La próxima semana tendrá, entre otros hitos económicos relevantes, a las audiencias públicas de la energía en el centro. En los debates, que se darán los días 10, 11 y 12 de mayo con el objetivo de analizar los aumentos de tarifas a la luz y la segmentación de la quita de subsidios, hay un dato particular: por decisión del Ministerio de Economía, la subsecretaría de Energía Eléctrica -el organismo técnico encargado del tema y que fue crítico a la hora de dar su posición sobre las subas- no será de la partida y Hacienda encabezará las audiencias, asumiendo el costo de los debates y de la decisión posterior. 

La decisión de que la sub cartera que conduce Federico Basualdo, hombre de Cristina Fernández, no participe, se tomó vía un dictámen interno del ministerio de Martín Guzmán, luego de un informe duro en el que se especificaba que las subas a aplicarse serían más fuertes que las anunciadas y, además, pegarían de lleno en sectores a los que se les haría muy costoso afrontar las facturas. Concretamente, Basualdo alertaba allí que los aumentos parejos podían ser de hasta 65 por ciento. 

Luego de ese informe, Economía dio a conocer un dictamen rechazando esas recomendaciones de la subsecretaría. "Si bien luce agregado el Informe solicitado a la Subsecretaría de Energía Eléctrica incorporado como archivo embebido en el orden 3, el mismo no da sustento técnico requerido a fines de propiciar la medida impulsada por el Secretario de Energía , significando que se han considerado integradamente los Informes técnicos elaborados por la Subsecretaría de Planeamiento Energético, por la Secretaría de Política Económica y por la Secretaría de Hacienda, que resultan contener los argumentos técnicos imprescindibles para ello brindándole el fundamento necesario para el impulso del acto bajo estudio". El titular de Planeamiento Energético, una división que funciona bajo el ala de Energía, es Santiago López Osornio, un cuadro muy cercano al ministro Guzmán y quien está en la implementación de las subas y la segmentación. 

En este contexto, las audiencias -que no son vinculantes- prometen fuertes debates y un después de polémica. Es que, a priori, aquel decil más rico de la sociedad, al que se le quitará desde el primero de junio el 100 por ciento del subsidio, podrían pagar aumentos de hasta 400 por ciento. Mientras que el resto pagaría un 40. Para Economía, sin embargo, esta última suba no será mayor al 17 por ciento. Los que conocen el paño alertan, además, que el aumento de tarifas tiene un capítulo poco conocido pero que generará polémica: la semana pasada, la Secretaría de Energía autorizó una suba del 79 por ciento en el precio de la energía para industrias de todo el país para el trimestre mayo junio. Esa suba tiene, según fuentes oficiales, un problema: no se prorratea para evitarles impacto a las fábricas y eso mismo traerá un impacto en precios de los bienes que producen esas empresas, justo en un escenario de inflación muy elevada. Algunas divisiones del Gobierno habían recomendado, en este caso, extender esa suba a lo largo del año, para evitar el impacto todo en una sola vez.

En las audiencias públicas se discutirá con este esquema: el martes 10 la quita de subsidios, el 11 los costos de distribución y el jueves 12 la segmentación de los aumentos. Así, a partir del primero de junio, empezará verse un proceso de aumentos y segmentación de subsidios que reviste muchas dudas. En principio, para la zona del AMBA, habrá una segmentación por zonas y, en paralelo, por ingresos. Tendrán menos subsidios los usuarios que ganen hasta 3,5 canastas básicas, tengan tres o más vehículos y alguna embarcación. Ése será, a priori, el parámetro para identificar al decil más rico de la población. 

Pero ese esquema tiene algunos problemas: el primero, está muy vieja la base de datos de usuarios de energía. Tan antigua que, por caso, tres de cada 10 usuarios titulares del servicio eléctrico en Edenor y Edesur, están fallecidos. Es decir, puede haber entre ellos gente que debería percibir menos subsidios y no lo hará, porque no se conocerá su nivel de ingresos. Vale decir que, además, ese punto requiere un proceso de reempradonamiento de usuarios, que no llega a darse para la fecha de los aumentos. Por todas estas razones, en la Subsecretaría que conduce Basualdo habían recomendado empezar la segmentación por zonas y polígonos, y luego ir corrigiendo sobre la marcha los errores.Tampoco se sabe, con precisión, cómo hará Economía para identificar a los que puedan pagar la suba de entre 17 y 40 por ciento y que no estén entre los más ricos. Y respecto del decil más rico, los más críticos a la quita total de susbidios en ese rango aseguran que no es correcto que, de una sola vez, se le haga pagar a un cliente una suba tan fuerte.