Un día antes de que se realice la marcha convocada por organizaciones sociales, políticas, sindicales y de derechos humanos contra la Corte Suprema de Justicia, el Senado de la Nación retomó el debate legislativo por la ampliación del máximo tribunal. Fue el segundo round de la iniciativa del kirchnerismo que busca reformar el número y  el funcionamiento de la Corte, un organismo con el cual el Frente de Todos mantiene una fuerte disputa de poder desde que Horacio Rosatti desembarcó en el Consejo de la Magistratura. En esta oportunidad, el plenario de comisiones de Justicia y de Asuntos Constitucionales abrió una ronda de especialistas, todos convocados por el propio oficialismo, que respaldaron la necesidad de aumentar la cantidad de magistrados, así como también de incorporar la paridad de género y el federalismo a su composición. El debate continuará el miércoles viene, fecha para la cual el oficialismo tiene la intención de invitar a alguno de los jueces de la Corte. 

"La Corte Suprema tiene tres problemas. Primero, se encuentra absolutamente desbordada de causas, la cantidad de causas es 40 veces superior a la que debería tener. El segundo es que fue pensada en el Siglo XIX, por lo que hay que repensar su estatuto normativo. Y tercero es que la Corte Suprema es un tribunal y un poder: toda decisión que toma es una decisión política porque mantener un orden jurídico es una decisión política. Y el problema es que la Corte se ha dedicado a hacer políticas públicas, en claro desmedro de las facultades del Congreso y el Presidente", comenzó exponiendo, pasado el mediodía, el abogado constitucionalista Gustavo Ferreyra. Ferreyra hizo hincapié así en la necesidad de ampliar el número de jueces y juezas de la Corte -- particularmente de juezas, resaltando la importancia de respetar la paridad de género en un organismo que actualmente es integrado solo por varones--, el cual idealmente debería ser "de dos dígitos". Entre los cuatro proyectos de reforma presentados hasta ahora, solo dos proponen llevar el número a dos dígitos (que es también lo que busca impulsar el FdT): el del rionegrino Alberto Weretilneck, que propone elevarlo a 16, y el de la oficialista Silvia Sapag, que sugiere elevarlo a 15.  

"Hoy tenemos entre 24 mil y 27 mil causas por año en la Corte Suprema y esta es una bola de nieve que, si no se hace algo, nunca vamos a contar con un Poder Judicial diferente que se anime a mirar a la ciudadanía a la cara", agregó la abogada e investigadora del Conicet, Marisa Herrera, quien destacó también la importancia de ampliar la composición de la Corte no solo porque permitiría atender todas las causas que hoy "la desbordan", sino también porque permitiría "oxigenarla". 

En una línea similar, Emanuel Desojo, integrante de la Asociación de Abogados por la Justicia Social, sostuvo: "La Corte ha ido asumiendo una gran cantidad de funciones, como la DaJuDeCO (NdR: dirección que incluye la oficina de escuchas telefónicas) o la obra social. Si encima tenemos un presidente de la Corte que además es presidente del Consejo de la Magistratura estamos sobrecargando a una persona con actividades que son de imposible cumplimiento. Llegan 20 mil causas por año pero solo se dictan 8300 sentencias", sostuvo el abogado que, si bien se manifestó a favor de incrementar el número de magistrados de la Corte a "15 o 16", destacó que era importante limitar las funciones del tribunal para que no termine viéndose nuevamente sobrepasado.

El ex juez federal Carlos Rozanski retomó el reclamo por la "democratización de la Justicia" y manifestó que era "imprescindible no solo ampliar la Corte, sino también regionalizarla e incluir la paridad". Tanto Rozanski como Luis Arias, ex juez en lo Contencioso Administrativo, hicieron hincapié en que cada magistrado o magistrada fallaban a partir de una cierta "cosmovisión" o "ideología", por lo que "debía discutirse también el perfil de los postulantes". "Debemos superar la cuestión de la idoneidad técnica, que es necesaria pero no suficiente para el ejercicio de la Magistratura", sostuvo Arias, quien llamó a pensar la "diversidad" no solo en términos de género y federales, sino también en lo ideológico: "Hoy en la Corte tenemos un discurso único que tiene que ver con la protección de los derechos individuales, más que lo que representan los derechos colectivos. La diversidad de ideologías y trayectorias tiene que estar representada en la Corte porque solo así se va a enriquecer el discurso jurídico". 

Finalmente, también se expresaron Joaquín Da Rocha, de la Fundación de Estudio para la Justicia, y el constitucionalista Eduardo Barcesat. Da Rocha adhirió a la idea de que la Corte debía estar constituida "por distintas visiones políticas", mientras Barcesat hizo particular hincapié en la situación de "gravedad institucional" en la que se encontraba a la Corte desde el fallo que declaró la inconstitucionalidad de la composición del Consejo de la Magistratura. 

Una vez finalizadas las exposiciones, el presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales, Guillermo Snopek, convocó a un cuarto intermedio hasta el miércoles que viene, anticipando que se buscaría invitar a alguno de los jueces de la Corte. Desde el oficialismo, sin embargo, ven "difícil" que eso prospere. El objetivo, a su vez, es que Juntos por el Cambio también lleve sus propios invitados, pero dadas las duras críticas que el interbloque opositor ha planteado contra el debate --lo consideran "absolutamente inoportuno"-- lo más probable es que no terminen convocando a nadie. En ese caso, el oficialismo buscará avanzar con un dictamen que "sintetice" los proyectos presentados