad sobre su valor patrimonial, ambiental y su influencia en el devenir de la arquitectura contemporánea y el estado actual de la ciudad. ¿Nos permitirá tomar el empuje suficiente para buscar la sustentabilidad en nuestra arquitectura?

*Arquitecto