Stig Dagerman
El verdugo y el hacha
Ligado al movimiento anarcosindicalista de su país, Suecia, Stig Dagerman estuvo marcado por esa filiación y las circunstancias de la Segunda Guerra Mundial. Se suicidó en 1954, a los 31 años, dejando una obra intensa y prolífica en narrativa, teatro y periodismo. La isla de los condenados (Sexto Piso) y Nuestra necesidad de consuelo infinito (Pepitas de calabaza) son dos de sus textos que permiten acceder a su universo y plantearse la búsqueda de algunas claves para entender vida y destino de un enigmático escritor escandinavo.














